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15 de julio de 2014

El cortejo

La ciudadanía anhela una relación seria y estable, con unos mínimos valores morales

El batacazo electoral del bipartidismo en las europeas, y la proclamación de Felipe VI como nuevo rey, han marcado un nuevo estilo, sino en el fondo, al menos en las formas, a la hora de dirigirse el Ejecutivo y la Jefatura del Estado a sus ciudadanos. La Monarquía sigue siendo una de las preocupaciones de los españoles, y aunque la preparación del monarca, es indiscutible, el pueblo permanece expectante, ante cual va a ser la agenda del nuevo monarca, ante tan numerosos retos. Del acercamiento al pueblo, y su actitud, va a depender mucho que los ciudadanos recuperen la confianza perdida en esta institución, y por ende en toda la clase política. El desgaste económico y social de la crisis, es y ha sido devastador.

La crisis ética y moral, en la que se exigen esfuerzos a la clase media y trabajadora, mientras aparecen un día sí, y otro también nuevos casos de corrupción, sigue sin tocar fondo, y ha retraído y cambiado la tendencia del voto. El Partido Popular, después de la sangría electoral, con más de dos años en el poder absoluto, se ha visto en la necesidad de reaccionar, utilizar discursos paralelos, contradictorios, e incorporar nuevos conceptos revitalizantes: por un lado se intenta recuperar el concepto de democracia, y vestirla de regeneracionismo, pero sin sacarla de casa. Mientras se aprueban paquetes de medidas, vía decreto, sin contar con la anuencia de las demás fuerzas democráticas. O se saca del archivador la carpeta de aforados, mientras se aprueba en solitario, y mirando como siempre hacia arriba, el aforamiento de la Jefatura del Estado.

La seducción es un arte estéril cuando se ha perdido la confianza. La confianza es un concepto intrínsecamente unida a la comunicación y a la sinceridad. El incumplimiento de una de esas dos variables, hace que la fórmula adquiera el valor de cero. El pueblo español, se ha separado socialmente de esta relación, y ha arrebatado al gobierno su mayoría social. Ni amigas, ni amantes. Harta de cortejos, lo que la ciudadanía anhela, es una nueva relación seria y estable, con unos mínimos valores morales.

José Luis Meléndez. Madrid, 15 de Julio del 2014.
Fuente de la imagen: Flickr.com

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