Los animales nos dejan más en vida de lo que sus tutores puedan dejarles una vez muertos
Como buena aristócrata se hace llamar "Choupette", y es la incondicional mascota de Karl Lagerfeld. Este fin de semana me he enterado que ha sido una de las beneficiarias de la mayor parte de su fortuna, 200 millones de euros en concreto, aunque prácticamente la totalidad de los medios, coinciden en señalar que ha sido la principal beneficiaria.
En España no se puede dejar una herencia directamente a una mascota. Aunque las leyes reconocen su sensibilidad y bienestar, las mascotas son consideradas legalmente como bienes, no como sujetos de derecho, y por lo tanto, no pueden ser herederas ni legatarias. Sin embargo, es posible designar a una persona de confianza en el testamento para que se haga cargo de la mascota y asignar una cantidad de dinero para su cuidado.
"Choupette" es una gata de raza birmana, conocida por su pelaje blanco y ojos azules, aunque su sangre me temo que es del mismo color. Originalmente, "Choupette" pertenecía a Baptiste Giabiconi, pero Lagerfeld cayó rendido a las artes seductoras de su nueva compañera y se resistió a devolvérsela a su tutora originaria. En la actualidad vive en París, en una de sus lujosas mansiones, con Françoise Caçote, quien era la ama de llaves de Lagerfeld y también su cuidadora.
Estoy seguro que si ese ha sido su deseo, será por algo y no por una simple extravagancia. Basta leer la entrevista con su ama de llaves en la revista Hola, que sigue siendo la encargada de sus cuidados, para darse cuenta del amor que profesaba Lagerfeld a su musa, amiga y compañera. La sucesión ha sido posible gracias a la ley alemana, que permite incluir animales de compañía en el testamento.
Su ama de llaves, solía mandarle fotos cuando no estaba a su lado. La gata estaba acostumbrada a viajar porque Lagerfeld no podía vivir sin ella. Entre sus deseos está que entierren al animal junto a él, igual que ha hecho por cierto, el entrañable y recién fallecido expresidente de Uruguay, José Mújica, con su mascota, debajo de un árbol, tal vez para nutrirle con sus restos y devolverle los momentos, los frutos y las sombras que disfrutó bajo él.
Con este reconocimiento post mortem, Lagerfeld pretendió asegurar los cuidados de princesa que venía recibiendo su querida mascota. Entre éstos extras "Choupette", podrá seguir disfrutando de su nivel de vida, como sus latas diarias de paté de pollo y caviar en platos de diseño o el privilegio de viajar en jet privado cuando tenga que participar en alguna campaña. Además de su ama de llaves que tenía, Lagerfeld decidió contar con personal veterinario de su confianza para que no le faltara asistencia sanitaria durante su existencia.
Gracias a la imagen de "Choupette", el prestigioso y afamando diseñador, pudo ver como aumentaba el dinero de sus cuentas. Y es que su amada gatita aún le sigue ayudando a vender productos relacionados con su negocio.
Aún así, el tutor de "Choupette" se ha ido dejándole deudas a su mascota, ya que solo en el año 2017, "Choupette", facturó 3 millones de dólares ejerciendo las funciones de influencer en redes sociales como Instagram, red en la cual "Choupette", cuenta con 270.000 seguidores. Así que a ver quién es el guapo que le pone alguna objeción a esta herencia "inmerecida".
Los animales nos dejan más en vida de lo que sus tutores puedan dejarles una vez muertos. Su cariño incondicional y su recuerdo no lo pueden comprar los millones.
José Luis Meléndez. Madrid, 16 de junio del 2025. Fuente de la imagen: gettyimages.es
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