¿Estaremos los madrileños ante los comienzos de una segunda “Fiesta" nacional...?
Hasta el día de hoy los madrileños desconocíamos la supuesta obsesión, o tal vez afición, que profesa nuestro alcalde, Martínez Almeida, por los árboles muertos. Hace unos días, en uno de los paseos que acostumbra a dar para encandilar a sus vecinos, más que para interesarse por sus problemas y opiniones, se le pudo ver deambulando por una de las galerías comerciales del Camino Viejo de Leganés, ubicado en el distrito de Carabanchel, acompañado por el Concejal de distrito. Imágenes que muchos telespectadores pudimos contemplar en el programa de televisión Todo es mentira, que presenta Risto Mejide, y que emite la cadena de televisión Cuatro.
Mientras dirigía su mirada a un carnicero, y a sus herramientas de trabajo, entre las cuales se encontraba una tabla de cortar, formada por una parte de tronco de árbol, don José Luis le manifestó a su propietario la belleza muerta de dicho ejemplar, quién sabe si también del negocio entero, y le preguntó a continuación si lo había heredado. Ante la respuesta negativa del comerciante, Míster Green 360 (3 árboles mal podados, 6 talados, y 0 repoblados), pudo comprobar que dicho resto cadavérico no pertenecía a ninguno de los centenares de árboles que hasta la fecha, en su corta legislatura, ha tenido el honor de talar, o lo que es lo mismo, de dejar sin vida, merced a su equipo conservador y de “conservación” de talas.
De llevarse a cabo la tala de 37 árboles en la Colonia El bosque, que en un principio pensaba realizar de espaldas a los vecinos, actos a los cuales, se le olvida, o no tiene tiempo de acudir don José Luis, como vecino de Hortaleza, tengo el gusto de emplazarle a que al menos esta vez tenga el detalle de acudir a dicho acto, para que al menos, nos firme algunos ejemplares de los que piensa ejecutar, desmembrar, igual o más de hermosos que el de su estimado comerciante, y que al parecer tanto admira. Serán al contrario que los del carnicero, unos restos que guardaremos, recordaremos, y veneraremos muchos vecinos de esos seres que nos acompañaron durante medio siglo, con el respeto y la dignidad que se merecen.
Además el alcalde tendrá de nuevo una excelente oportunidad, para darnos a los vecinos, las debidas y tardías explicaciones y disculpas, sobre las talas masivas e injustificadas que ha llevado a cabo, que está llevando por los distintos distritos de la capital, y que tal vez piensa llevar de ahora en adelante. Y como no, la de prometernos un mundo mucho más feliz y de happy flowers, gracias a la resurrección de ejemplares y especies que don José Luis tenga a bien elegir, que para eso Madrid, es su jardín privado.
Estoy seguro que tanto yo como mis vecinos, si llega el caso, sabremos agradecerle el daño que nos ha causado, el destrozo que ha hecho, y su incuestionable labor de “conservación” en cuanto a talas y zonas verdes se refiere. Esperamos al menos que la presente sirva para que el señor Martínez, haga honor al nombre de su Madrid 360, cuyo objetivo era el de reducir la contaminación de la ciudad, y dé esos trescientos sesenta grados reales en favor de los ciudadanos y de los árboles que eran, son, y esperamos sigan siendo vecinos de la Villa y Corte.
Yo como vecino, tendré el gusto de proponerle que dicha “conservación de talas”, sea una actividad que se vea incluida, junto con las corridas de toros en la Concejalía de Cultura. Porque matar sin anestesia y hacer de ello un espectáculo público, aún sigue siendo considerado un arte para algunos, en la España del siglo XXI.
¿Estaremos los madrileños ante el inicio de una segunda “Fiesta” nacional…?
José Luis Meléndez. Madrid, 16 de septiembre del 2020. Fuente de la imagen: wikimedia.commons.org
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