Los cuadros de Rajoy, y las fotografías de la calle
La expectación es máxima. El estreno de los Secretarios Generales Pedro Sánchez del PSOE, y de Alberto Garzón de Izquierda Unida, acaparan las miradas y el interés de los españoles, y de los distintos grupos de la cámara. Sánchez se juega el liderazgo en su partido, y su candidatura en las primarias de Julio a la Presidencia del gobierno, ante una imagen en imparable ascenso de Susana Díaz. Garzón al igual que Sánchez tienen hoy la oportunidad de revitalizar sus formaciones por medio de su discurso. Los cuadros abstractos y surrealistas que ha dibujado Rajoy, en el transcurso de la mañana parlamentaria, han sido pronto sustituidos por las fotografías de la calle, traídas por los distintos grupos parlamentarios. Una vez finalizada su primera intervención, el presidente (quien sabe si huyendo de sus propias palabras), ha abandonado la pinacoteca, y ha optado por salir a comer a la calle, en un intento de volver a la realidad. Cada una de las partes ha representado y enfatizado sus intervenciones con los colores corporativos de sus equipos. Rajoy bancada y corbata azul. Sánchez, ha sumado a su corbata roja, un cuaderno rojo de anotaciones, y una carpeta roja en sus intervenciones.
El presidente ha iniciado la sesión y reconociendo que se han pedido muchos esfuerzos a los ciudadanos durante estos tres años, y ahora cree que ha llegado el momento de aliviar a las familias. Por este motivo su ejecutivo se ha comprometido en la tramitación de de una ley llamada de segunda oportunidad, destinada a sanear a las familias que no puedan hacer frente a sus deudas. Uno de los mayores logros que se atribuye el líder popular, es el de haber evitado el rescate, a pesar de todas las presiones recibidas. Prevé un crecimiento del 2,4 para España este año, y la creación de 500.000 puestos de trabajo este año, y 3.000.000 de empleos en los próximos años (en el año 2011, el Partido Popular prometió 3.500.000 empleos para esta legislatura).
El Rajoy autocomplaciente de la mañana, ha intentado defenderse, de los ataques directos de Pedro Sánchez, con más cifras que argumentos. En ocasiones se ha visto en la necesidad de recurrir a escenarios pasados, futuros e internacionales. El discurso del líder de la oposición, ha descolocado a un presidente que esperaba un discurso moderado en la misma línea que los anteriores debates, con una exposición menos agresiva, y sin una marcada tendencia progresista. La intervención del jefe de la oposición, ha hecho perder los papeles y las formas a un Rajoy cada vez más acorralado. No ha dejado escapar la oportunidad, y ha aprovechado su última intervención para dedicarle a Sánchez una de sus frases más profundas:“no vuelva usted aquí a hacer y decir nada. Ha sido patético”.
Las caras del grupo popular no expresaban el mismo optimismo que el del presidente. Aplausos atemporales a las expresiones faciales del grupo popular: tal vez sus señorías pensaban en otra bancada de iguales proporciones que la suya y en otras formaciones en claro ascenso, fuera del hemiciclo. El discurso, se ha caracterizado según las distintas fuerzas, por ser una exposición muy poco ajustada a la realidad en la cual no han quedado reflejadas de una forma global y objetiva los temas principales que preocupan y afectan a la sociedad española como son la corrupción, la sanidad, la cultura, los medios, etc. Los distintos grupos de la cámara han tenido la posibilidad de valorar ante los medios la primera intervención de Mariano Rajoy de la mañana de este veinticuatro de Febrero.
El primero en comparecer ha sido José Luis Centella (IU), el cual califica el mandato de Rajoy, como la legislatura de la corrupción. Rosa Díez (UPyD), acusa al primer ministro español de haber mentido a los españoles. "No es cierto que España sea el país que más crece de la Eurozona", ha corregido al presidente, y ha señalado en su lugar a países como Grecia e Irlanda entre otros catorce estados miembros. Mikel Errekondo (AMAIUR), le ha reprochado su lucha contra la corrupción al final de la legislatura. Alfred Bosch (ERC), resume la primera intervención de Rajoy con la siguiente frase: “la corrupción del mañana se va a acabar, y la del pasado no se toca”. Olaia Fernández (BNG), afirma que sí se han tocado los pilares del bienestar como la sanidad. Ana Oramas (de Coalición Canaria): “el señor Rajoy no se ha leído los informes de Cáritas ni de los de UNICEF”. Joan Baldoví (COMPROMÍS): “es un discurso cinematográfico. Esta película ya la hemos visto”. Enrique Álvarez Sostres (FORO ASTURIAS): “el señor Rajoy, es una máquina de hacer promesas”. Carlos Salvador (UPN): “es un discurso electoralista”, y Uxue Barkos (GERCA BAI), expone que "la intervención de Rajoy, resume el divorcio del gobierno con la sociedad".
Sánchez ha aprovechado sus intervenciones para desmentir a Rajoy, y recordarle a través de varios titulares de prensa, que España fue rescatada por un importe de 70.000 millones de euros, y que el gobierno socialista de Zapatero fue el que evitó el rescate de España. “Hay que decir la verdad aunque duela”, le ha recordado al presidente una de sus frases de investidura. Y más tarde en el apartado de corrupción, le ha dedicado una de su propia cosecha: “Yo soy un político limpio; lecciones de corrupción, ni una”. El representante socialista ha hecho una exposición más constructiva y cercana a los diferentes problemas sociales y económicos que afectan de manera directa a la sociedad española. Entre sus propuestas se encuentran la reforma de la Constitución, del Senado, el sistema fiscal para evitar el fraude, y la derogación de la reforma laboral, para devolver a los ciudadanos sus derechos.
Un Sánchez exultante, ha incorporado al debate un modelo de intervención directo e incisivo. Su cuerpo a cuerpo con Rajoy no le ha bastado, y se ha dirigido en más de una ocasión a algunos miembros del gobierno, como es el caso de la vicepresidenta de gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y de los ministros De Guindos, Montoro y Ana Mato, con objeto de recriminar a los dos primeros algunas frases, y de rectificar al presidente algunos datos.
El ritmo dinámico y vivaz del líder de la oposición, ha desplazado en más de una ocasión al presidente a escenarios pasados, futuros y ajenos, en donde la improvisación ha sido la única forma de salir al paso. En el capítulo de anécdotas cabe destacar la protagonizada por el diputado socialista Manuel Pezzi, en el momento en que despliega la bandera autonómica andaluza, en una de las intervenciones del Presidente.
Momento estelar es también el instante en el cual el Presidente del Congreso, Señor Posada, ante los murmullos de la bancada azul, en el momento en el que Pedro Sánchez tenía uso de la palabra, se dirige a su grupo parlamentario en los siguientes términos: “Señorías, no hay que hablar con el orador, solo escucharle”. La sesión del día ha finalizado con las intervenciones del CIU, Izquierda Plural, y UpyD. Alberto Garzón ha reprochado a Rajoy su falta de solidaridad con el pueblo griego, y ha acusado al bipartidismo griego de trucar las cuentas del país, y de llevar al país a la ruina. Asimismo ha propuesto un plan de emergencia social, y ha denunciado la pobreza energética, alimenticia y la temporalidad del empleo (nueve de cada diez empleos son temporales). Ha acusado al presidente de ser el máximo responsable del desahucio de familias, desde empresas públicas como Bankia. Ha ironizado con la suerte del grupo popular en los procesos judiciales, por medio de desaparición de papeles y el cambio de jueces, y ha echado en cara al gobierno su exceso de inversión en rescates a bancos, aeropuertos sin aviones, en detrimento de políticas destinadas a la creación de empleo, citando a Machado: "el señorito invoca a la patria, y la vende". Ha terminado su intervención asegurando que el Partido Popular, ha llevado a España al reino de la necesidad, y no al de la libertad. Sus últimas palabras han sido: "salud y república".
Su compañero de Izquierda Plural, Joan Coscubiella, ha calificado al ejecutivo de ser un gobierno ni-ni: “ni dignidad, ni derechos, ni democracia”. Ha descrito la España de Rajoy, como una España silenciada y silenciosa, en clara alusión a la Ley Mordaza, y le ha advertido de la condena que han hecho los relatores de la ONU sobre esta y otras leyes de su ejecutivo. Ha terminado señalando que cada vez hay más personas que además de trabajar son pobres, y que las veces que Rajoy pisa la calle, es para pisotear los derechos de los ciudadanos. Por su parte Rosa Díez, ha desmentido a Rajoy, y le ha dicho que España ha sido rescatada. “Va a perder las elecciones por engañar a los españoles, y vivir de espaldas a la realidad”, “su tratamiento ni cura, ni palia el dolor”. España es un país en la que el índice de fallecimientos supera al de nacimientos. “España necesita una mirada de mujer”. “Usted desprecia la democracia”. “Me alegro de estar haciéndole gracia”. “Como puede ver no me he dirigido a usted durante la sesión como presidente, porque un primer ministro que miente, no merece ese trato”.
El debate ha terminado con una peculiaridad: este año no han estado representadas todas las fuerzas sociales y democráticas en el hemiciclo. Pero una cosa ha quedado evidente: Sánchez y Garzón han salido más fuertes de lo que entraron. Según el CIS, Centro de Investigaciones Sociológicas, la mayoría de españoles, un 37%, cree que ningún líder ha ganado el debate de la nación. Un 21,7% cree que Pedro Sánchez resultó vencedor, mientras que un 21% opina que ganó Rajoy. Según el CIS, Centro de Investigaciones Sociológicas, la mayoría de españoles, un 37%, cree que ningún líder ha ganado el debate de la nación. Un 21,7% cree que Pedro Sánchez resultó vencedor, mientras que un 21% opina que ganó Rajoy. La interpretación de estos datos hace pensar, que el desencanto de los ciudadanos con el bipartito, parece haber tocado fondo.La fragmentación del voto, en la antesala de las municipales, anticipa un importante traspaso de votos desde las dos fuerzas hacia el resto de partidos.
José Luis Meléndez. Madrid, 26 de Febrero del 2015.
La expectación es máxima. El estreno de los Secretarios Generales Pedro Sánchez del PSOE, y de Alberto Garzón de Izquierda Unida, acaparan las miradas y el interés de los españoles, y de los distintos grupos de la cámara. Sánchez se juega el liderazgo en su partido, y su candidatura en las primarias de Julio a la Presidencia del gobierno, ante una imagen en imparable ascenso de Susana Díaz. Garzón al igual que Sánchez tienen hoy la oportunidad de revitalizar sus formaciones por medio de su discurso. Los cuadros abstractos y surrealistas que ha dibujado Rajoy, en el transcurso de la mañana parlamentaria, han sido pronto sustituidos por las fotografías de la calle, traídas por los distintos grupos parlamentarios. Una vez finalizada su primera intervención, el presidente (quien sabe si huyendo de sus propias palabras), ha abandonado la pinacoteca, y ha optado por salir a comer a la calle, en un intento de volver a la realidad. Cada una de las partes ha representado y enfatizado sus intervenciones con los colores corporativos de sus equipos. Rajoy bancada y corbata azul. Sánchez, ha sumado a su corbata roja, un cuaderno rojo de anotaciones, y una carpeta roja en sus intervenciones.
El presidente ha iniciado la sesión y reconociendo que se han pedido muchos esfuerzos a los ciudadanos durante estos tres años, y ahora cree que ha llegado el momento de aliviar a las familias. Por este motivo su ejecutivo se ha comprometido en la tramitación de de una ley llamada de segunda oportunidad, destinada a sanear a las familias que no puedan hacer frente a sus deudas. Uno de los mayores logros que se atribuye el líder popular, es el de haber evitado el rescate, a pesar de todas las presiones recibidas. Prevé un crecimiento del 2,4 para España este año, y la creación de 500.000 puestos de trabajo este año, y 3.000.000 de empleos en los próximos años (en el año 2011, el Partido Popular prometió 3.500.000 empleos para esta legislatura).
El Rajoy autocomplaciente de la mañana, ha intentado defenderse, de los ataques directos de Pedro Sánchez, con más cifras que argumentos. En ocasiones se ha visto en la necesidad de recurrir a escenarios pasados, futuros e internacionales. El discurso del líder de la oposición, ha descolocado a un presidente que esperaba un discurso moderado en la misma línea que los anteriores debates, con una exposición menos agresiva, y sin una marcada tendencia progresista. La intervención del jefe de la oposición, ha hecho perder los papeles y las formas a un Rajoy cada vez más acorralado. No ha dejado escapar la oportunidad, y ha aprovechado su última intervención para dedicarle a Sánchez una de sus frases más profundas:“no vuelva usted aquí a hacer y decir nada. Ha sido patético”.
Las caras del grupo popular no expresaban el mismo optimismo que el del presidente. Aplausos atemporales a las expresiones faciales del grupo popular: tal vez sus señorías pensaban en otra bancada de iguales proporciones que la suya y en otras formaciones en claro ascenso, fuera del hemiciclo. El discurso, se ha caracterizado según las distintas fuerzas, por ser una exposición muy poco ajustada a la realidad en la cual no han quedado reflejadas de una forma global y objetiva los temas principales que preocupan y afectan a la sociedad española como son la corrupción, la sanidad, la cultura, los medios, etc. Los distintos grupos de la cámara han tenido la posibilidad de valorar ante los medios la primera intervención de Mariano Rajoy de la mañana de este veinticuatro de Febrero.
El primero en comparecer ha sido José Luis Centella (IU), el cual califica el mandato de Rajoy, como la legislatura de la corrupción. Rosa Díez (UPyD), acusa al primer ministro español de haber mentido a los españoles. "No es cierto que España sea el país que más crece de la Eurozona", ha corregido al presidente, y ha señalado en su lugar a países como Grecia e Irlanda entre otros catorce estados miembros. Mikel Errekondo (AMAIUR), le ha reprochado su lucha contra la corrupción al final de la legislatura. Alfred Bosch (ERC), resume la primera intervención de Rajoy con la siguiente frase: “la corrupción del mañana se va a acabar, y la del pasado no se toca”. Olaia Fernández (BNG), afirma que sí se han tocado los pilares del bienestar como la sanidad. Ana Oramas (de Coalición Canaria): “el señor Rajoy no se ha leído los informes de Cáritas ni de los de UNICEF”. Joan Baldoví (COMPROMÍS): “es un discurso cinematográfico. Esta película ya la hemos visto”. Enrique Álvarez Sostres (FORO ASTURIAS): “el señor Rajoy, es una máquina de hacer promesas”. Carlos Salvador (UPN): “es un discurso electoralista”, y Uxue Barkos (GERCA BAI), expone que "la intervención de Rajoy, resume el divorcio del gobierno con la sociedad".
Sánchez ha aprovechado sus intervenciones para desmentir a Rajoy, y recordarle a través de varios titulares de prensa, que España fue rescatada por un importe de 70.000 millones de euros, y que el gobierno socialista de Zapatero fue el que evitó el rescate de España. “Hay que decir la verdad aunque duela”, le ha recordado al presidente una de sus frases de investidura. Y más tarde en el apartado de corrupción, le ha dedicado una de su propia cosecha: “Yo soy un político limpio; lecciones de corrupción, ni una”. El representante socialista ha hecho una exposición más constructiva y cercana a los diferentes problemas sociales y económicos que afectan de manera directa a la sociedad española. Entre sus propuestas se encuentran la reforma de la Constitución, del Senado, el sistema fiscal para evitar el fraude, y la derogación de la reforma laboral, para devolver a los ciudadanos sus derechos.
Un Sánchez exultante, ha incorporado al debate un modelo de intervención directo e incisivo. Su cuerpo a cuerpo con Rajoy no le ha bastado, y se ha dirigido en más de una ocasión a algunos miembros del gobierno, como es el caso de la vicepresidenta de gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y de los ministros De Guindos, Montoro y Ana Mato, con objeto de recriminar a los dos primeros algunas frases, y de rectificar al presidente algunos datos.
El ritmo dinámico y vivaz del líder de la oposición, ha desplazado en más de una ocasión al presidente a escenarios pasados, futuros y ajenos, en donde la improvisación ha sido la única forma de salir al paso. En el capítulo de anécdotas cabe destacar la protagonizada por el diputado socialista Manuel Pezzi, en el momento en que despliega la bandera autonómica andaluza, en una de las intervenciones del Presidente.
Momento estelar es también el instante en el cual el Presidente del Congreso, Señor Posada, ante los murmullos de la bancada azul, en el momento en el que Pedro Sánchez tenía uso de la palabra, se dirige a su grupo parlamentario en los siguientes términos: “Señorías, no hay que hablar con el orador, solo escucharle”. La sesión del día ha finalizado con las intervenciones del CIU, Izquierda Plural, y UpyD. Alberto Garzón ha reprochado a Rajoy su falta de solidaridad con el pueblo griego, y ha acusado al bipartidismo griego de trucar las cuentas del país, y de llevar al país a la ruina. Asimismo ha propuesto un plan de emergencia social, y ha denunciado la pobreza energética, alimenticia y la temporalidad del empleo (nueve de cada diez empleos son temporales). Ha acusado al presidente de ser el máximo responsable del desahucio de familias, desde empresas públicas como Bankia. Ha ironizado con la suerte del grupo popular en los procesos judiciales, por medio de desaparición de papeles y el cambio de jueces, y ha echado en cara al gobierno su exceso de inversión en rescates a bancos, aeropuertos sin aviones, en detrimento de políticas destinadas a la creación de empleo, citando a Machado: "el señorito invoca a la patria, y la vende". Ha terminado su intervención asegurando que el Partido Popular, ha llevado a España al reino de la necesidad, y no al de la libertad. Sus últimas palabras han sido: "salud y república".
Su compañero de Izquierda Plural, Joan Coscubiella, ha calificado al ejecutivo de ser un gobierno ni-ni: “ni dignidad, ni derechos, ni democracia”. Ha descrito la España de Rajoy, como una España silenciada y silenciosa, en clara alusión a la Ley Mordaza, y le ha advertido de la condena que han hecho los relatores de la ONU sobre esta y otras leyes de su ejecutivo. Ha terminado señalando que cada vez hay más personas que además de trabajar son pobres, y que las veces que Rajoy pisa la calle, es para pisotear los derechos de los ciudadanos. Por su parte Rosa Díez, ha desmentido a Rajoy, y le ha dicho que España ha sido rescatada. “Va a perder las elecciones por engañar a los españoles, y vivir de espaldas a la realidad”, “su tratamiento ni cura, ni palia el dolor”. España es un país en la que el índice de fallecimientos supera al de nacimientos. “España necesita una mirada de mujer”. “Usted desprecia la democracia”. “Me alegro de estar haciéndole gracia”. “Como puede ver no me he dirigido a usted durante la sesión como presidente, porque un primer ministro que miente, no merece ese trato”.
El debate ha terminado con una peculiaridad: este año no han estado representadas todas las fuerzas sociales y democráticas en el hemiciclo. Pero una cosa ha quedado evidente: Sánchez y Garzón han salido más fuertes de lo que entraron. Según el CIS, Centro de Investigaciones Sociológicas, la mayoría de españoles, un 37%, cree que ningún líder ha ganado el debate de la nación. Un 21,7% cree que Pedro Sánchez resultó vencedor, mientras que un 21% opina que ganó Rajoy. Según el CIS, Centro de Investigaciones Sociológicas, la mayoría de españoles, un 37%, cree que ningún líder ha ganado el debate de la nación. Un 21,7% cree que Pedro Sánchez resultó vencedor, mientras que un 21% opina que ganó Rajoy. La interpretación de estos datos hace pensar, que el desencanto de los ciudadanos con el bipartito, parece haber tocado fondo.La fragmentación del voto, en la antesala de las municipales, anticipa un importante traspaso de votos desde las dos fuerzas hacia el resto de partidos.
José Luis Meléndez. Madrid, 26 de Febrero del 2015.
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