Es posible que el PSOE vuelva a sentarse a la mesa de negociación con un cepo en la mano
Parece que los socialistas, a diferencia de sus socios de UP, tienen un concepto bastante restringido de la igualdad, cuando se trata de aplicarla a otro tipo de seres, especialmente vulnerables, no solo que forman parte de la sociedad (concepto que creo tiene algo que ver con el socialismo), sino que contribuyen a su desarrollo económico y haciéndolo desde un entorno más duro y desprotegido.
Hablamos de la Ley de Bienestar Animal, una ley que UP, apuesta por llevar a término tal y como salió del Consejo de Ministros y que protege los derechos de los perros de caza. Una ley que está siendo enmendada por los socialistas para excluirlos de la ley, como reclama el sector de la caza.
Como lo oyen: socialistas negociando la exclusión y desprotección de los derechos de bienestar animal a ejemplares especialmente vulnerables que merecen una mayor protección que los demás miembros de su especie, como son las mascotas.
Hasta ahora pensaba que la discriminación no se negociaba. Y que la igualdad seguía siendo un valor de referencia en el socialismo. Pues bien, la doble discriminación ya se ha producido cuando han apartado a sus socios de gobierno para pactar con VOX, PP, PNV y Coalición Canaria, excluir a los perros de caza. Ahora solo falta ver si estos tics reaccionarios y conservadores, rancios, carcas y naftaloides, terminan por comerse la “d” de la igualdad, dando como resultado la consabida igual –dá.
Así que en vista de estos antecedentes, no es de extrañar que el gobierno excluya de igual forma en sus conversaciones a una representación de protectoras que acogen a animales abandonados y maltratados por el sector de la caza como SOS Galgos, para informarse siquiera mínimamente de las condiciones en las cuales viven estos animales, que patologías sufren, o que medidas buenas proponen llevar a cabo para proteger sus condiciones de vida.
Ni que en su lugar se proteja con una ley especial a estos animales, haciendo especial incapié en la responsabilidad del cazador y jefe de trabajo sobre cualquier tipo de perjuicio físico o psicológico de sus animales. Bien como consecuencia de su arma, falta de alimentación, cuidado sanitario o higiene personal, llevando a cabo inspecciones que certifiquen su perfecto estado de salud y de bienestar animal.
Hay que entender al PSOE: los trabajadores pueden tener su convenio colectivo y sus derechos como personas, pero los perros trabajadores (mal llamados perros de caza, porque además de cazar obedecen y se someten a las órdenes de su jefe cazador, al igual que otros perros como la ONCE, Fuerzas de Seguridad, etc), no pueden tener derechos como mascotas y como animales trabajadores (incluimos a los caballos, burros, etc).
Queridos perros y animales obreros: de momento quedáis excluidos fuera de las siglas obreras del psocialismo español. Así que no os ofendáis si veis en vuestra casa a una mascota que tenga más derechos que vosotros. Eso no significa que seáis menos animales que los demás, es que que la ley humana (más pensada en los cazadores que en vosotros), que pensamos aprobar con los que os explotan, es un poquito más bestia de lo que realmente os merecéis.
De momento no sabemos si el partido socialista volverá a sentarse a la mesa. Si se decide, es posible que lo haga con un cepo en sus manos: el que le ha tendido la Ilustrísima y Real Federación Española de Caza.
Ellos verán, pero me temo que el CIS de abril, a juzgar por los últimos sondeos socialistas, que en la última encuesta han perdido más de dos puntos, sea el inicio de un CISMA municipal y autonómico en mayo, con visos a ser una hecatombe irremediable en diciembre.
Acudir de nuevo en ese estado lamentable a la mesa de negociación ya de por sí es un acto bastante vergonzoso. Pero además supondría debilitar la coalición, mejorar las expectativas electorales de UP y ofrecerle a la derecha un regalo de navidades retrasado tan indigno e innegociable como repugnante y reprochable que atenta contra uno de los pilares fundamentales del progresismo como es la igualdad.
La Ley de Bienestar Animal vuelve a ofrecer la oportunidad al PSOE de acabar con otra ley mucho más antigua: la ley de esclavitud y de malestar animal. De no hacerlo es muy posible que surja otra mucho más peligrosa: una ley de malestar general que termine siendo respaldada por un colectivo mucho mayor que el de los cazadores (perdón, excursionistas cinegéticos sin ánimo de lucro, guardas forestales de nuestra señora de la caridad y guías medioambientales de la fauna autóctona), como es el de una sociedad cada día más concienciada y defensora de los derechos de los animales, no solo de las mascotas. Se entiende, ¿no?
Es de esperar, por tanto que las conversaciones que el gobierno de la caza, de la tauromaquia y defensor del Toro de la Vega por medio de su entonces alcalde psocialista de Tordesillas, reflexione sobre sus antecedentes y considere la herida a la que puede verse sometido cuando dentro de unos meses se abra la veda y salga a la caza del voto humano.
Espero y deseo que para entonces el PSOE no se acuerde de la sentencia del filósofo Peter Sloterdijk que decía: “Si somos humanos es que hemos fracasado”. Nos falta saber si la opinión de Turca, a la sazón, mascota de Pedro Sánchez, es lo suficientemente importante para el señor Presidente. Porque como decía el anuncio: “Ella no lo haría”.
José Luis Meléndez. Madrid, 25 de diciembre del 2022. Fuente de la imagen: EFE noticias
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