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14 de febrero de 2015

#15M

La verdadera política, la han marcado los ciudadanos en la calle, entre recortes y decretazos

El próximo mes de mayo, los españoles tenemos una cita electoral con las urnas. Los anteriores comicios municipales fueron el 22 de mayo del 2011. Una semana antes, el 15 de mayo, tuvo lugar una manifestación popular espontánea, convocada por diversos colectivos, que pocos intuían iba a ser decisiva en el futuro político del país. Ese mismo día, una vez acabado el acto, un grupo de unas cuarenta personas, decidieron quedarse y acampar en la madrileña Puerta del Sol. El espíritu del movimiento 15M, acababa de nacer.

A pesar de la oposición de la Junta Electoral de Madrid, ante el posible condicionamiento del voto en las urnas, las acampadas continuaron su concentración en la plaza el 18 de mayo. Muy pronto los ciudadanos se sienten identificados con la idiosincrasia del grupo, y contribuyen con la aportación de víveres. Hartos por la falta de respuesta de la clase política, ante la crisis social y económica, el Movimiento 15M pasa a representar el despertar de la sociedad civil, una sociedad que no se siente representada.

En los días sucesivos, el grupo organiza, y crea un grupo de debate, con un código de lenguaje propio, como son las palmas giratorias en alto. Este signo silencioso, representaba un signo de aprobación. El ideario es expresado en llamativos slogans: “no nos representan”, “no es una crisis, es una estafa”, “no somos marionetas en manos de políticos y de banqueros”, “sino no nos dejáis soñar, no os dejaremos dormir”, junto con otras incisivas y directas: “no hay pan para tanto chorizo”. A los grupos logísticos, de limpieza, sanidad, informativos y de diversa índole, pronto se unen otros subgrupos o secciones llamadas comisiones, cuya finalidad era recopilar y clasificar, las numerosas propuestas que emanan del grupo de debate. De esta forma había una comisión encargada de sanidad, otra de educación, y así sucesivamente.

Algunas acampadas no levantan sus tiendas de campaña hasta después de Junio, como las de Sol y Barcelona. La protesta pacífica, inspirada en las revueltas de Grecia del 2008, y en las del mundo árabe de los años 2010, y 2011, no tardan en extenderse por más de 50 ciudades españolas, reclamando una democracia participativa. El Movimiento a su vez salta a Estados Unidos, se internacionaliza, y pasa a tomar el nombre de Spanish Revolution. A su vez, en la red se crean etiquetas o hashtag como #Spanisrevolution, #Democraciarealya, #Nonosvamos o #Notenemosmiedo.

La clase política intenta sus primeros gestos de acercamiento, es abucheada, y surgen los primeros escraches. Levantada la acampada de la Puerta del Sol, tras su desalojo por las fuerzas de seguridad, la actividad se traslada a los barrios, y a los pueblos, en donde se constituyen las llamadas Asambleas Populares. Nace el periódico gratuito “madrid15M”. El movimiento de consolida a través de las redes sociales con su etiqueta más representativa #Democraciarealya. La publicación del libro “Indignaos”, de Stéphane Hessel, con prólogo de José Luis Sampedro, actúa como un revulsivo para el movimiento, gracias al cual se suman más ciudadanos.

En enero del 2013, se empiezan a formar los primeros partidos inspirados en estos principios como el Partido X, que logra sentar en el banquillo a Rodrigo Rato, propiciar procesos judiciales contra Bankia, y filtrar correos de Blesa y de las Preferentes. Un año después, Podemos se presenta a las elecciones europeas, y obtiene cinco eurodiputados. El Movimiento 15M, ha tenido una importante influencia, en otros movimientos sociales, como son el Movimiento Ocupa, anti desahucios, Yayoflautas, y a través de las Mareas de ciudadanos que han evitado con sus protestas la privatización del sistema nacional de salud. Gracias a su espíritu, y a los clamorosas y pacificas manifestaciones de las mareas de ciudadanos en las calles, la mayoría absolutista del Pepé, se ha visto en la necesidad de modificar algunas políticas antisociales y regresivas. La verdadera política, la han marcado los ciudadanos en la calle, entre recortes y decretazos.

Entre las propuestas que presentan veinte grupos en una de las asambleas figuraban: la supresión de privilegios a los políticos, la reforma de la Ley Electoral, medidas contra la corrupción, fomentar la educación pública, mejorar las condiciones laborales, la regulación de la banca y del sistema financiero, establecer estrategias de energía sostenible, vivienda digna y accesible, listas electorales abiertas, sanidad pública gratuita y universal, protección de los derechos de los animales, medidas en pro de la empresa pública, garantizar la responsabilidad política, educación laica, eliminar la monarquía, separación de poderes, regulación de salarios altos, emergencia de requisitos para pleitos, transparencia de la Administración.

Han pasado cuatro años, y aun así, el gobierno parece no haber escuchado la voz de la ciudadanía. Queda todo por hacer. Los datos económicos son la única razón que el gobierno esgrime para defender su política nefasta durante estos años. Algunas fuerzas han tomado sus ideas del 15M, pero esto no significa que el Movimiento haya sido eclipsado. El espíritu del 15M, seguirá siendo un referente para el resto del mundo. Un Movimiento libre de siglas, espontáneo, que supo expresar en la calle sus ideas de una forma pacífica.

España, Estados Unidos, y en última instancia China. Los universitarios chinos encontraron en el modelo occidental, un ejemplo a seguir, el cual pasó a conocerse como la revolución de los paraguas. El 15M, la Spanish Revolution, y la Revolución de los paraguas, son tres nombres que representan y simbolizan lo mismo. Los aires de libertad trascienden fronteras, culturas e incluso continentes. Escampa, pero es muy posible que vuelva a llover, y los próximos convocados se mojen. Porque de aquellas telas de paraguas y de tiendas, el gobierno ha decidido hacer mordazas.

José Luis Meléndez. Madrid, 14 de Febrero del 2015.
Fuente de la imagen: Flickr.com

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