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5 de noviembre de 2022

Metaverso nuclear

El metaverso no está por llegar, algunos ya viven en él

Cuenta Seguéi Zhirnov escritor y excomandante del KGB destinado en el servicio exterior, en una entrevista realizada por el periodista Eusebio Val del periódico La Vanguardia, publicada el día 23 de octubre, que a Putin lo rechazaron ante su incapacidad de medir las consecuencias de sus decisiones. Pero ese no es el problema. La cuestión ahora es saber si occidente es consciente de las repercusiones de imprevisibles efectos que tiene continuar una guerra en apariencia ganada.

Que Rusia, mejor dicho Putin, esté perdiendo la guerra convencional no implica que occidente vaya a ganarla, entre otras cosas, porque cada día la ofensiva ucraniana nos aproxima más a un escenario nuclear.

El único antecedente nuclear que ha sufrido la humanidad fue la bomba atómica que lanzó Estados Unidos sobre Hiroshima en el año 1945. Con ello se logró parar y a la vez terminar la guerra.

Hace apenas un mes, Putin tuvo ocasión de pronunciar un discurso excusatorio ante un posible ataque nuclear, con motivo de las cuatro regiones que Rusia anexionó a su territorio. Y vino a decir que no le podrían reprochar la utilización de esta bomba, porque Estados Unidos ya lo hizo.

El único mérito de Putin, si es que puede llamársele así, es no haber escalado aún más con el empleo de estas armas, en medio de las presiones a las que se ve sometido por su círculo más duro. Pero lo que no deja de desconcertar sobremanera en este sentido, es la llamada a la población para abandonar la ciudad de Jersón. ¿Qúe tiene en la cabeza Putin…?

Cabe por tanto preguntarse cuál será la respuesta de occidente y de la OTAN, en caso de un hipotético y más que probable utilización de una bomba nuclear táctica en Ucrania. Biden desde Estados Unidos y Josep Borrell desde Europa, alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y vicepresidente de la Comisión Europea, han advertido de las terribles consecuencias que tendría para Rusia la utilización de una de estas armas. Y uno se pregunta: ¿solo para Rusia…?

Existe un dato muy significativo a la hora de definir la personalidad y trayectoria de Putin. Y es su signo zodiacal. Un libra con ascendente en escorpio puede pasar por un hombre frío y lógico, lo cual no es sinónimo como hemos visto de ser racional. Lo que más inquieta y da más significado a su trayectoria, es precisamente el carácter tranquilo pero en ocasiones explosivo e incontrolado que le proporciona su planeta Plutón y su ascendente en escorpio.

El escorpión es un animal combativo que no se conforma con picar a su víctima, sino que en una segunda fase inyecta su veneno mortal a su víctima hasta dejarla paralizada. Existen varios tipos de escorpiones, los que atacan a los demás y los que se inyectan el veneno a sí mismos. No he escuchado a nadie la posibilidad de un hipotético suicidio de Putin, lo cual es de extrañar, si uno tiene en cuenta el cuestionado estado de salud del exespía.

Apunta el mismo comandante que el final más factible sería que terminase eliminado de una forma involuntaria por algún miembro de su entorno. Discrepo y pienso que Putin ya tiene alguna persona de confianza dispuesta a ayudarle antes o después en dicho acto. Pero lo que más preocupa ahora no es la reacción de Putin (sus seguidores son de una línea más dura que él), sino los efectos que las acciones o inacciones de occidente provoquen en el mandatario ruso.

Llama sin embargo poderosamente la atención como después de 284 días de guerra se ponga más interés en desviar la trayectoria de un meteorito que el de disuadir a Rusia a través de un interlocutor que no sea Putin, por medio de la diplomacia y no solo a golpe de sanciones.  Que se tope el precio de la energía pero no el de la duración de una guerra que va camino de un año. Que nadie a excepción de Macron y el Papa hayan propuesto algún plan para retomar el diálogo.

De cómo se toman medidas ante el paso de los restos de un cohete chino para evitar accidentes aéreos y no se ponga interés en evitar el derramamiento de sangre en otras zonas que llevan nueve meses de conflicto. Como si unas vidas valiesen más que otras. O que se hable de construir un gaseoducto entre Barcelona y Marsella, sin considerar la posibilidad que dentro de cinco años no existan dichas ciudades.

Algunas personas, no solo Putin, parece que no son conscientes y viven ajenos a los momentos tan críticos que vive la Humanidad. El metaverso, ante la falta de diálogo o de metaprosa  no está por llegar, como nos cuentan. Algunos viven y siguen instalados en él, cuando obvian las consecuencias que tendrán sus acciones e inacciones en el mundo real que vivimos los demás.

José Luis Meléndez. Madrid, 5 de noviembre del 2022. Fuente de la imagen: wikimedia.commons.org

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