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23 de junio de 2025

Cinco rescates

Animo a cualquier vecino a que experimente la grata sensación de salvar la vida de estos seres desvalidos

Ayer mismo fui testigo del cortejo de una pareja de tórtolas. Mientras la hembra reposaba en el suelo a la sombra, el macho le picaba por unos momentos el pico. Es lo que tradicionalmente llamamos nosotros beso. En otras ocasiones también les he visto picándose suavemente la cabeza y el cuerpo, una forma de mostrar un interés por la pareja. Lo que nosotros entendemos como cariño o sentimiento.

En esta estación que hace unas horas dejaremos atrás, el sol parece invitar con sus rayos de luz y su calor al mundo animal y vegetal a celebrar el ritual de la vida.

El día 17 de junio, según regresaba a casa, me encontré con una chica que se encontraba encima de una salida de alcantarilla mirando debajo de sus rejas. Deduje que se le había caído algo. Al preguntarle si necesitaba ayuda, me dijo que había un polluelo debajo de la reja.

En ese momento nos coordinamos. Yo me limité a levantar las rejas de la alcantarilla y ella entretanto pudo acceder con su brazo a coger al polluelo. Se trataba de una cría de mirlo. El animal parecía estar en buen estado.

Una vez capturado barajamos dos opciones, liberarlo en un jardín próximo, ya que los padres estaban merodeando o bien llevarlo a alguna protectora. Mai-Britt (nombre danés), que es como se llama la chica, optó por llevarse la cría con la intención de trasladarlo a Grefa. Antes de que terminase el día se puso en contacto conmigo y me remitió el documento de ingreso del polluelo en dicha protectora.

Diez días después, al abrir la puerta del jardín, me encontré con un polluelo de tórtola que estaba metido impasible en el plato de agua que suelo dejar todo el año para que las aves beban. Al intentar cogerlo vi que se encontraba bien. Por la tarde salió a volar y regresó a eso de las cinco de la tarde, cuando el sol pegaba.

El polluelo parecía que estaba cansado de sus vuelos, así que le dejé dormir a la sombra por espacio de dos horas. Mientras dormía le rocié con un fush-frish y le puse alrededor unas migas de pan. A las 20:00 cerré la puerta y opté por dejarle en el jardín para que pasase la noche, ya que hacía bastantes meses que no venía un gato que solía saltar la tapia de la casa.

Al día siguiente, al abrir la puerta, me alegré de no ver a Morfi, nombre que le puse al polluelo, por su afición a las largas siestas. Acto seguido comencé a regar, hasta que a los pies de un rosal pude ver lo que quedaba de su cuerpo. El gato había acabado con la vida del animal. Desde entonces una sensación de culpabilidad me invade por no haber metido al animal a pasar la noche dentro de casa.

Pasaron los días, y, una semana después, al volver a casa, ¡oh, casualidad!, me encuentro en la misma calle con Mai-Britt. Esta vez estaba intentando dar de comer a un polluelo de paloma que empezaba a dar sus primeros vuelos. Mientras yo sujetaba al animal, ella se dedicó a abrir su pico con las uñas y ha darle con una jeringue una mezcla de agua con un alimento especial para las aves. Al terminar, y, al percatarnos que a escasos metros había un gato, decidimos liberar al polluelo en un jardín público sombrío, ya que se encontraba en buenas condiciones físicas.

No fue la única ocasión en que me encontré con Mai-Britt. Días después, al doblar una esquina, nos asustamos mutuamente, ya que estuvimos a punto de chocarnos. Entonces no pude por menos que preguntarle si creía en el karma, ante lo cual sonrió afirmativamente.

El viernes, 20 de junio, a las cinco de la tarde un polluelo de vencejo, apareció a las puertas de casa. Parecía muerto ya que apenas se movía. El suelo estaba caliente. Le habían salido ya las plumas de todo el cuerpo, pero cualquier miembro de esta especie, es incapaz de volar, ya que tienen las alas demasiado grandes para emprender el vuelo.

Al tratarse de una cría pasó la noche en el interior de casa. A las siete de la mañana del sábado 21, al abrir la puerta del jardín, se repitió la misma escena. Un polluelo de tórtola permanecía al lado de la puerta y me miraba inmóvil como pidiendo ayuda.

Pocos minutos después, di aviso a la Policía Municipal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid. Mientras esperaba la llegada de los agentes, salí en busca de algunos envases y cajas con los que los agentes pudiesen transportar a los animales.

A las diez de la mañana entregué los dos polluelos a los dos miembros de dicha Unidad. Dos agentes y un solo coche para atender en plena época de crías las peticiones y colaboraciones de los ciudadanos, en una ciudad tan habitada como Madrid.

En apenas un mes la pluma verde ha colaborado en el rescate de cinco polluelos, uno de ellos, lamentablemente infructuoso. Animo a cualquier vecino a que experimente la grata sensación de salvar la vida de estos seres desvalidos. Es importante no darles nada de comer y llevarlos los antes posible a alguna protectora de aves, como Grefa o Brinzal (adjunto abajo dirección física y teléfono de contacto).

Para las personas que no disponen en su comunidad alguna protectora, incluyo un par de vídeos informativos que explican como proceder y ayudarlos.

Grefa: Tfno: 91.638.75.50. Calle/Monte del Pinar, s/n. 28220 Majadahonda. Madrid. Brinzal: Tfno: 91.479.45.65. Camino del Robledal, 2. 28011. Aravaca. Madrid.

Nota: Es posible acercarse a ambas instalaciones utilizando el transporte público.

José Luis Meléndez. Madrid, 23 de junio del 2025

16 de junio de 2025

Choupette

Los animales nos dejan más en vida de lo que sus tutores puedan dejarles una vez muertos

Como buena aristócrata se hace llamar "Choupette", y es la incondicional mascota de Karl Lagerfeld. Este fin de semana me he enterado que ha sido una de las beneficiarias de la mayor parte de su fortuna, 200 millones de euros en concreto, aunque prácticamente la totalidad de los medios, coinciden en señalar que ha sido la principal beneficiaria.

En España no se puede dejar una herencia directamente a una mascota. Aunque las leyes reconocen su sensibilidad y bienestar, las mascotas son consideradas legalmente como bienes, no como sujetos de derecho, y por lo tanto, no pueden ser herederas ni legatarias. Sin embargo, es posible designar a una persona de confianza en el testamento para que se haga cargo de la mascota y asignar una cantidad de dinero para su cuidado.

"Choupette" es una gata de raza birmana, conocida por su pelaje blanco y ojos azules, aunque su sangre me temo que es del mismo color. Originalmente, "Choupette" pertenecía a Baptiste Giabiconi, pero Lagerfeld cayó rendido a las artes seductoras de su nueva compañera y se resistió a devolvérsela a su tutora originaria. En la actualidad vive en París, en una de sus lujosas mansiones, con Françoise Caçote, quien era la ama de llaves de Lagerfeld y también su cuidadora.

Estoy seguro que si ese ha sido su deseo, será por algo y no por una simple extravagancia. Basta leer la entrevista con su ama de llaves en la revista Hola, que sigue siendo la encargada de sus cuidados, para darse cuenta del amor que profesaba Lagerfeld a su musa, amiga y compañera. La sucesión ha sido posible gracias a la ley alemana, que permite incluir animales de compañía en el testamento.

Su ama de llaves, solía mandarle fotos cuando no estaba a su lado. La gata estaba acostumbrada a viajar porque Lagerfeld no podía vivir sin ella. Entre sus deseos está que entierren al animal junto a él, igual que ha hecho por cierto, el entrañable y recién fallecido expresidente de Uruguay, José Mújica, con su mascota, debajo de un árbol, tal vez para nutrirle con sus restos y devolverle los momentos, los frutos y las sombras que disfrutó bajo él.

Con este reconocimiento post mortem, Lagerfeld pretendió asegurar los cuidados de princesa que venía recibiendo su querida mascota. Entre éstos extras "Choupette", podrá seguir disfrutando de su nivel de vida, como sus latas diarias de paté de pollo y caviar en platos de diseño o el privilegio de viajar en jet privado cuando tenga que participar en alguna campaña. Además de su ama de llaves que tenía, Lagerfeld decidió contar con personal veterinario de su confianza para que no le faltara asistencia sanitaria durante su existencia.

Gracias a la imagen de "Choupette", el prestigioso y afamando diseñador, pudo ver como aumentaba el dinero de sus cuentas. Y es que su amada gatita aún le sigue ayudando a vender productos relacionados con su negocio.

Aún así, el tutor de "Choupette" se ha ido dejándole deudas a su mascota, ya que solo en el año 2017, "Choupette", facturó 3 millones de dólares ejerciendo las funciones de influencer en redes sociales como Instagram, red en la cual "Choupette", cuenta con 270.000 seguidores. Así que a ver quién es el guapo que le pone alguna objeción a esta herencia "inmerecida".

Los animales nos dejan más en vida de lo que sus tutores puedan dejarles una vez muertos. Su cariño incondicional y su recuerdo no lo pueden comprar los millones.

José Luis Meléndez. Madrid, 16 de junio del 2025. Fuente de la imagen: gettyimages.es

2 de junio de 2025

Millonarios

Ahora prefiero referirme a ellos como personas adineradas

Ayer acudí a hacer la compra al hipermercado de costumbre. Y como suele ser habitual, sobre todo en los días de calor, suelo callejear con mi carrito rojo por las calles de una urbanización de personas adineradas que hay al lado de dicho centro comercial. Eso me permite transitar por una zona tranquila, silenciosa, sombría y arbolada mientras me deleito con las mansiones preciosas de dicha urbanización y escucho el canto de las aves. Y ayer también estrené (ya era hora), un look deportivo de verano, a saber, culotte, camiseta, visera, gafas de sol y playeras.

Mientras realizaba la pequeña lista de compra, estuve tentado de comprar alguna cerveza sin alcohol, pero al final opté por beber agua de una fuente que existe fuera del hipermercado. El caso es que estaban en obras y no pude saciar mi sed, así que anduve a escasos 500 metros en la cual había otra. ¡Mala suerte! Estaba vallada.

No me di por vencido, y de vuelta a casa, decidí atravesar la misma urbanización creyendo que existiría alguna fuente. El caso es que me dirigí hacia un hombre de mi edad que caminaba en sentido contrario al mío, que iba vestido con un atuendo sencillo parecido al mío, vaqueros, polo, playeras y según me pareció llevaba un ejemplar de El País. Me dirigí hacia él y le pregunté si sabía de alguna fuente cercana, ya que me quedaban aún unos tres kilómetros de vuelta, y era la una de la tarde, una hora en la que el sol ya empezaba a castigar.

Me orientó hacia una plaza, y al decirle que había estado en otras dos fuentes y comprobar que conocía la zona, nada mas despedirme de él y darle las gracias por su atención, se volvió hacia mí y me dijo: "de todas formas, si tiene sed, puede venir a mi casa y puede beber". Me pareció un feo desprecio decirle que no, así que fuimos andando hasta su mansión situada a unos escasos treinta metros.

Al abrir la puerta de su casa, me quedé en la calle. Me ofreció entrar. Entré solo al jardín y me quedé en la puerta interior de su casa por educación, aunque de haber entrado no me hubiera dicho nada. Al cabo de tres minutos, salió con un vaso de agua lleno en una mano y una jarra de agua en la otra. Según iba terminando de beber, fue llenándome el vaso. Creo recordar que bebí hasta tres, lo cual me permitió hacer mi regreso andando a plena solana. Estuvimos hablando durante unos minutos y luego, agradeciéndole su hospitalidad, me despedí.

Aquel hombre por su cercanía, su naturalidad y su solidaridad ha cambiado por completo la imagen que tenía de "los millonarios" (en su día trabajé como chofer durante un mes para un empresario de La Moraleja -entonces conducía un Mercedes 500-), que es un término un poco más humano.

José Luis Meléndez. Madrid, 01 de junio del 2025. Fuente de la imagen Freepik.com

26 de mayo de 2025

Si al voto, no a la vida

El derecho a la vida preocupa menos que el derecho al voto

Todo nuestro ser está expuesto a diversas sensaciones como el placer, pero también al sufrimiento. Nuestro cuerpo, nuestros huesos se fracturan, nuestros músculos se debilitan, nuestra piel se quema, se magulla o se ve expuesta a cortaduras.

Nuestra mente experimenta diversos cambios emocionales durante el día y hay momentos en los cuales debido a la intensidad de algunas vivencias o por la suma de varios acontecimientos y circunstancias, colapsa.

Cuando esto ocurre son pocas las personas que deciden acudir a un especialista de salud mental por el estigma social que esto conlleva, lo cual evidencia de una forma clara, la importancia que los estereotipos sociales otorgan al cuerpo en lugar de a la mente.

Reconocer el mensaje que hasta hoy ha calado en la sociedad supone un ejercicio de sinceridad: es más sano ir al gimnasio o correr que escribir o ir a la biblioteca o echar unas carreritas visuales a un libro. Es tan sano hacer deporte que hasta algunos deportistas de élite han sufrido lesiones, infartos en directo o han quedado incapacitados o han perdido la vida llevando una vida “saludable”.

Parece, en nuestros días que el famoso dicho “mens sana in corpore sano”(una mente sana en un cuerpo sano), ha quedado relegada al olvido. ¿De verdad que es más sana la salud física que la salud mental?

Hace unos años pude tener acceso a través de un libro del doctor Vallejo Nájera, a la cantidad de patologías psicológicas que un ser humano puede tener y me quedé realmente sorprendido. Sin embargo, doy por seguro que todos conocemos a personas que nunca han acudido no ya a un psicólogo o un psiquiatra, sino que ni siquiera se han atrevido a contar su conducta a su médico de atención primaria, por evitación, temor o vergüenza.

Curiosamente ir hoy al psicólogo está dejando poco a poco a disminuir ese complejo asistencial que sufre el paciente, gracias a las confesiones públicas de algunos artistas, a su gesto solidario y a la visualización y reconocimiento efectuado por dichas experiencias personales.

De esta forma se ha logrado poner el foco en la importancia del problema de la salud mental en la salud pública. Las listas de espera para que un psicólogo atienda a un paciente que acaba de salir de urgencias con su informe es de siete meses. El problema llegó hace unos meses al Congreso, pero aún no existe un pacto de Estado contra el suicidio. Dicho de otra forma, el derecho a la vida preocupa menos que el derecho al voto a sus Señorías. El problema añadido es que el traspaso de pacientes de la sanidad pública a la privada está afectando también a la calidad asistencial de ésta.

En el año 2022 cuatro mil personas se quitaron la vida. En la actualidad la ratio de atención psicológica es de seis psicólogos por cada cien mil habitantes. El suicidio entre adolescentes entre 15 y 19 años aumentó un 41% entre los años 2020 y 2021 y actualmente el suicidio supera en número a los accidentes de tráfico, pero para las distintas administraciones sigue siendo más importante la DGT que los hospitales y los centros de atención primaria de los españoles.

Para otros el aborto, es decir, el no nacido, sigue siendo más importante que el viviente casi muerto, por intento de suicidio. ¿Así es como pretenden aumentar el deficiente y creciente índice de natalidad? ¿Sostener tal vez el sistema de pensiones? ¿Qué vida vale más la del no nacido o la del vivo que por falta de asistencia es invitado a irse de este mundo sin una persona que le tienda una mano, pero con unas pastillas que no fueron capaces de frenar su patología? ¿Qué administración va a empezar a hacerse responsable de estos muertos inducidos? ¿Valen más los 227 muertos fallecidos por la Dana que las 4000 personas suicidadas solo en el año 2022? ¿Todos los españoles somos iguales ante la ley?

Doy por seguro que todos conocemos a personas que desconocen su patología y otras que reconociéndola no están tratadas ni medicadas. Una actitud a todas luces egoísta, ya que las consecuencias las padece su círculo social más cercano, lo cual contribuye a su vez a un gasto social que pagamos todos, y no solo económicamente, sino emocionalmente.

Hablo de personas que acuden a curanderos o sacerdotes que además de no tratar su enfermedad y de agravarse como consecuencia de ello, buscan apoyo espiritual o religioso como mecanismo de afrontamiento ante un trastorno mental.

La salud de las batas blancas poco tienen que ver con la espiritualidad de las sotanas negras, y menos aún, con los rituales y hechizos del más allá.

José Luis Meléndez. Madrid, 26 de mayo del 2025. Fuente de la imagen:gettyimages.es

6 de mayo de 2025

La fuerza de vivir

La respuesta que siempre les ofrecía era la misma: no tengo fuerzas de vivir

Era abrir los ojos nada más despertarme y sentir la agresividad exterior que le hacía a uno sentirse rendido, sin fuerzas físicas ni psíquicas de poder levantarme. Enseguida comprendí que me estaba convirtiendo en mi propio enemigo; que una parte de mi mente se estaba intentando apoderar del resto.

Auné fuerzas como pude y logré incorporarme. El cuerpo pesaba más de lo normal, a pesar de haber adelgazado algunos kilos como consecuencia de la inapetencia de los últimos treinta días. Con cierto esfuerzo logré incorporarme, vestirme y enfundarme la armadura con la que pretendía blindarme contra dicho enemigo intruso. Recién duchado y con la mochila preparada para un posible ingreso, tomé dirección hacia mi hospital de referencia.

Durante las ocho horas que permanecí en distintas áreas y estancias, tuve la inmensa suerte de sentir la presencia de unos seres que habitaban en un plano superior de humanidad. Hay ángeles que te preguntan qué te pasa, otros que te hablan y te ofrecen su ayuda; que te hacen preguntas cerradas, conscientes de tus irremediables respuestas balbuceantes, esbozadas ante unos llantos desconsolados de pena, impotencia, dolor y sufrimiento.

Existen otro tipo de ángeles y de hadas, que además de velar por tu bienestar emocional, se preocupan por tu cuerpo y te traen con una sonrisa y algo de conversación una bandeja de comida. Los hay que se interesan por el motivo de tu ingreso y se reúnen en equipo contigo para conocer tu historia personal intentando buscar una salida pactada.

Tanto los ángeles de la línea verde (consultas), como los de la línea amarilla (boxes) no podían evitar formularme la misma pregunta: ¿Qué te pasa, José Luis? La respuesta entre sollozos y clínes que siempre les ofrecía era la misma: no tengo fuerzas de vivir. Durante las ocho horas que permanecí en el centro (tres de ellas en consultas, y cinco en boxes, esperando que la medicación me hiciese efecto), pude realizar la suma de personas que me atendían. Ocho, sin incluir a celadores y personal de limpieza.

Los cristales del hospital y del personal residente me protegian entretanto de la hostilidad exterior. La batalla proseguía, pero ahora fuera de estos muros. Aquí no existen las traiciones, las envidias, ni los ajustes de cuentas. Las muestras de solidaridad y de humanidad penetran por cada uno de los pasillos, habitaciones y habitáculos, propiciando un clima de paz y confianza.

Los sanitarios practican la psicología del afecto. El tono con el que se habla a los pacientes contrasta con la acritud verbal del exterior. “Lo importante es que has venido, aunque te haya costado hacerlo”. En los hospitales se sanan las dolencias, se investiga, se calma el sufrimiento, no solo con la medicación, sino con la magia y emotividad de las palabras que brota de una forma espontánea y natural, como un manante de agua pura y relajante.

Un día de hospital, aunque sea de acompañante, merece la pena y puede llegar a ser una experiencia enriquecedora. Ayuda a recapacitar sobre la brevedad de la vida, sobre sus distintas etapas, y enseña a valorar lo realmente importante. El hospital le devuelve a uno la vida que le quita la ciudad. No hay mejor anfitrión que un facultativo. Nadie como ellos, son capaces de velar por lo más valioso que posee uno, que es su salud y su vida.

Siempre que he salido de un hospital lo he hecho con ese sentimiento verdadero de hermandad. La alegría nos une, pero es el dolor y en el sufrimiento donde realmente florece la empatía y la solidaridad del verdadero ser humano. Salir de un hospital cuesta más que entrar en él. Uno entra mal, pero sale como mínimo reconfortado, sabiendo cuales son las causas de sus dolencias. La salida del hospital me devuelve la esperanza perdida en el ser humano. Tal vez sea porque las ciudades son grandes moles deshumanizadoras.

Nací en un hospital y el hospital me ha vuelto a invitar a la vida. Por eso, cuando llegue mí hora, me gustaría dedicarle mis últimos días de vida, en una de sus camas. Porque en él siempre encontré la humanidad que en mi vida faltó. Ese día voy a echar de menos a estas personas y voy a sentir la presencia de algunas visitas inoportunas.

José Luis Meléndez. Madrid, 6 de mayo del 2025

23 de abril de 2025

Francisco, el equilibrista

Francisco, el humanista, ha sido un equilibrista entre lo divino y lo humano

Ha muerto el Papa Francisco. El mismo cardenal que al ser consciente de ver como aumentaban sus posibilidades de convertirse en Papa renunció a serlo en el año 2005, en el cónclave tras la muerte de Juan Pablo II. El por entonces cardenal Bergoglio, rivalizó con el alemán Joseph Ratzinger, y entre lágrimas pidió a los cardenales que apoyaban a este, que trasladasen sus votos a Ratzinger. De esta forma, el alemán llegó a convertirse en Benedicto XVI.

El 11 de febrero del 2013 Benedicto XVI renunciaba a seguir ocupando la silla de Pedro. Francisco recibía como herencia el legado de un Papa débil, sin fuerzas para encarar los escándalos y filtraciones que por entonces erosionaban seriamente la Iglesia.

Jorge Mario Bergoglio, "el político con sotana", apodo con el que se referían a él en su Argentina, su país natal, eligió al ser nombrado Papa el nombre de Francisco, en una clara referencia a Francisco de Asís, el amigo de los pobres.

Una vez proclamado Papa, entró a la sacristía de la Capilla Sixtina, sala en al cual se preparan los vestidos del nuevo pontífice. Se trata de la "sala de las lágrimas", llamada así porque es el lugar donde el elegido desahoga la emoción que ha contenido hasta ese momento. Se ignora si Francisco volvió una vez más a emocionarse, consciente del peso del ministerio petrino, como si hicieron otros tantos Papas, como Juan XXIII o Benedicto XVI, quien según dicen, y luego se confirmó con su renuncia, se refirió a su elección como “una guillotina”.

Las emociones contenidas de los Papas contradicen de plano la imagen que los fieles tienen del cargo Papal. Una imagen tal vez demasiado idealizada que no se corresponde con la realidad. Y es que la profesión de Papa no es fácil. Nadie le enseña a uno a serlo. Ser Papa no es una profesión sujeta a horarios, es un ministerio sujeto a muchas presiones y responsabilidades, tanto internas como externas.

Ese día, el 13 de marzo del 2013, el cardenal brasileño Claudio Hummes, al abrazarle tras su elección como pontífice, exclamó a sus oídos: "no te olvides de los pobres". Durante los doce años que duró su mandato, nunca se olvidó de cumplir a rajatabla el consejo de su compañero.

Como es sabido, los nombramientos y las muertes de los Papas siempre han estado rodeados de un cierto misterio. Un dato cuanto menos curioso para los numerólogos. Si sumamos la fecha del nombramiento de Francisco, es decir 13 más el mes 3, correspondiente a marzo y al año, 2013, podemos ver como el número 3, símbolo de la Trinidad, de repite de forma insistente. Pero más sorprendente nos resultará comprobar como el resultado de sumar dichos números, esto es, 13+03+2013 nos da como resultado el número 13. De nuevo el número 3. Y si hablamos de su muerte, resulta curioso observar como el Papa fallece nada más acabar la Semana Santa, justo el día posterior a la Resurrección.

Francisco fue nombrado Papa a una avanzada edad. Esto le ha impedido en su corto papado de doce años, llevar a buen término los cambios en una Institución conservadora, con normas en vigor de más de dos mil años. Eso le hace a uno pensar que algunas de las críticas – por fortuna muy pocas -, sean a todas luces, un tanto injustas.

Las primeras señales de pobreza y austeridad de Francisco no se hicieron esperar. Cambió su anillo de oro por otro de plata. En lugar de sus zapatos rojos prefirió llevar los zapatos negros que siempre había llevado. Y en lugar de utilizar el papamóvil blindado se inclinó por otro modelo más sencillo. En vez de elegir los lujosos fastos funerarios optó por seguir siendo fiel a la pobreza y a la sencillez.

Renunció a vivir en el palacio lujoso del Vaticano, y decidió trasladar su residencia a la Casa de Santa Marta, en vez del lujoso del Palacio Apostólico, residencia oficial de los papas desde que Pio X se instaló allí en 1903. Francisco renunció al lujoso apartamento pontificio, situado en la tercera planta del palacio, que consta de diez habitaciones, imponentes salones con suelos de mármol profusamente decorados, biblioteca, estudio médico, capilla, comedor y cocina propios. Dicen que al preguntarle por los motivos por los que no se había quedado a vivir dentro contestó que lo hizo “por motivos psiquiátricos'", explicó tiempo después, en una entrevista.

El primer Papa jesuita ha sabido adaptar la Iglesia que cogió a los nuevos tiempos y abrirla y acercarla a personas que han permanecido ajena a ella. Ha sido un Papa poco teórico y evangélico. Su pragmatismo verbal y su sensibilidad le han llevado a empatizar y a defender a los pobres, a las mujeres, los refugiados, los homosexuales o los migrantes, y a criticar y enfrentarse con los poderosos. “¡Cuánto desprecio hacia ellos!” (y, por ende, hacia Dios, como hijos suyos que son, cabría añadir), exclamó en sus últimos momentos. El hijo de inmigrantes ayudó a huir a varios perseguidos políticos entre los años 1973 y 1979 durante la dictadura militar, cuando era Provincial de la Orden en Argentina.

Aun así, hay quienes no han sabido ver el mensaje y la huella de Jesucristo en Francisco, al situarse al lado de los pobres y los oprimidos, y, en lugar de considerarle un religioso y un cristiano ejemplar, han preferido definirle políticamente y de una forma errónea, como un comunista o cura rojo, como se les considera, aún hoy en día, a los miembros de su orden.

Según Antonio Costa, presidente del Consejo Europeo, Francisco propuso tres acciones concretas: la condonación de la deuda externa, la abolición de la pena de muerte y la creación de un fondo mundial para la eliminación definitiva del hambre.

De Francisco de Asís, bebió su amor por la naturaleza. Sus Florecillas se materializaron en la encíclica Laudatio si, en la cual trata la necesidad de cuidar la casa común que es el planeta Tierra. Y también la paz: “Ninguna paz es posible sin un verdadero desarme. La necesidad de cada pueblo de proveer a su defensa no puede convertirse en una carrera armamentística generalizada”.

Su verdadero testamento espiritual queda reflejado en sus últimas palabras. Horas antes de su muerte Francisco denunció la “incesante violencia” de Israel sobre el pueblo palestino y su “dramática y deplorable situación humanitaria”. Una exposición que terminó con un “mero llamamiento a un inmediato alto el fuego, a la liberación de los rehenes israelíes y el acceso a la ayuda”.

La cuestión ahora es saber quién será su sucesor y el referente moral y mundial en este contexto de incertidumbre internacional. Y si algunos políticos nacionales, pero sobre todo los líderes mundiales, que además de menospreciarle en vida y ensalzarle en sus últimas horas, tendrán como lobos, la coherencia y la paciencia de contener sus ladridos. "Es mejor ser ateo que ir a la Iglesia y odiar a todo el mundo", decía.

Francisco, el humanista, ha sido un equilibrista entre lo divino y lo humano. El papa negro que vestía de blanco ha emprendido como un migrante más, su primer vuelo espiritual. Y su sotana blanca, más conocida como "traje piano", aún sigue oliendo a oveja.

José Luis Meléndez. Madrid, 23 de abril del 2025. Fuente de la imagen: pixabay.com

12 de abril de 2025

La advertencia

La advertencia de Bessent desmiente la famosa cita de que el mundo nos roba

"Los países están llamando, me están besando el culo, se mueren por llegar a un acuerdo". Así se manifestaba Donald Trump, mofándose de los líderes mundiales que llamaban a su Administración para intentar llegar a un acuerdo con objeto de neutralizar los batacazos bursátiles, que él mismo había creado y que posteriormente se confirmaron. Una afirmación a todas luces falsa, ya que el único país que ha aceptado los aranceles impuestos por Estados Unidos ha sido Hungría.

Y éstas son las formas  que ha tenido el presidente americano de agradecer a los distintos países, que han manifestado su encomiable voluntad de acuerdo con respecto a la grave irresponsabilidad e irrespetuosa diplomacia de su Administración. Una muestra en la cual se evidencian las profundas diferencias existentes entre lo que es un líder mundial y otro nacionalista, así como el sucio y obsceno concepto de la negociación que tiene el presidente americano.

¿Se bajó Trump los pantalones ante los líderes mundiales para que le “besasen el culo”, o fueron más bien los artífices de tan lamentable, espeluznante y desagradable espectáculo (el de su bajada de pantalones), los mercados, es decir, el Tesoro, la Bolsa norteamericana y los manifestantes, los que en verdad le obligaron a Trump a hacer lo propio con su grosera y mentirosa boquita?

La respuesta tal vez la conozca Jamie Dimon, presidente de JP Morgan, el mayor banco de los Estados Unidos, que, en una entrevista en Fox News, la cadena amiga de Trump, insistió en un riesgo del 60% de recesión en su querida América por culpa de su “exitosa” política arancelaria. O tal vez Larry Fink, CEO de BlackRock, la mayor gestora de fondos del mundo, que ha ido un poco más allá, y ha afirmado: “Creo que estamos muy cerca, si no ya dentro, de una recesión”.

Todo parece indicar que Trump ha sido mucho más efusivo de lo normal y ha tenido que hincar rodilla en suelo antes de que ningún líder internacional lo haya hecho hasta la fecha, a excepción del presidente húngaro, que a fecha de hoy se desconoce que haya sellado dicho encuentro, y lo que es aún más preocupante, si permanece en estos momentos en la misma postura.

En un país con excesiva deuda, la venta de bonos provoca una subida de la rentabilidad de dichos cupones, hecho que ha contribuido a la venta de dichas suscripciones. El problema es que dichos activos están considerados entre los más seguros del país, lo que ha llevado al presidente a pronunciar el mensaje que los mercados deseaban, como es la retroactividad en un principio parcial de aranceles, y el establecimiento de un tiempo (que en este caso es de tres meses), para que las gestoras tengan al menos el tiempo suficiente de reaccionar ante la hiperactividad e incontinencia verbal de su presidente, así como de equilibrar sus activos ante la excesiva volatilidad del actual escenario.

La tregua arancelaria es temporal y parcial, ya que solo elimina los aranceles recíprocos, no los genéricos del 10%, ni el castigo a China, al motor, al acero, al aluminio y a ciertas importaciones de México y Canadá. Los mercados están sobreavisados y aún desconocen los días que para Trump tiene un mes, ya que muchas de sus afirmaciones terminan por no cumplirse y otras tantas son contradictorias. Si Trump termina incumpliendo lo que firma como son los aranceles y lo que dice en campaña electoral, ¿Qué crédito de país puede tener la nación que representa de cara a los mercados y con respecto a las demás naciones?

Los mercados, después de los tres meses de la actual legislatura, han perdido la confianza con Trump a la vez que ponen en cuestión la estabilidad de la legislatura. La deuda estadounidense ha dejado por momentos de ser un refugio en periodos de aversión al riesgo y la bolsa, en donde un 60% de ciudadanos tienen indexadas sus pensiones, una endiablada montaña rusa, como consecuencia de las políticas económicas de la actual Administración, que ignora que los aranceles son un elemento inflacionista capaz de complicar la rebaja de tipos.

Hace unas horas el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, recriminaba al presidente español el encuentro con el primer mandatario chino, Xi Ximping, consensuado previamente con Úrsula Von Der Leyen, una cita agendada con anterioridad de la llegada de Trump a la Casa Blanca. “Sería cortarse su propia garganta”, ha manifestado, Bessent después de ser preguntado acerca de su impresión sobre dicho encuentro.

Al ser interrogado por este asunto, Lin Jian, portavoz chino de Exteriores, replicó contundente: “Hablando de ‘cortarse la garganta’, es precisamente Estados Unidos quién al abusar de los aranceles para amenazar y chantajear al mundo entero, está tratando de estrangular a otros países, obligándolos a ceder ante su política de intimidación”.

Lo sorprendente no es la frase sino el sujeto del cual proviene dicha frase, ni más ni menos que el secretario del Tesoro americano, que  a pesar de haber sobrevivido, según él, a un sangriento degollamiento chino durante años, es custodio de 690.000 millones de dólares en bonos americanos que están en manos de dicho país oriental, frente a los 1,1 millones de dólares que posee Japón.

La advertencia de Bessent viene además a desmentir una segunda cuestión y es la famosa cita de que el mundo nos roba, ya que como vemos hay países que ayudan al país norteamericano y a pesar de ello se les imponen los aranceles más altos.

En sus mítines, Trump prometió eliminar las regulaciones sobre los cabezales de ducha, unas normas que pretendían evitar el desperdicio de agua. El miércoles día 9, firmó el decreto que lleva por título: “Mantener una presión de agua aceptable en las duchas”. La norma le permitirá al presidente, además de cuidar según él, su envidiable pelo, calentarse bajo el agua, después de haber recibido la ducha fría de los mercados. Tal vez la medida logre relajarle a él y de paso al mundo.

José Luis Meléndez. Madrid, 12 de abril del 2025. Fuente de la imagen: redes sociales

5 de abril de 2025

Parar no es terminar

Lo único que puede hacer Trump es parar la guerra, pero no terminarla

El cirujano ha operado a su país. El resultado de la exitosa operación arancelaria, según el doctor Trump, que ha debido salir de su impecable intervención con su inseparable gorra roja de republicano, es que el paciente no solo está más grave que cuando entró en quirófano, sino que ha provocado que la infección económica se haya propagado por cerca de 200 países, incluido el suyo propio, y que a su vez ha afectado hasta el propio equipo médico que ha perdido parte de sus inversiones sanguíneas.

Esta es la historia de un empresario ungido por su pueblo en político, que pretendía acabar con la guerra en veinticuatro horas y que acusaba hace unos días a Zelenski de querer provocar la Tercera Guerra Mundial y que va a llevar a su querida América a ser un poco más pequeña de lo que hasta su entrada era y a los americanos y al resto del mundo a ser un poco más pobres, gracias a los incuestionables poderes mágicos de sus exuberantes rotuladores negros.

La Historia nos recuerda que hay muchas formas de comenzar las guerras, y, el proteccionismo basado en la imposición de barreras comerciales y aranceles a los bienes importados del extranjero y medidas para prevenir que las empresas nacionales puedan ser absorbidas por compañías foráneas, es una de ellas.

La erección de barreras comerciales nos empobrece a todos a largo plazo, causa graves fricciones políticas que pueden incluso desencadenar guerras, como consecuencia de las tensiones internacionales que crea. Y a su vez el proteccionismo es un precursor del nacionalismo.

Existen diversas formas de proteger una economía. Una de ellas es imponer límites a la cantidad o el valor de los bienes que se importan. Otra, la de fomentar subsidios para los productores y exportadores, así como hacer que las exportaciones sean más atractivas que las importaciones, manteniendo la moneda local baja.

El proteccionismo es una política económica fácil de vender, pero sus antecedentes constatan que es la mayor amenaza para la paz y la prosperidad mundial. Ya en el siglo XV, los gobernantes autárquicos chinos cortaron sus lazos económicos con el resto del mundo. China no volvería a hacer efectivo su inmenso potencial económico hasta finales del siglo XX, cuando acabó con muchos de sus aranceles y barreras comerciales.

En la década de 1930, en medio de la Gran Depresión, países de todo el mundo levantaron importantes barreras comerciales. A medida que un país tras otro respondía erigiendo sus propios aranceles, el comercio mundial fue paralizándose, lo que empeoró las tensiones políticas y contribuyó a la descomposición de las relaciones, que favorecería el estallido de una guerra mundial.

En Rusia, Putin, al tiempo que dialoga sobre una tregua, refuerza su alianza con Kim Jong-un. Su objetivo es desarmar totalmente a Ucrania y poner un gobierno títere que esté bajo control del Kremlin. Putin según Mijailo Podoliak, asesor de Zelenski, es un falso pacificador. Su estrategia es permanecer a la espera de una hipotética división en Europa como consecuencia de las negociaciones de los aranceles y los gastos en seguridad. Mientras irá viendo como la economía de los Estados unidos se resiente y la imagen de Trump empieza a cuestionarse. El mandatario ruso no negocia y se mantiene en una posición de máximos dando una apariencia de interés para no defraudar a Trump, con el propósito de que no vuelva a unirse a Europa. El tiempo corre a su favor y en contra de Europa.

Existen columnistas como Mariano Guindal que aseguran que Rusia, en términos económicos y humanos ha perdido esta guerra. Se calcula que han tenido 800.000 víctimas y de éstas 200.000 muertos. Su economía ha quedado devastada y su ejército está desmoralizado, razón por la cual se han visto en la necesidad de reclutar soldados norcoreanos. Pero como es sabido y reconoce el Senador ruso Konstantin Kosachov, "Los verdaderos acuerdos se escriben en el frente de batalla". Lo único que puede hacer Trump es parar la guerra, pero no terminarla. Putin, como falso pacificador reconocido por sus reiterados incumplimientos, siempre tendrá la última palabra.

Musk, antes de irse ha admitido errores en su gestión. Después de cortar fondos a un programa que combate el ébola en África, envió correos de despido a personal militar y de inteligencia que después fueron retirados, mientras mandaba de manera simultánea hombres a la luna y pronunciaba palabras a senadores sin haber sido confirmado por el Senado.

Gracias a la motosierra que le regaló Milei y al rotulador de Trump, el decapitador estatal del DOGE, Departamento de Eficiencia (no confundir la “E”, con Excentricidad) Gubernamental, ha logrado despedir por equivocación, al 17% del personal de la Administración Nacional de Seguridad Nuclear, sin mostrar un ápice de empatía o afectación, lo que sí que afectó y no solo anímicamente a cientos de encargados de salvaguardar las 5.000 ojivas nucleares del país. Un ejemplo patriòtico y la vez "eficiente" haya donde los haya.

La política confusa y contradictoria del showman, de anuncios incumplidos, cambios de criterio, amenazas inconsistentes y actuaciones improvisadas, ha aumentado la volatilidad en los mercados que no saben a qué atenerse en medio de tanto desconcierto. Una incertidumbre que de continuar a finales del 2026, cuando EE.UU. celebre elecciones de medio mandato el líder norteamericano podría quedar maniatado si pierde el control de al menos una de las cámaras del Congreso.

Trump ha creado una crisis de confianza no solo en el plano militar con sus socios, también  en el plano comercial y en los mercados ante su imprevisibilidad. Una de las principales razones de la derrota de los Demócratas fue la elevada inflación. Trump recibió una economía pujante y va a elevar la inflación que decía iba a bajar. El presidente dice ahora que prefiere que sus secretarios empleen un bisturí, y no un hacha, para los recortes. Todo ello después de cortar miles de cabezas con la motosierra.

“La clave es decidir si los gravámenes son ideológicos o una moneda de cambio”, dicen algunos economistas. “Donald Trump no cree en las situaciones en las que todos ganan, sino en categorías de ganadores y perdedores”, aseguraba Merkel, la excanciller alemana en una entrevista concedida recientemente.

Cabe preguntarse cuál de las dos armas de la Administración Trump son más mortíferas y lacerantes, si la motosierra de Elon Musk o el rotulador de Donald Trump. Musk se ha mostrado no solo entusiasmado, sino eufórico, con su nuevo empleo de descuartizador estatal y Trump presume de su firma ilegible en forma de alambrada o concertina.

Aseguran los grafólogos que la firma representa la parte más íntima del individuo. El predominio absoluto de picos o ángulos nos muestra a una persona de difícil trato, con alguna que otra explosión de carácter. Un don no muy agraciado para la negociación y menos aún para un presidente con responsabilidades mundiales. Todo ello nos lleva a considerar si el verdadero Día de la liberación mundial, no será el día que Trump deje la Casa Blanca.

Mientras un 75% de los españoles apoya el rearme europeo y casi un 68% se inclina por un ejército común, algunas fuerzas progresistas se cuestionan en términos electorales más que reales, la conveniencia urgente de un rearme europeo.

Decía Arthur Neville Chamberlain (1869-1940), político conservador británico, que "Para hacer la paz se necesitan dos, pero para hacer la guerra basta con uno solo”. Y George Washington (1732-1799), primer presidente de los Estados Unidos, aseguraba que "Estar preparados para la guerra es uno de los medios más eficaces para conservar la paz".

"Si conoces a tu enemigo y te conoces a ti mismo, ni en cien batallas correrás peligro; si te conoces a ti mismo, pero no conoces a tu enemigo, por cada victoria que ganes, perderás una. Si no te conoces y no conoces a tu enemigo correrás peligro en todas tus batallas" Sun Tzu, "El arte de la guerra". Famoso estratega militar chino (siglo V a. C). Algunos por lo que se ve aún no conocen a Putin, después de tres años de guerra y otros tanto de invasiones.

El problema de comprar armas a EE.UU. radica en que el fabricante tiene derecho de veto acerca de su uso o transferencia. “Tenemos cazas F-35 y EE.UU. podría desactivarlos apretando un botón”, reconoce Jean-Claude Juncker en una entrevista publicada el 23 de marzo de este año en el diario El País, en su suplemento Ideas.

De lo anterior se deduce que, en el supuesto de comprar determinadas armas a Estados Unidos, estaríamos previsiblemente, pagando nuestra propia muerte a la vez que cavando nuestra propia fosa, sin saber cuántos aranceles pagarían los países miembros de la OTAN, sin que haya trascendido, al menos de forma pública (dato curioso), el porcentaje de aranceles que los “socios” (hasta ahora súbditos de EE.UU.) tendrían que pagar por dicho rearme.

Si Putin con su invasión a Ucrania logró unir más a Europa, el distanciamiento de Estados Unidos ha contribuido a estrechar relaciones con países no pertenecientes a la Unión Europea como es el caso de Reino Unido o Canadá entre otros. Europa está aprovechando esta ausencia para establecer vínculos más fuertes con MERCOSUR. El presidente español, Pedro Sánchez tiene previsto mantener una relación bilateral con China, para fortalecer relaciones a nivel nacional y europeo.

Los países de Asia y Pacífico han mostrado su enfado en bloque a Donald Trump por los nuevos y elevados aranceles, lo cual ha creado un foco de resistencia contrario e inesperado, que podría dificultar los planes americanos en dicha región.

Mientras las bolsas mundiales, incluida la norteamericana, se desplomaban estos días, el presidente ajeno al millar de manifestaciones producidas en las calles de compatriotas suyos ha preferido entretenerse con uno de sus hobbies preferidos, el golf.

Trump presume de haber recibido muchas llamadas post arancelarias pero no desvela ni las personas, países y contenidos de las mismas. Según ha trascendido, entre las mismas, existen varias de algunos presidentes de grandes gestoras de fondos preocupados por la política arancelaria del magnate. No es para menos, ante estas políticas más propias del siglo XIX.

De momento La Casa Blanca sigue siendo de todos los americanos. Pero ya existe un miedo añadido, y, es que al presidente le de por comprar e hipotecar semejante residencia con el objeto de equilibrar el déficit comercial de su país.

¿Deberían los americanos empezar a cobrarle a su presidente un arancel por cada entrada y salida de la misma, como dueños que son de dicha propiedad?

José Luis Meléndez. Madrid, 5 de abril del 2025. Fuente de la imagen: redes sociales

4 de marzo de 2025

El limpiabotas

El limpiabotas ruso está muy al tanto y espera su propina

“¡La UE y los Estados Unidos se aman!”, tuiteó Trump hace unos años, compartiendo una foto en la que se le puede ver como besa a Jean-Claude Juncker, expresidente Popular de la Comisión Europea, en el Despacho Oval, tras finalizar una conversación.

Así lo narra el propio Juncker: “Después de nuestra conversación, estábamos solos en el Despacho Oval. Al menos eso creía. No sabía que el fotógrafo de la Casa Blanca, estaba detrás de nosotros. Trump me besó. Respondí a su beso masculino. Trump publicó la foto en twitter y mi esposa me regañó. Como soy conocido por besar y abrazar, me había advertido específicamente que no besara a Trump. Pero Trump incluso añadió una declaración de amor a la foto”. Era el 28 de julio del año 2018.

Hace unos días Trump declaró que la Unión Europea se "se formó para joder a Estados Unidos". El primer o segundo mandatario (todavía está por ver quien es el que dirige los designios de América, si Trump o Musk), suele perder la memoria y ya no se acuerda cuando Estados Unidos quería una Europa unida para “joder” a los soviéticos. Y como Washington apoyó la creación de la Unión Europea.

Todo ello nos lleva a plantearnos varias cuestiones: ¿Cuáles son los motivos que le han hecho cambiar al Trump americano de entonces, al Trump ruso (Trumputin) de hoy en día? ¿Guarda el Kremlin alguna información comprometida sobre Trump que justifique su servilismo con respecto a Rusia?

Trump habla como un americano, pero actúa como un comunista ruso. Esta transexualidad ideológica unida al desplazamiento ucraniano y europeo en la mesa de negociaciones hacen pensar que Rusia y Estados Unidos han establecido algún hipotético acuerdo comercial para explotar Ucrania. Rusia le concede a Estados Unidos las tierras raras y Estados Unidos a cambio deja de apoyar a Ucrania.

Dicho acuerdo beneficiaría a ambos países. A Rusia le permitiría rearmarse y seguir en el corto plazo avanzando posiciones ante una Europa debilitada militarmente. A Estados Unidos le beneficiaría esta tensión ya que conseguiría importantes pedidos armamentísticos por parte de Europa. Hace unos días Rutte avisaba que Putin no se va a frenar en Ucrania y que para este año Rusia va a destinar entre el 7 y el 8% de su PIB en su gasto militar, mientras que en Europa se manejan cifras de un 3%.

Es poco creíble que Trump amenace con abandonar la OTAN porque no se pagan las facturas. Mucho más lógico es pensar que EEUU si al final opta por dejar de ser miembro de la Organización Atlántica lo haga lisa y llanamente porque los países que integran dicho club son países democráticos. Se trataría por tanto se una marcha ineludible.

La credibilidad de Trump cae en picado. Ha hecho creer al mundo desde hace meses que estaba cerca de un acuerdo. Que en las primeras veinticuatro horas iba a parar la guerra. Zelenski tiene en la mesa suficientes motivos para no fiarse de Estados Unidos ni de Rusia. Pero Trump en lugar de ofrecerle las garantías de seguridad adicionales que como país necesita, no ha sabido satisfacerlas.

Al señor Trump le gusta emplear la palabra paz, pero a la hora de ejercerla tira de emboscada. Su palabra cada día vale menos, si se tienen en cuenta sus contradicciones, sus pérdidas de memoria, sus mentiras corregidas en directo por presidentes de otros países como Macron o Starmer, o el incumplimiento de sus declaraciones, algo hasta cierto punto normal que ha aprendido de su jefe, Putin.

Le faltaba a Ucrania una traición más para firmar la paz con un socio tan fiable como Trump. Al parecer Zelenski no tiene suficiente con atender a su población exhausta por la guerra desde hace tres años, con dejar su campo de batalla, visitar los hospitales o atender las necesidades más acuciantes, para asistir a una reunión compinchada por Trump con objeto de justificarse ante los suyos, pero sobre todo ante su jefe (¿Qué tal está mi Trotski...? Yo también rusito mío).

Un acuerdo de paz no le interesa ni a Estados Unidos ni a Rusia y había que poner fin a esta pantomima de acuerdo buscando un chivo expiatorio, un escenario y una coartada. Queda por ver y medir la reacción del pueblo estadounidense y la imagen de los Estados Unidos, después de esta farsa. La diplomacia americana ha quedado en entredicho. En primer lugar, por sus formas emitiendo una reunión que se suponía lo suficientemente importante y delicada como para retransmitirla en directo, y en segundo lugar por el fondo, poniendo especial hincapié en las desavenencias, en los reproches y en los ataques personales. No había nada atado.

Si no te puedes fiar del que ha sido hasta ahora tu socio, sería bueno que el señor Trump explicase qué artimañas piensa emplear para sentar la próxima vez a Zelenski y a Putin en una mesa de negociación. ¿Cuál será el protocolo de vestuario? ¿Tendrá que llevar Zelenski el ushanka (gorro de invierno ruso) que Trump se pone cada vez que habla con Putin?

En sus cuarenta días de legislatura, Trump está creando más problemas que soluciones al mundo. El error de Trump es querer finalizar la guerra con un acuerdo comercial en lugar de con una paz justa, duradera, pero sobre todo garantista que beneficie a todas las partes, esto es, a Europa, Estados Unidos y Rusia.

Trump está obsesionado por la riqueza mineral existente en el subsuelo ucraniano. Lo que para Trump son tierras raras para los ucranianos son tierras sagradas. Tierras en donde están siendo enterradas las victimas como consecuencia de la falta de armamento, cuando no del retraso de material norteamericano. Hablar de explotación de tierras antes que de apoyo militar o al menos humanitario y no ofrecer unas mínimas garantías de seguridad, es una obscenidad que atenta de una manera directa a los ciudadanos ucranianos y por extensión a todos los demócratas.

Más incomprensible e indigno que el de Zelenski, es a todas luces el look de Elon Musk. El señor Musk parece desconocer que es una descortesía utilizar sombrero en espacios interiores y algo absurdo ponerse gafas de sol en las mismas estancias. O permanecer de pie tomando un café, mientras los demás compañeros están reunidos y sentados. El problema es que Trump le permite y consiente saltarse el protocolo, mientras los demás van de etiqueta. No se atreve a llamarle la atención y eso que no forma parte de su gobierno. Mientras que Zelenski viste un uniforme de guerra por solidaridad con su pueblo, Elon Musk, con su vestimenta casual, falta al respeto de su jefe, de sus compañeros y de muchos estadounidenses.

El periodista que habló en nombre de todos los americanos afirmando que a los americanos no les gustaba que Zelenski fuese en traje de campaña, tendría que hacer una nueva encuesta preguntando esta vez, si les gusta a los mismos ciudadanos que Elon Musk, siendo multimillonario, carezca de recursos o de educación para acudir vestido como sus demás compañeros.

El vicepresidente JD Vance, gracias a su diplomacia, logró hacer un fantástico e inmejorable alarde de habilidad y acudió en defensa de su jefe para arremeter contra Zelenski, momento en el cual comenzó la tensión en la sala. Da la impresión que no es la UE la que ha cambiado de principios, como aseguró JD Vance en su gira europea sino la Administración Trump la que carece de ellos.

Trump, pudiendo ser un líder multilateral y mundial ha elegido ser un presidente centrado en su nación. El presidente americano está haciendo de su país una tierra rara y desconocida. Al paso que va es casi seguro que no va a hacerle falta salir de sus fronteras para descubrir los minerales que tanto ambiciona.

Trump ignora que las emboscadas no se hacen a los socios, sino a los enemigos. Aun así, él está satisfecho. “Esto va a dar audiencias brutales”, sentenció. O “esto va a ser estupendo para la televisión”. Asegura que “lo que mejor suele hacer son acuerdos”. ¿Acuerdos o imposiciones? Lo que no dice es con quién suele firmarlos.

El traje que le está haciendo Trump a Europa, pretendiendo dejarla con los pantalones bajados, no es tan elegante como el vestido con el que Zelenski acudió al despacho oval, pero si lo encarga el presidente americano, es que va a ser del agrado previo de Putin. El limpiabotas ruso está muy al tanto y espera su propina.

José Luis Meléndez. Madrid, 3 de marzo de 2025. Fuente de la imagen: X.com

20 de febrero de 2025

Trumputinismo

La defensa de las democracias no es una prioridad para el Trumputinismo

Hace treinta años, el 5 de diciembre de 1994, en una ceremonia celebrada en Budapest (Hungría), Ucrania se unió a Bielorrusia y Kazajistán para renunciar a sus arsenales nucleares a cambio de garantías de seguridad por parte de Estados Unidos, Reino Unido, Francia, China… y Rusia.

A través del Memorándum de Budapest, documento que selló dicho acuerdo, Ucrania se comprometió a devolver a Moscú, las ojivas nucleares instaladas en su territorio. A cambio, los gobiernos firmantes, se comprometieron a “respetar la independencia, la soberanía y las fronteras existentes de Ucrania” y “abstenerse de la amenaza o el uso de la fuerza” contra el país.

Rusia ha vulnerado no solo dicho acuerdo, sino los tratados internacionales, cuando el día 24 de febrero de 2022,  invadió Ucrania. China ha sido un país cómplice que a fecha de hoy no solo no ha condenado dicha invasión, sino que ha preferido situarse de una forma subrepticia al lado del país invasor. Se entiende ahora porqué Zelenski, ante la negativa trumputinista de la anexión de Ucrania a la OTAN, haya propuesto la instalación de armas nucleares en Ucrania.

La América cada día más pequeña de Trump está haciendo lo propio, situándose al lado de una Rusia más grande. Es más, Trump ha llegado a declarar que “Ucrania podría ser rusa algún día”. Para ello no ha dudado en colaborar y en hacer todo tipo concesiones antes de sentarse a negociar con Putin, sin contar con Ucrania ni con Europa.

Trump ha sido putinizado, ¿quién lo desputinizará? El desputinizador que lo desputinice, buen desputinizador será. Basta ver su conformidad total con las demandas rusas y las negativas absolutas a Ucrania. En un escenario así es imposible una negociación, es decir, un acuerdo que satisfaga a todas las partes. La admiración del señor Trump hacia su amigo comunista es tal que ha llegado a imitar los protocolos megalómanos de Putin. Salidas a través de puertas de dimensiones colosales y paseo por la alfombra roja hasta llegar al lugar de su comparecencia.

Con el cortejo a Trump y el ninguneo a los veintisiete presidentes europeos, incluidos insultos a Zelenski llamándole dictador, Trump prefiere reunirse con su amigo Putin, que, según él, es mucho más demócrata que Zelenski. Su ingenuidad le lleva a confiar más en Putin que en los veintisiete Estados miembros de la Unión Europea. “Creo que quiere la paz”, ha declarado refiriéndose a las intenciones del primer mandatario ruso. La fe ciega de Trump en su homólogo ruso, le impide recordar las andadas de Putin por Crimea y posteriormente por las recientes provincias conquistadas. Putin ejerce tal dominación psicológica sobre Trump que está plenamente convencido que, si deja esta vez a Europa sola, no se va a atrever una tercera vez a hacer lo mismo.

Europa, según los Estados resentidos de Trump, ya es mayor para defenderse militarmente, pero no para representarse a sí misma en las negociaciones con Rusia. “Nada debe ser decidido en Ucrania sin Ucrania, ya que se trata de un país soberano con un gobierno democráticamente electo. Y al mismo tiempo, nada que afecte directamente a la seguridad europea deber ser decidido sin Europa y sin la voz europea”, ha declarado el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares. Más conciso y explícito ha sido el ministro de Exteriores francés, Jean-Noël Barrot, que ha declarado que “Nadie está obligado a adaptar nuestro modelo, pero nadie puede imponernos el suyo”.

La deslealtad o traición del primer presidente americano hacia sus socios europeos y la predilección por sus nuevos socios como Israel o Rusia, ha quedado meridianamente clara. Las negociaciones en forma de concesiones hacia los dictadores siempre son mucho más fáciles y enriquecedoras para el magnate a pesar de sus terribles y nefastas consecuencias.

En el año 1991 el entonces ministro belga de Exteriores Mark Eyskens definió el Viejo Continente de esta guisa: “Europa es un gigante económico, un enano político y un gusano militar”. Trump pide a Europa pero hace concesiones a Rusia. El presidente Trumputinista, es consciente de ello, por eso le ha pedido a Europa que aumente su gasto en Defensa, hasta elevarlo al 5% de su PIB, mientras que su país tan solo lo hace con un 3,4%. Eso sí, al menos, ha tenido la gentileza de ofrecerse a aumentar su economía con la extracción de tierras raras de Ucrania por valor de 500.000 millones, mientras las tropas europeas defienden la frontera ucraniana. Europa defiende a América, mientras esta se hace un poquito más grande (eufemismo de más rica), a costa de Europa, mientras Rusia se rearma y se hace más grande con las concesiones de Trump a su colega. Sin aranceles, claro está. Un perfecto plan de paz.

El filósofo, analista y estratega político ruso, Alexander Dugin, cuyas ideas políticas han sido asociadas al fascismo y al nacional bolchevismo, ha aconsejado a los alemanes que “voten por AfD (la extrema derecha que en lugar de Alternativas para Alemania persigue alternativas Trumputinistas) u ocuparemos Alemania una vez más y la dividiremos entre Rusia y EE.UU”. Y hace unas semanas el magnate tecnológico estadounidense Elon Musk, animaba al centro derecha alemán a votar por las mismas siglas. ¡Qué casualidad que ideólogos rusos y americanos coincidan! Tal vez Europa tenga ahora una idea aproximada de cual es al menos uno de los motivos por los cuales no ha sido invitada a las negociaciones.

El sinsentido y la inhumanidad parecen hacerse instalado en la Casa Blanca. Los contratos y los negocios han prevalecido en las conversaciones bilaterales entre EE.UU y Rusia, por encima de  la seguridad de los ucranianos y de los europeos. La paz es una excusa para hablar de intereses económicos.

“Reunión de pastores, oveja muerta”, reza un refrán español. La oveja que en este caso es Europa, aún no está muerta, pero ha sido apartada y puesta encima de la mesa. Putin ya ha mordido varias de las provincias ucranianas y Trump ya ha declarado su interés por colonizar las tierras raras ucranianas. El plan presentado por Washington establece tres fases. Un alto el fuego, unas elecciones y una declaración de paz. De esta forma Trump le ofrece a Putin el cuchillo con el cual degollar a la oveja. Unas elecciones gracias a las cuales Putin podría influir para poner un gobierno títere.

La defensa de las democracias no es una prioridad para el Trumputinismo. Paul Krugman, prestigioso economista estadounidense advertía hace unos días que Estados Unidos está en peligro de convertirse en una dictadura.

Trump ha salido al rescate de Putin, no de Europa. El magnate no es un político, sino un hombre de negocios. En los apenas treinta días de su mandato ha demostrado que el dinero para él, está por encima de los valores que representa Europa, como son la dignidad humana, la libertad, la democracia, la igualdad, el Estado de Derecho o los Derechos Humanos.

Trump no necesita ni da lugar a que el Partido Demócrata le haga oposición porque el mismo es un espíritu contradictorio. Él solo deporta. Para acoger migrantes no le importa pedírselo a otros países como Jordania o Egipto. Sin embargo, está de acuerdo con los inmigrantes rusos que han invadido a mano armada Ucrania causando la muerte de miles de ucranianos. Y no duda en recompensar a Rusia por ello, entregándola parte del país conquistado.

Las corrientes democráticas que surcan el espacio europeo son un peligroso hándicap para la Fuerza aérea Trumputinista, que no sabe cómo reaccionar ante tanta libertad. Si a estas turbulencias añadimos el desfase horario, es fácil entender la incoherencia de las declaraciones de sus pasajeros una vez que toman tierra.

Cuatro son las guerras a las que se enfrenta Trump en estos momentos. La que mantiene internamente consigo mismo por medio de sus contradicciones. La que dijo que iba a terminar en veinticuatro días y un mes después no se ha sentado a negociar personalmente. La guerra comercial a nivel planetario a través de los aranceles y la guerra imaginaria resultante de las tres anteriores que en su impotencia negociadora ha dejado caer como posibilidad. La tercera guerra mundial.

Trump necesita la guerra para sentirse protagonista. La guerra es un medio que le permite recabar ingresos a través del negocio de las armas. Si América se hace más grande, él no puede sentirse más pequeño.

José Luis Meléndez. Madrid, 20 de febrero del 2025. Fuente de la imagen: Shutterstock

30 de enero de 2025

El verdadero Trump

Quedan muchas preguntas en el aire sobre cuál es el verdadero Trump

En el año 2016 Trump juró respetar, proteger y defender la Constitución que más tarde vulneraría con el apoyo de asalto al Capitolio. Hace unos días hizo lo propio en su acto de juramento, preámbulo de su segundo mandato. Horas después firmó un decreto mediante el cual negaba la nacionalidad a los hijos nacidos de la unión de padres extranjeros sin papeles. El decreto vulnera la 14ª enmienda de la Carta Magna estadounidense, que dice que “Todas las personas nacidas o naturalizadas en Estados Unidos y sujetas a su jurisdicción, son ciudadanos de Estados Unidos y del Estado en que residen”, razón por la cual la han impugnado dieciocho Estados. Desde los inicios de sus legislaturas Trump ha demostrado que sus principios no son coincidentes con los del mundo ni con los de su país.

El 13 de julio del 2024 el presidente americano fue tiroteado en el transcurso de un mitin en Pensilvania. “Fue solo Dios quien evitó que sucediera lo impensable”, declaró. Las relaciones de Trump con la religión son igual de contradictorias de las que mantiene con la política. En una entrevista en abril de 2011, en el programa 700 Club, dijo, «soy protestante, soy presbiteriano. He tenido una buena relación con la Iglesia cristiana. Creo que la religión es algo maravilloso. Creo que la mía es una religión maravillosa».​ Sin embargo en 2020 Trump afirmó ser un cristiano no denominacional.

¿Son los principios religiosos del primer mandatario compatibles con las políticas que lleva a cabo? Las palabras del Papa Francisco descendiente argentino de una familia de inmigrantes italianos, pronunciadas en el año 2016 en la frontera, lo dejan meridianamente claro: “cualquiera que construya un muro para mantener fuera a los migrantes ‘no es cristiano’”.

Recientemente, muchos obispos de Estados Unidos se han opuesto a los planes de deportaciones masivas de Trump, y, el arzobispo entrante de Washington, el cardenal Robert McElroy dijo que “esas prácticas son incompatibles con la doctrina católica”.

Una vez que el recién presidente electo firmó una serie de órdenes ejecutivas que afectan a minorías como los migrantes o la comunidad LGTB, y, por si acaso no fueran suficientes las anteriores advertencias, la obispa episcopaliana de dicha ciudad, Mariann Budde pidió al presidente entrante, que acudió a misa (tal vez para tranquilizar su conciencia), que “tuviera piedad de la gente que tiene miedo ahora”.

Durante el acto religioso que tuvo lugar en la catedral de Washington, Trump también pudo oír y escuchar durante la homilía, un pasaje del duro Éxodo que el pueblo de Israel padeció en Egipto, en una clara alusión a las políticas anti inmigratorias del magnate. Según ha  reconocido Trump, su hija se convirtió al judaísmo:  «No solo tengo nietos judíos; tengo una hija judía y estoy muy orgulloso de eso».

El “amenazon” de Trump (no confundir con el Amazon de Jef Bezos), tiene en mente conquistar tierra, mar y aire. Por tierra ha sugerido anexionarse Canadá, un país que además de vecino es grande, y todo lo que es grande es bueno según él. Por mar, Groenlandia, la isla también más grande, perteneciente a la Unión Europea, y por aire pretende utilizar a Elon Musk para atravesar la estratosfera y clavar una bandera americana en Marte, que es su planeta preferido por ser el dios de la guerra.

La semana pasada la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, mantuvo (más bien soportó) una conversación telefónica de Trump, que según diversas fuentes como el Financial Times, calificaron de “tempestuosa”. El sábado, no contento con sus desaires, insistió ante los periodistas que EE.UU. “conseguiría” Groenlandia.

Como sería la “conversación”, que la primera ministra danesa, se vio en la necesidad de realizar este martes una gira europea, con objeto de recibir apoyos para blindarse ante las amenazas del presidente estadounidense, que como todos es sabido, tiene la virtud de amenazar antes de empezar a dialogar.

En el mismo día, Frederiksen viajó a Paris, Berlín y Bruselas y logró blindarse y recabar el apoyo unánime de todos, incluido el ministro de Exteriores francés, Jean-Noël Barrot, que no descartó el envío de tropas a la zona. “Si solicita la solidaridad de la UE, Francia responderá: ‘presente’”. Aun así, el domingo, la primera ministra invitó a cenar a su casa a los respectivos líderes de Noruega, Suecia y Finlandia. “Los países nórdicos siempre nos hemos mantenido unidos. Y con la nueva y más impredecible realidad a la que nos enfrentamos, las alianzas y amistades buenas y cercanas se han vuelto más importantes”.

Por su parte desde Bruselas han cerrado filas alrededor de Dinamarca. El comisario de Defensa Andrius Kubilius, ha dicho que la UE está lista para apoyar a este país. A su vez la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, sostuvo este lunes que no habrá negociación sobre la isla.

Se entienden ahora las políticas que mantenía Trump. Terminar la guerra en Ucrania para empezar la suya con Groenlandia y explotar las tierras raras. Revertir las políticas medioambientales para derretir el Ártico y “perforar, baby, perforar”, y sus amagos de salir de la OTAN para enfrentarse a su socio europeo, mientras le reclama un aumento del 5% de su contribución. También las amenazas comerciales y territoriales a Europa y los guiños y concesiones a su amigo Putin. Mano de hierro para Europa y guantes de seda para Rusia. “Los europeos nos tratan mal dice”.

Putin es tan admirado por su homólogo americano que ha terminado por imitar a su régimen de oligarcas. Para ello ha situado en la cúpula a sus oligarcas millonarios y ha logrado someter a los gigantes tecnológicos gracias a su incipiente tecnonacionalismo.

Estados Unidos ha empezado su marcha atrás. Poco a poco será un país más aislado y pequeño a nivel internacional. Saldrá del acuerdo de París, la Organización Mundial de la Salud. Cabe recordar que ya se retiró de la Unesco y que no es miembro del Tribunal Penal Internacional.

Quedan muchas preguntas en el aire sobre quién es el verdadero Trump. Si es que el dice que acabará con la guerra o el que antes de que termine, empieza otra. El que quería anular Tik Tok o el que lo salva. El que amenaza a sus socios o el que adula, sonríe y hace concesiones a sus enemigos.

El que amenaza con salirse de la OTAN o el que presiona para que los demás países aumenten sus aportaciones económicas, para luego claudicar y entregar las zonas conquistadas por los enemigos. El que se ríe de las personas con alguna discapacidad o el que se cree ungido por Dios. El Trump de los supuestos principios religiosos o el que atenta contra los Derechos Humanos.

El que no perdería un solo voto si matara a alguien o el que acude a misa. El que se sitúa al lado del pueblo en las elecciones o el que se rodea de multimillonarios cuando tiene el poder. El que promete cosas que incumple o el que jura respetar la Constitución que luego viola.

El que dice que va a hacer una América más grande o el que obvia sus deseos de una América mejor. El que dice estar contra la inmigración o el que tiene entre su equipo de oligarcas a ascendientes y nativos de otras naciones. El que ejecuta deportaciones masivas de personas migrantes o el que respeta el capital extranjero de las empresas estadounidenses cotizadas que están en manos de no residentes.

El Trump ungido por Dios o el Trump sometido al dinero. El nieto de inmigrantes alemanes o el deportador masivo de personas no nacidas en Estados Unidos. El protestante de 2011 o el cristiano no convencional de 2020. El que quiere por un lado anexionarse territorios o el que impone aranceles a los mismos.

Para Trump todo lo grande es bueno. El mismo ha declarado que es un genio. Razón no le falta si por ello consideramos su reiterado recurso a las amenazas y a los pocos, pero grandes amigos. Los inmigrantes ya están como decía empezando a dejar de comerse las mascotas de los americanos, como consecuencia de sus políticas discriminatorias. Ahora es Trump el que quiere comerse a su vecina Canadá y a parte de Europa. Con perros incluidos.

José Luis Meléndez. Madrid, 30 de enero del 2025. Fuente de la imagen: pixabay.com