21/02/14: "75 ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE MACHADO". ATENEO DE MADRID.SECCIÓN DE LITERATURA. SALON DE ACTOS: 18:00 HORAS
De todas las tierras, no solo de los “Campos de Castilla”, Soria, y Sevilla, sino venidos de toda España, han acudido a la cita del septuagésimo quinto aniversario de su partida, una amplia representación de poetas españoles, de todas las generaciones de ambos sexos, para acompañar con sus versos el espíritu vivo del Poeta.
La Pluma en Ristre, cual "cincel y maza" parafraseando al Profesor, no se lo ha pensado dos veces, y con la “rabia” contenida de no contar en estos tiempos con su presencia, se ha acercado a pulirse con sus “ideas”, en busca de un “Mañana efímero”: "el vano ayer engendrará un mañana vacío y ¡por ventura! pasajero”.
La Pluma se ha vestido de gala para la ocasión, y ha sacado a relucir sus cartuchos de tinta rojos. Es su primer evento social y cultural. La cita el día 21 a las seis de la tarde en esta Universidad de universalidades que es El Ateneo, en el cual Don Antonio como miembro más joven, intelectual y profundo, compartió amplias tertulias con destacados intelectuales de la Generación del 98 como Azorín, Ramiro de Maeztu, Pío Baroja o Miguel de Unamuno. Más tarde lo haría con la generación de 1914, con personalidades como Ortega y Azaña, haciendo de la europeización de España su marco generacional. Para ellos, Europa significaba ciencia, razón, universidad, cultura, investigación, en definitiva, modernidad.
El nombre de Guiomar, su gran amor, junto con el nombre de España, serían sin dudas los nombres que más ennoblecieron las maderas de esta su docta casa, una como amante y otra como amada. Veinte minutos antes del inicio de tan solemne acto, los 400 asientos del aforo Ateniense están casi completos. No cabe un alma, pero… ¿ni una Pluma...? Sacando fuerzas de flaqueza, la pluma recuerda al Maestro y va “haciéndose camino al andar” en medio de la multitud de cuerpos inertes, y almas hambrientas.
Una duda en forma de interrogación penetra en el capuchón de la pluma: Si Machado murió el día veintidós de Febrero del año mil novecientos treinta y nueve en Collioure, ¿por qué hoy día veintiuno, se le rinde este homenaje? La respuesta viene enseguida de forma telepática por parte del coordinador del acto: mañana día veintidós, muchos de los poetas, artistas e intelectuales aquí reunidos, junto con otros procedentes de más países madrugaran para hacer acto de presencia ante la tumba del ilustre Maestro, en dicha localidad Francesa. La embajada de España, le ofreció como destino París, y le asignó ayudas para su estancia, pero el corazón se impuso y prefirió estar más cerca de su amada España, y de su amigo el mar.
El acto está a punto de empezar, y utilizando técnicas de reportero veterano e intrépido, logramos – la pluma y yo - un puesto de honor en la parte media y superior del anfiteatro. Presenta y coordina el acto, el poeta D. Miguel Losada, con un ritmo vivo, como queriendo dotar de mayor vitalidad la obra del Poeta. Demasiados poetas y muy poco tiempo. El acto nos hace saber, va a contar con sorpresas.
Una cuarentena aproximada de poetas, entre los cuales se encuentran Ilia Galán, Juan Carlos Mestre, Ana Rossetti, Javier Lostalé, Angelina Gatell, Ángel Guinda a Jordi Doce, María Antonia Ortega, Balbina Prior, Ángel Rodríguez Abad… empiezan a recitar los versos Machadianos, con intervenciones breves pero cargadas de emotividad. A través de ellos descubrimos a un hombre profundo, pero a la vez sencillo. Misterioso, silencioso, tímido y altivo como se refiere a él Rubén Darío.
Su amor a la naturaleza se hace cada vez más patente, cuando en sus poemas nos habla de los olmos, la mula vieja, los campos de Castilla, o el limonero de la casa de su infancia. Un Machado que no discrimina y que ama por igual a todas las criaturas que le circundan. En unos versos muestra sus críticas al señorío caciquil imperante. En otros saca su carácter en forma de puyazo hacia Unamuno ¿rivalidad profesional o personal?
Minutos después un guitarrista, sale de manera espontánea al escenario a cantar un poema suyo. La emoción me embarga y no me permite acordarme de su epígrafe. Llega el momento de la intervención de su biógrafo, Ian Gibson. Se le reclama desde el escenario por su nombre, alguien parece haberle visto, pero no, no hace su salida. ¿Motivo? Se desconoce, aunque se presupone. Juzguen ustedes mismos.
Prosigue el recital y el Señor Losada anuncia la primera sorpresa de la tarde: vamos a poder visualizar en la sala unas imágenes inéditas en el mundo. Se trata de las primeras imágenes animadas de Machado, por gentileza de los archivos del Partido Comunista, y del Gobierno Ruso. Dichas imágenes se corresponden con el discurso que ofreció el Profesor a las juventudes socialistas unificadas, el día 01 de Mayo de 1937, en la Plaza de Castelar, Valencia. En ellas se puede ver a un Machado rodeado de jóvenes, delgado, de aspecto juvenil, aplaudiendo la intervención de Manuel Azaña.
Pero esta no es la única sorpresa. Un José Sacristán ataviado con una túnica negra – quizás de luto – y acompañado por una violonchelista, comienza con tono pausado a recitar poemas de las distintas etapas y obras de Machado. Tan genial es su interpretación, que mientras recita y deambula meditabundo por el escenario, por momentos logra transformarse en José Machado. Es el momento álgido de la función.
Como colofón interviene la familia, y con una breve intervención Don Manuel Álvarez Machado, sobrino nieto del poeta. En el transcurso de la misma, y, después de agradecer al auditorio su participación, “nos hace saber” que aún existen tres mil seiscientos documentos inéditos entre los dos hermanos, Antonio y Manuel, que todavía no han visto la luz pública. También nos informa de un proyecto que tiene la familia, como es el de llevar al teatro, en un plazo estimado de dos años, la obra “La diosa razón”.
Se procede al cierre del acto, con unas escuetas palabras de Doña Leonor Machado, sobrina de Don Antonio, del cual llegó a recibir clases de francés. La señora tiene la cortesía de despedirse del auditorio con un poema de su tío dedicado a Leonor, su primer y gran amor. Los Poetas han homenajeado a su compañero y amigo, pero Machado además de Poeta, fue profesor de francés, actor, guionista y director de teatro, pero ante todo un filósofo que tuvo que “dormirse”, para despertarnos con sus poemas, pero también con su prosa.
Dejando de lado al Señor Sacristán, que acudió, participó y llegó a “compartir” escenario con Machado, con su excelente interpretación, se sintió un vacío en el alma de su corazón, como es la falta de representación del gremio de filósofos, profesores, y compañeros de Teatro. Ya lo decía Machado: “Un corazón solitario, no es un corazón” Convendría tomar nota y huir de estas “Soledades”, e intentar unir los corazones entre todos para celebrar el próximo homenaje, no el día de su fallecimiento, sino el día veintiséis de Julio, día de su nacimiento, para darle más vida y alegría como se merece, vida que no tuvo, y que entregó a su pueblo.
El poeta no solo sintió sus versos, también pensó su tiempo. Si con “Campos de Castilla”, logra su reconocimiento como poeta, y a la vez le libra del suicidio, como consecuencia del dolor y la ausencia de su amada Leonor, con “Soledades” se busca a sí mismo, y con él, al hombre. Con la prosa de Antonio Machado aflora la conciencia social, filosófica, y reflexiva. En 1934, y a través de los apócrifos o ficticios personajes como Juan de Mairena, profesor de retórica y sofística, discípulo y biógrafo de Abel Martín, profesor de Juan de Mairena, el Machado filósofo a través de este último, nos enseña a dudar y a despensar lo pensado, o en términos más Machadianos aún, a desandar lo andado.
Abel Martín sin embargo representa la actividad consciente: “el gran ojo que todo lo ve, al verse a sí mismo". Se basa pues en una crítica de la objetividad. Fue una lástima con lo que amó España -”, "No es patria el suelo que se pisa, sino el suelo que se labra. No basta vivir sobre él, sino para él", “Pienso en España, vendida toda de río a río, de norte a norte, de mar a mar”- que tan solo se rindiese homenaje al Machado poeta del corazón, y no al Machado prosaico del alma profunda y social. Hoy esta pluma humedecida, no quiere acordarse de ese Machado que reposa entre maderos, sino del que estuvo en la mar.
José Luis Meléndez Solórzano. Madrid, 22 de Febrero del 2014.
Fuente de la imagen: Flickr.com
De todas las tierras, no solo de los “Campos de Castilla”, Soria, y Sevilla, sino venidos de toda España, han acudido a la cita del septuagésimo quinto aniversario de su partida, una amplia representación de poetas españoles, de todas las generaciones de ambos sexos, para acompañar con sus versos el espíritu vivo del Poeta.
La Pluma en Ristre, cual "cincel y maza" parafraseando al Profesor, no se lo ha pensado dos veces, y con la “rabia” contenida de no contar en estos tiempos con su presencia, se ha acercado a pulirse con sus “ideas”, en busca de un “Mañana efímero”: "el vano ayer engendrará un mañana vacío y ¡por ventura! pasajero”.
La Pluma se ha vestido de gala para la ocasión, y ha sacado a relucir sus cartuchos de tinta rojos. Es su primer evento social y cultural. La cita el día 21 a las seis de la tarde en esta Universidad de universalidades que es El Ateneo, en el cual Don Antonio como miembro más joven, intelectual y profundo, compartió amplias tertulias con destacados intelectuales de la Generación del 98 como Azorín, Ramiro de Maeztu, Pío Baroja o Miguel de Unamuno. Más tarde lo haría con la generación de 1914, con personalidades como Ortega y Azaña, haciendo de la europeización de España su marco generacional. Para ellos, Europa significaba ciencia, razón, universidad, cultura, investigación, en definitiva, modernidad.
El nombre de Guiomar, su gran amor, junto con el nombre de España, serían sin dudas los nombres que más ennoblecieron las maderas de esta su docta casa, una como amante y otra como amada. Veinte minutos antes del inicio de tan solemne acto, los 400 asientos del aforo Ateniense están casi completos. No cabe un alma, pero… ¿ni una Pluma...? Sacando fuerzas de flaqueza, la pluma recuerda al Maestro y va “haciéndose camino al andar” en medio de la multitud de cuerpos inertes, y almas hambrientas.
Una duda en forma de interrogación penetra en el capuchón de la pluma: Si Machado murió el día veintidós de Febrero del año mil novecientos treinta y nueve en Collioure, ¿por qué hoy día veintiuno, se le rinde este homenaje? La respuesta viene enseguida de forma telepática por parte del coordinador del acto: mañana día veintidós, muchos de los poetas, artistas e intelectuales aquí reunidos, junto con otros procedentes de más países madrugaran para hacer acto de presencia ante la tumba del ilustre Maestro, en dicha localidad Francesa. La embajada de España, le ofreció como destino París, y le asignó ayudas para su estancia, pero el corazón se impuso y prefirió estar más cerca de su amada España, y de su amigo el mar.
El acto está a punto de empezar, y utilizando técnicas de reportero veterano e intrépido, logramos – la pluma y yo - un puesto de honor en la parte media y superior del anfiteatro. Presenta y coordina el acto, el poeta D. Miguel Losada, con un ritmo vivo, como queriendo dotar de mayor vitalidad la obra del Poeta. Demasiados poetas y muy poco tiempo. El acto nos hace saber, va a contar con sorpresas.
Una cuarentena aproximada de poetas, entre los cuales se encuentran Ilia Galán, Juan Carlos Mestre, Ana Rossetti, Javier Lostalé, Angelina Gatell, Ángel Guinda a Jordi Doce, María Antonia Ortega, Balbina Prior, Ángel Rodríguez Abad… empiezan a recitar los versos Machadianos, con intervenciones breves pero cargadas de emotividad. A través de ellos descubrimos a un hombre profundo, pero a la vez sencillo. Misterioso, silencioso, tímido y altivo como se refiere a él Rubén Darío.
Su amor a la naturaleza se hace cada vez más patente, cuando en sus poemas nos habla de los olmos, la mula vieja, los campos de Castilla, o el limonero de la casa de su infancia. Un Machado que no discrimina y que ama por igual a todas las criaturas que le circundan. En unos versos muestra sus críticas al señorío caciquil imperante. En otros saca su carácter en forma de puyazo hacia Unamuno ¿rivalidad profesional o personal?
Minutos después un guitarrista, sale de manera espontánea al escenario a cantar un poema suyo. La emoción me embarga y no me permite acordarme de su epígrafe. Llega el momento de la intervención de su biógrafo, Ian Gibson. Se le reclama desde el escenario por su nombre, alguien parece haberle visto, pero no, no hace su salida. ¿Motivo? Se desconoce, aunque se presupone. Juzguen ustedes mismos.
Prosigue el recital y el Señor Losada anuncia la primera sorpresa de la tarde: vamos a poder visualizar en la sala unas imágenes inéditas en el mundo. Se trata de las primeras imágenes animadas de Machado, por gentileza de los archivos del Partido Comunista, y del Gobierno Ruso. Dichas imágenes se corresponden con el discurso que ofreció el Profesor a las juventudes socialistas unificadas, el día 01 de Mayo de 1937, en la Plaza de Castelar, Valencia. En ellas se puede ver a un Machado rodeado de jóvenes, delgado, de aspecto juvenil, aplaudiendo la intervención de Manuel Azaña.
Pero esta no es la única sorpresa. Un José Sacristán ataviado con una túnica negra – quizás de luto – y acompañado por una violonchelista, comienza con tono pausado a recitar poemas de las distintas etapas y obras de Machado. Tan genial es su interpretación, que mientras recita y deambula meditabundo por el escenario, por momentos logra transformarse en José Machado. Es el momento álgido de la función.
Como colofón interviene la familia, y con una breve intervención Don Manuel Álvarez Machado, sobrino nieto del poeta. En el transcurso de la misma, y, después de agradecer al auditorio su participación, “nos hace saber” que aún existen tres mil seiscientos documentos inéditos entre los dos hermanos, Antonio y Manuel, que todavía no han visto la luz pública. También nos informa de un proyecto que tiene la familia, como es el de llevar al teatro, en un plazo estimado de dos años, la obra “La diosa razón”.
Se procede al cierre del acto, con unas escuetas palabras de Doña Leonor Machado, sobrina de Don Antonio, del cual llegó a recibir clases de francés. La señora tiene la cortesía de despedirse del auditorio con un poema de su tío dedicado a Leonor, su primer y gran amor. Los Poetas han homenajeado a su compañero y amigo, pero Machado además de Poeta, fue profesor de francés, actor, guionista y director de teatro, pero ante todo un filósofo que tuvo que “dormirse”, para despertarnos con sus poemas, pero también con su prosa.
Dejando de lado al Señor Sacristán, que acudió, participó y llegó a “compartir” escenario con Machado, con su excelente interpretación, se sintió un vacío en el alma de su corazón, como es la falta de representación del gremio de filósofos, profesores, y compañeros de Teatro. Ya lo decía Machado: “Un corazón solitario, no es un corazón” Convendría tomar nota y huir de estas “Soledades”, e intentar unir los corazones entre todos para celebrar el próximo homenaje, no el día de su fallecimiento, sino el día veintiséis de Julio, día de su nacimiento, para darle más vida y alegría como se merece, vida que no tuvo, y que entregó a su pueblo.
El poeta no solo sintió sus versos, también pensó su tiempo. Si con “Campos de Castilla”, logra su reconocimiento como poeta, y a la vez le libra del suicidio, como consecuencia del dolor y la ausencia de su amada Leonor, con “Soledades” se busca a sí mismo, y con él, al hombre. Con la prosa de Antonio Machado aflora la conciencia social, filosófica, y reflexiva. En 1934, y a través de los apócrifos o ficticios personajes como Juan de Mairena, profesor de retórica y sofística, discípulo y biógrafo de Abel Martín, profesor de Juan de Mairena, el Machado filósofo a través de este último, nos enseña a dudar y a despensar lo pensado, o en términos más Machadianos aún, a desandar lo andado.
Abel Martín sin embargo representa la actividad consciente: “el gran ojo que todo lo ve, al verse a sí mismo". Se basa pues en una crítica de la objetividad. Fue una lástima con lo que amó España -”, "No es patria el suelo que se pisa, sino el suelo que se labra. No basta vivir sobre él, sino para él", “Pienso en España, vendida toda de río a río, de norte a norte, de mar a mar”- que tan solo se rindiese homenaje al Machado poeta del corazón, y no al Machado prosaico del alma profunda y social. Hoy esta pluma humedecida, no quiere acordarse de ese Machado que reposa entre maderos, sino del que estuvo en la mar.
José Luis Meléndez Solórzano. Madrid, 22 de Febrero del 2014.
Fuente de la imagen: Flickr.com