El señor Martínez ha pasado de la inacción e incumplimiento del Plan de Emergencias Invernales, a la rapidez a la hora de solicitar el Estado de Zona Catastrófica
Dos semanas después de su paso los efectos de Filomena aún se pueden ver y sentir por las calles y parques de Madrid. Efectos que no han recuperado ni recuperarán la normalidad de antaño. Porque el aspecto que ha dejado la borrasca en los barrios y en las caras de sus vecinos, no es ni será la misma de entonces. Las imágenes de los padres, de los profesores y de los vecinos despejando de nieve los accesos a los colegios, ante la falta de planificación y de recursos por parte del Consistorio madrileño, prevalecerán en nuestra memoria y en el subconsciente colectivo de las hemerotecas para nuestra desgracia.
Estoy seguro que muchos padres, madres y profesores se habrán acordado en esos momentos de las palabras que el alcalde de Madrid, en su Programa de Vuelta al Cole, aprovechó para dirigir y a la vez adoctrinar a los niños sin el permiso de sus padres y que permitió que fueran difundidas en un canal de Televisión público, como es Telemadrid, medio de comunicación sufragado por los impuestos de todos los madrileños. Ciudadanos pertenecientes como se sabe a distintas ideologías. “La derecha quiere que el dinero esté en vuestro bolsillo y la izquierda que suban los impuestos”, sentenció sin ruborizarse a los menores sentados y exhaustos en sus pupitres.
Se imagina uno la cara de los padres, de las madres, y de los profesores de estos niños pasando frío, mientras dejaban sus quehaceres diarios, para recoger la nieve que el Consistorio fue incapaz de quitar, intentando dotar de sentido estas palabras. ¿De qué les ha servido a estos ciudadanos pagar los impuestos a la derecha ejemplarizante del señor alcalde de Madrid, en unos momentos tan críticos y necesarios como el que han padecido durante diez días? ¿Para que como contrapartida realizaran la labor que tiene encomendada el personal municipal que entre todos, padres, madres, profesores y demás ciudadanos pagan religiosamente?
Hacía tiempo que un líder político no era tan cuestionado, ni recibía las críticas unánimes de la izquierda y de la derecha, incluidas las de Vox, ante la descoordinación que ha sobrepasado de sus funciones al alcalde y por ende al Consistorio madrileño. El lamentable acceso a los hospitales tuvo que ser llevado a cabo por vecinos que ofrecieron voluntariamente sus vehículos 4x4, para el traslado de pacientes, ya que tan solo un 20% de los servicios de emergencias – SAMUR, Bomberos, y Policía Municipal, contaban con cadenas reglamentarias. Como consecuencia de ello la UME se tuvo que emplear a fondo y realizar múltiples funciones competencia del Ayuntamiento. En definitiva, los impuestos pagados a la derecha del actual equipo municipal tampoco sirvieron para retirar las basuras que se amontonaron y convivieron con nosotros durante diez días.
Muchos ganaderos vieron impotentes como morían sus animales y todos los madrileños hemos sentido el dolor por las fracturas, el sufrimiento y las muertes de nuestros vecinos, los árboles. Muchos de ellos como consecuencia de la falta de mantenimiento y de poda a los que se han visto sometidos por parte de nuestro Consistorio. En la primera imagen se puede ver el estado en el cual se encuentra el parque de la calle Cuevas de Almanzora, situado en el barrio de Manoteras. En la segunda instantánea tomada el día 5 de enero , antes de la llegada de Filomena, se pueden observar varios pinos secos, como consecuencia de las obras que el Ayuntamiento realiza en la piscina de verano del barrio de Hortaleza.
Según la Dirección General de Gestión de Agua y Zonas Verdes del Ayuntamiento de Madrid, la cifra de árboles afectados es de 1,8 millones. 150.000, un 20% han afectado a las vías públicas, 64.140, un 12% a parques singulares, 403.000, un 64% a la Casa de Campo, y 32.500, un 68% del arbolado del Retiro. Filomena ha asolado de árboles el grueso de la capital, pero don José Luis aún sigue conservando su inquebrantable fe, en su bosque de arbolitos periférico, que a bien ha tenido en bautizar como Bosque metropolitano.
Al parecer los daños, las cifras y la masa verde que hemos perdido los madrileños entre la visita de Filomena y las talas indiscriminadas de don José Luis, no son suficientes como para que la salud y la paciencia de los ciudadanos se vea resentida. Por ello, ayer día 2, hizo acto de presencia en el barrio de Pacífico, perteneciente al distrito de Retiro, con objeto de poner la primera piedra a lo que será la futura base de Policía y SAMUR en dicha zona. La cuestión es que dicho proyecto - ¡oh, casualidad! -, contempla la tala de numerosos ejemplares de árboles, ante lo cual los vecinos, le han recibido en medio de silbidos y caceroladas.
Poco le ha durado la pena a don José Luis de los efectos del paso de Filomena por Madrid. Algo hasta cierto punto comprensible si se tiene en cuenta que está acostumbrado a deleitarse con el sufrimiento animal en las plazas de toros. Un gesto que se aleja del sentir de un inmenso número de ciudadanos que aún no se han recuperado de semejantes pérdidas. El alcalde no ha tenido siquiera la mínima sensibilidad a la hora de guardar unos días de luto ante la presencia de los cadáveres de árboles que aún permanecen en nuestros parques, esperando ser atendidos por el Decapitolio Municipal de Cibeles.
Resulta sorprendente y a la vez admirable el ver como la relación que mantienen los árboles y los animales con nuestro alcalde, es mucho más civilizada y respetuosa, que la que él ha demostrado de una forma reiterada e intencionada con dichas especies.
El señor alcalde incumplió el Plan de Emergencias Invernales - PEIAM -, el cual debió activar ante las alertas que le remitió la Agencia Estatal de Meteorología - AEMET -, las cuales predijeron con exactitud los veinte centímetros de nieve de espesor necesarios y suficientes para haber activado dicho plan. Y ha pasado de la inacción e incumplimiento del Plan de Emergencias Invernales, a la rapidez a la hora de solicitar el Estado de Zona Catastrófica, cuando lo realmente catastrófico ha sido su gestión, lo cual denota una evidente falta de sensibilidad y de responsabilidad para el cargo.
Los ciudadanos que pagaron sus impuestos y realizaron las labores propias del consistorio, en lugar de reclamar sus descuentos y solicitar las respectivas remuneraciones por sus trabajos, dan ejemplo y guardan silencio mientras recuerdan las palabras que el alcalde les dirigió a sus hijos, y que sentenciaban que el dinero era mejor que estuviera en los bolsillos de los ciudadanos. ¡Qué mejor ocasión para demostrar con hechos aquellas palabras…!
José Luis Meléndez. Madrid, 3 de febrero del 2021
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