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22 de noviembre de 2014

El Madrid olímpico

Era la joya de la red de polideportivos del IMD, Instituto Madrileño de Deportes, adscrito al Ayuntamiento de Madrid. Situada en la avenida madrileña de Pío XII, la piscina de Chamartín, era la única piscina pública olímpica de cincuenta metros, además de la que posee la Comunidad de Madrid, en una ciudad con 7,3 millones de habitantes. Entre los numerosos bañistas, se encontraban deportistas de nivel, aspirantes al cuerpo de bomberos, personas con alguna limitación o discapacidad física, que accedían al recinto recomendados por sus facultativos, o personas aficionadas a este deporte tan sano, recomendado y completo como es la natación.

El Ayuntamiento de Madrid, representado entonces por la alcaldía de Ruiz Gallardón, no tuvo la gentileza de informar a los señores usuarios, de las intenciones de privatización de dichas instalaciones, durante los dos años que la piscina permaneció clausurada. Una nota en el tablón de anuncios, fue la única y última comunicación. La piscina iba a permanecer temporalmente cerrada por "obras de remodelación".

Bien es sabido que la Administración de obras públicas, a la hora de instalar vallas informativas, para la ejecución de grandes obras, con la intención de minimizar el impacto psicológico, que suponen las mismas en los vecinos, opta por inscribir en dichos soportes informativos, frases eufemísticas del tipo: “plazo de ejecución 24 meses”, dando a entender que todo va a ser cuestión de meses, y no de años. Ni siquiera eso.

Una vez abierto el recinto, me personé en la recepción de estas instalaciones, con la ilusión y ansiedad, del deportista lesionado. El personal no era el mismo. Los uniformes del personal eran de azafatos de empresa, en lugar de los propios de una instalación deportiva. El bono multiusos de otras piscinas públicas, ya no valía como entrada. El recinto, ya no era público. La piscina era privada. El Ayuntamiento cedió el uso del Polideportivo de Chamartín a una empresa privada durante 15 años a cambio de cobrar un canon anual de 300.000 euros.

Pregunté a una de las empleadas de Forum Chamartin, nueva marca comercial de Carpa, empresa adjudicataria, por las “mejoras” llevadas a cabo durante este dilatado tiempo, y solicité ver la piscina. Enseguida pude comprobar las mejoras, y las intenciones mercantiles más que deportivas. La piscina seguía siendo de cincuenta metros, pero las calles, las habían puesto a lo ancho, no a lo largo. Era una piscina de 21 metros, con fines recaudatorios.

Hoy, día veintiuno, después de nadar, me he encontrado en el vestuario de mi piscina municipal, a otro ex usuario “olímpico”. “No hay agua caliente en las duchas”, nos ha informado el personal, a la entrada en las instalaciones. Hemos intercambiado impresiones al respecto. Es como tener un Mercedes, y no sacarlo del barrio, comentamos, mientras escuchaba al fondo desde las duchas un estruendoso “¡¡Viva la alcaldesa!!”. La contribución de Madrid, a la marca España. La incompetencia de un Ayuntamiento que no ha sabido traspasar dicha instalación, entonces de todos los madrileños, con unas mínimas condiciones para su posterior uso, y la de de un gerente, que no sabido fidelizar el nivel de los anteriores usuarios, y por ende del nivel del deporte español.

¡Hasta pronto! Me alegro de verte. Nos hemos despedido con una ducha fría como las del ministro Cañete, y lo hemos hecho con una enorme pena. De haberlo sabido, nos hubiéramos traído un yogurt caducado, o un "Relaxing cup of café con leche", para celebrar tan generosas dádivas.

José Luis Meléndez. Madrid 22 de Noviembre del 2014.
Fuente de la imagen: 15mchamartin.wordpress.com

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