Los anticuerpos de la democracia han demostrado a lo largo de la Historia ser indestructibles
Es un gran día para la democracia europea, y una pésima jornada para los merkados y la Troika, que como unos auténticos guiñoles, manejan la prima de riesgo, y consiguen con ella decapitar a más de un jefe de estado, elegido de forma democrática.
Si hay algo que los griegos entienden, es de eso, de democracia. La civilización Helena, recordemos, fue una de las primeras de hablar de república y por ende de democracia. Hoy, siglos después, lo han vuelto a hacer, y se han colocado de nuevo a la vanguardia de Europa. Los griegos han hablado sin miedo, no se han dejado amedrentar, y han optado por recuperar como país la dignidad perdida durante estos largos años. Lo han hecho a pesar de algún intento de coacción por parte de algún “hermano” europeo. Han tenido que salir desde altas instancias europeas a callar y a corregir a la hasta hoy todopoderosa canciller alemana Angela Merkel, para que no condicionase el voto, y los griegos votaran con total libertad e independencia, libres de miedo.
Grecia no quiere salir de Europa, pero llegado el caso, "mejor estar solos que mal acompañados", han debido pensar los griegos. Y han encendido el primer piloto rojo de aviso a Europa, por sus políticas austericidas, y su farol verde a otros países que pueden venir después, como España. Lo han hecho con un mensaje encriptado: “Los arquitectos de Europa, han de ser los europeos, y no la Troika, ni Alemania”. Quizás pronto Grecia deje de ser el país con mayor índice de suicidios de la eurozona. Como contrapartida al mapa azul europeo, países como Francia y Estados Unidos, han sido los primeros en tender su mano al nuevo gobierno de Syriza.
Dos mil quince, es un año electoral en Europa, motivo por el cual la Troika ha aparcado de forma temporal sus presiones sobre los Estados, y su política de sometimiento por medio de los recortes. Las distintas siglas políticas lo saben, y quizás por eso evitan hablar de dos mil dieciséis, como un año de aguda recesión, según algunos economistas, y en la cual se volverán a aplicar nuevos recortes, esta vez con carácter retroactivo.
Mientras la España afónica, sin voz propia (ha perdido su mayoría social), presume de sus nimias cifras con varios trimestres de crecimiento positivo, oculta los treinta años de retroceso social que dejará como herencia, y a la cual nos ha llevado la política alemana y ventrílocua de la Troika. La cepa del virus de esta crisis, ha sido demasiado agresiva, y muy poco compasiva. Pero los anticuerpos de la democracia han demostrado a lo largo de la historia ser indestructibles. Hoy Syriza despierta a Europa, y muy pronto tal vez España recupere también su voz propia.
José Luis Meléndez. Madrid, 26 de Enero del 2015.
Fuente de la imagen: Flickr.com
Es un gran día para la democracia europea, y una pésima jornada para los merkados y la Troika, que como unos auténticos guiñoles, manejan la prima de riesgo, y consiguen con ella decapitar a más de un jefe de estado, elegido de forma democrática.
Si hay algo que los griegos entienden, es de eso, de democracia. La civilización Helena, recordemos, fue una de las primeras de hablar de república y por ende de democracia. Hoy, siglos después, lo han vuelto a hacer, y se han colocado de nuevo a la vanguardia de Europa. Los griegos han hablado sin miedo, no se han dejado amedrentar, y han optado por recuperar como país la dignidad perdida durante estos largos años. Lo han hecho a pesar de algún intento de coacción por parte de algún “hermano” europeo. Han tenido que salir desde altas instancias europeas a callar y a corregir a la hasta hoy todopoderosa canciller alemana Angela Merkel, para que no condicionase el voto, y los griegos votaran con total libertad e independencia, libres de miedo.
Grecia no quiere salir de Europa, pero llegado el caso, "mejor estar solos que mal acompañados", han debido pensar los griegos. Y han encendido el primer piloto rojo de aviso a Europa, por sus políticas austericidas, y su farol verde a otros países que pueden venir después, como España. Lo han hecho con un mensaje encriptado: “Los arquitectos de Europa, han de ser los europeos, y no la Troika, ni Alemania”. Quizás pronto Grecia deje de ser el país con mayor índice de suicidios de la eurozona. Como contrapartida al mapa azul europeo, países como Francia y Estados Unidos, han sido los primeros en tender su mano al nuevo gobierno de Syriza.
Dos mil quince, es un año electoral en Europa, motivo por el cual la Troika ha aparcado de forma temporal sus presiones sobre los Estados, y su política de sometimiento por medio de los recortes. Las distintas siglas políticas lo saben, y quizás por eso evitan hablar de dos mil dieciséis, como un año de aguda recesión, según algunos economistas, y en la cual se volverán a aplicar nuevos recortes, esta vez con carácter retroactivo.
Mientras la España afónica, sin voz propia (ha perdido su mayoría social), presume de sus nimias cifras con varios trimestres de crecimiento positivo, oculta los treinta años de retroceso social que dejará como herencia, y a la cual nos ha llevado la política alemana y ventrílocua de la Troika. La cepa del virus de esta crisis, ha sido demasiado agresiva, y muy poco compasiva. Pero los anticuerpos de la democracia han demostrado a lo largo de la historia ser indestructibles. Hoy Syriza despierta a Europa, y muy pronto tal vez España recupere también su voz propia.
José Luis Meléndez. Madrid, 26 de Enero del 2015.
Fuente de la imagen: Flickr.com