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15 de julio de 2019

Refugiados

Ya existen más refugiados por el clima que por la guerra

La joven heroína Carola Rackete ha cumplido con éxito su misión humanitaria, desafiando la ofensiva marítima del Ministro del Interior y líder de la Liga, Matteo Salvini: “He decidido entrar al puerto. Sé a lo que me arriesgo, pero los 42 refugiados a bordo están al límite. Les llevo a salvo. Espero que las autoridades europeas e italianas entiendan la situación”.

Tras 17 días a la deriva en el Mediterráneo la comandante de la nave Sea-watch 3, decidió desacatar una ley inhumana que le prohibía adentrarse en aguas italianas, atracar en alguno de sus puertos, y ofrecer auxilio a personas que huyendo de la guerra, decidieron en su desesperación, lanzarse al mar de la esperanza, y jugarse la vida en su intento.

Antes de tomar su decisión, Sea-Watch, ONG a la que pertenece Rackette, apeló al Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo, con la intención de que forzase a Italia a abrir sus puertas. Una petición que dicho órgano desestimó para forzar el desembarco por parte del gobierno italiano, al cual emplazó el tribunal a proporcionar la asistencia necesaria a la embarcación.

La proeza de Rackette no se debe a su intención de salvar vidas sino en la de permanecer durante dos semanas como uno de ellos a su lado, en jugarse su juventud con una pena que podría haberle costado 10 años de cárcel (además de una multa de 50.000 euros), y en conducirlos con vida a puerto seguro. Rackete lo tuvo claro y prefirió salvar las vidas de las personas que le acompañaban, gracias a un gesto humano y valiente, asumiendo quizás como propias las palabras de Óscar Camps (“De la cárcel se sale, del fondo del mar no”, o “antes presos que cómplices”), y a su llegada a la isla de Lampedusa fue detenida por la policía costera.

Posteriormente fue puesta a disposición judicial pero la juez de instrucción desestimó los cargos que pesaban contra ella, alegando que había cumplido con su deber: “El deber de socorro no termina en el mero embarque a bordo de náufragos, sino en su conducción a puerto seguro”. Con esta resolución la juez no solo da la razón a la Comandante, sino que pone en evidencia la actitud pasiva y cómplice de los socios europeos, así como su falta de compromiso ante un drama humanitario, que lejos de remitir, va en aumento. España el año pasado adquirió durante seis meses el compromiso de acoger estos barcos, pero en enero dejó de auxiliar a los migrantes rescatados en zonas que no eran de su competencia, e impidió la salida de naves con bandera española que ejerciesen esta actividad.

La actividad propagandística de Salvini como demuestra una encuesta realizada recientemente por el Instituto Cattaneo está influyendo sobre los italianos, proporcionándoles una visión distorsionada de la realidad. Según dicho estudio, la mayoría de ciudadanos del país vecino piensan que los inmigrantes de procedencia no europea son de un 25%, cuando la realidad es de un 7%. Se entiende por tanto que una mayoría de ciudadanos respalden las políticas anti-inmigratorias del Ministro de Interior y líder de la Liga.

Il capitano, apodo con el cual se dirigen a él sus admiradores ha centrado sus críticas, sus actuaciones, y sus groseras, irrespetuosas e inaceptables descalificaciones sobre los inmigrantes, en lugar de hacerlo sobre las mafias. Una actitud que ha provocado algún que otro enfrentamiento con el Movimiento 5 Estrellas, partido populista que forma coalición junto a la Liga.

Los países europeos han desactivado el plan inicial que contemplaba la creación de un sistema de cuotas de acogida que facilitaba el rescate y desembarco de los migrantes bloqueados durante días en alta mar, lo cual ha contribuido a una mayor llegada de MENAS (menores no acompañados), a las costas españolas.

Además de injusta, cruel e inmoral, la política inmigratoria del viejo continente atenta contra sus propios intereses. La baja tasa de natalidad y el envejecimiento de la población de alguno de sus países, podría verse mejorada y disminuido respectivamente, gracias a la llegada de estas personas. España muestra un alarmante déficit poblacional en sus zonas rurales. Se hace por tanto urgente la supervisión de los tratados internacionales, con objeto de regular una inmigración regulada y que no contravenga como ahora los derechos fundamentales de las personas. Porque penalizar a las ONG que salvan vidas, y no a los países cómplices que consienten dichas muertes, supone contribuir y a la vez vulnerar de una forma indirecta los derechos humanos.

El último informe de la ONU sobre desplazamientos indica que ya existen más refugiados por el clima que por la guerra (17,2 millones de desplazamientos por desastres naturales durante 2018, frente a los 6,4 millones motivados por conflictos bélicos o de violencia. Por si estos datos fueran poco significativos, el Banco Mundial vaticina que en 2050 el número de migrantes climáticos superará los 140 millones solo en América Latina, Asia Meridional, y el sur del Sáhara.

¿Se habrán dado cuenta para entonces los tripulantes y líderes planetarios, que todos somos pasajeros de una misma y única nave…?

José Luis Meléndez. Madrid, 13 de julio del 2019
Fuente de la imagen: wikimedia.commons.org

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