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3 de enero de 2015

Carta a los Perros Magos

¿Acaso no somos los animales miembros de la familia?

Queridos perros magos:

Casi nunca me traéis nada, y eso que soy más buena que los niños. Así que estoy muy triste por esta gran injusticia. ¿Acaso no somos los animales miembros de la familia? Pues no entiendo porque no nos tenéis más en cuenta. Si algún día sois perros, cuando yo en la próxima vida sea persona, entonces quizás os deis cuenta que nuestro concepto de manada, es mucho más alto que el vuestro de familia. Todos los años, os lo demostramos en casa, sacrificando nuestra compañía, con miembros de nuestra misma especie, en beneficio de la vuestra. Alegrándonos, cuando llegáis a casa, o deprimiéndonos cuando os vais. Aguantando nuestras necesidades, cuando nuestros tutores no tienen ganas de salir, o "se les olvida”. Esto sí que es control emocional, y no tonterías humanas.

Por eso me duele, que no se nos tenga en cuenta. Porque somos más niños que los niños, y no crecemos como hacen ellos. Ni os damos tantos disgustos, y si en cambio muchas alegrías. No sabemos hablar, pero sabemos expresarnos mejor que los humanos. Aguantamos las manías de cada uno, y nos conformamos siempre con la misma comida. No nos hace falta como a vosotros ropa ni calzado. Ya sabéis lo poco que nos quejamos los animales. Y como cuando lo hacemos, no es por “tener un mal día”, o un simple dolor de cabeza. Y quizás por esto, deberíais de estar más atentos de nuestro comportamiento, como nosotros lo hacemos con vosotros.

¿No os dais cuenta? Nuestro estado anímico es el vuestro. Sabemos adaptarnos a vuestro entorno, y a vuestras emociones, y somos capaces de sentir lo que vosotros sentís, permaneciendo siempre a vuestro lado. Pero no necesitamos que nos regaléis nada, si no es de corazón. No lo necesitamos tanto como vuestro cariño. No somos tan materialistas, inconformistas y complicados como vosotros. Por eso solo me gustaría pedir mucho cariño para los compañeros que pasan su navidad en las perreras, en la calle abandonados y maltratados, mientras vosotros os vais de viaje y, aun así, sois capaces de divertiros y olvidaros de nosotros.

Yo, no me puedo quejar, y le doy gracias a esa estrellita que un día, me guio como a vosotros, y me trajo a los pocos meses de nacer desde la provincia de Segovia, en donde me iban a sacrificar a Madrid. Los tres primeros días fueron duros. No sabía subir ni bajar los escalones de la escalera, y no conocía todavía a mi nueva manada. Hoy tengo doce años, es decir, ochenta y cuatro humanos, y me siento muy orgullosa de tener una familia muy buena que me quiere mucho.

Tengo, lo reconozco, mucha suerte de vivir en un barrio con varios parques, muchos perros y olores. Existen rutas variadas, y, siempre me preguntan por dónde quiero que vayamos. Los machos me cansan porque antes de saludar, siempre se acercan por detrás, y me acosan. Copito es mi gran amor. Siempre que nos vemos nos besamos, pero ahora solo como amigos. Tobi es mi mejor amigo. Es muy tranquilo, y cuando me ve, viene corriendo hacia mí. Luego me da un beso en la cara, nos olemos un poco, y firmamos y renovamos en el césped nuestra amistad. Un auténtico caballero. Pero esto no quiere decir que no me vuelvan loca otros machos altos y corpulentos. Son mis preferidos, y me encanta verlos como gimen por mí. Hace un año que estoy castrada, pero solo se lo he contado a mis amigas Yuli, Chispa, Canela, Perla, Lola, y Sheila entre otras. Desde entonces llevo una vida más tranquila.

Queridos Perros Magos, sé que os gustan mucho los animales, y que tratáis muy bien vuestros camellos. Por eso os cuento esto. Algún día me gustaría que me dijerais sus nombres. El día cinco por la noche, os dejaré tres cubos de agua llenos, para que les deis de beber, con un poco de pienso mío. A vosotros os he puesto tres vasos, para que os sirváis lo que queráis. Como soy negrita, igual que Baltasar, le voy a pedir un favor. Que en lugar de traer carbón a las mujeres y los hombres malos que no quieran a los animales, se lleven sus animales a las casas de los hombres buenos. También me gustaría que las asociaciones protectoras de animales, tomasen esta iniciativa, para que los amigos de los animales regalasen comida, bebederos, comederos, y dinero a los animales que esperan ser adoptados, para que pudieran comer al menos como nosotros una comida de navidad especial.

Gracias por leer esta carta, y os deseo que tengáis un buen viaje de regreso a Oriente.

Firmado:

Kutxi Meléndez.

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Oriente, 5 de Enero del 2015

De Sus Majestades los PERROS MAGOS
A KUTXI.


Querida Kutxi:

Muchas gracias por escribirnos. Hemos leído muy atentamente tu carta. Vemos que eres una perrita muy buena, que no has pedido nada para ti, y sin embargo te has acordado de los animalitos que no tienen la suerte que tienes tú.

Nos alegra saber que tienes unos tutores buenos, que te quieren y saben además demostrártelo. Vamos a trasladar tu carta, a través de las redes sociales, a varias asociaciones con objeto que veas cumplidos tus deseos.

Te dejamos por adelantado este frasco, que contiene olores de tu manada, para que no sufras tanto cuando se ausenten.

Recibe tres besiguaus:

Firmado:

LOS PERROS MAGOS


José Luis Meléndez. Madrid, 3 de Enero del 2015.

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