No se puede pisar la cultura, las reflexiones, ni los sentimientos
Hace aproximadamente un mes el Ayuntamiento me propuso ceder alguno de mis versos, con objeto de escribirlos en algún paso de cebra de la ciudad. Al principio la idea de "Versos al paso", sonaba bien, pero luego lo pensé. El caso es que he hecho caso omiso a la propuesta, porque no me gusta que pisen mis versos los peatones, las ruedas de las bicicletas, de los cochecitos, de los carros, y menos que le cayera a alguno de ellos, alguna mancha o escupitajo.
Hoy he visto por primera vez una de esas inscripciones. Me he tenido que apartar dentro del paso de cebra, para no pisar los versos de uno de mis compañeros, ya que vengo a la biblioteca con un carrito. Amanda piensa igual que yo, es decir, que la cultura tiene que estar en las bibliotecas. Creo que mejor hubiera sido llevar esa misma idea a las bibliotecas, de forma que los lectores hubieran podido hablar con los autores, e incluso firmarles algún ejemplar que ya tuvieran.
No existe ningún otro motivo. Agradezco al Consistorio que se haya acordado de mí. Me siento mejor habiéndole entregado a una Unidad suya como es la UMA (Unidad de Medio Ambiente de la Policía Municipal de Madrid), un poema sincero, íntegro, espontáneo y sin ningún tipo de publicidad por mi parte.
Respeto la iniciativa, y siento como vecino de Madrid enormemente no poder participar en el evento, ni corresponder al ofrecimiento, pero pienso que los poetas además de escribir con el corazón, hemos de ser consecuentes y de actuar de acuerdo a sus principios y directrices: no se puede pisar la cultura, las reflexiones, ni los sentimientos.
José Luis Meléndez. Madrid, 8 de octubre del 2018
Hace aproximadamente un mes el Ayuntamiento me propuso ceder alguno de mis versos, con objeto de escribirlos en algún paso de cebra de la ciudad. Al principio la idea de "Versos al paso", sonaba bien, pero luego lo pensé. El caso es que he hecho caso omiso a la propuesta, porque no me gusta que pisen mis versos los peatones, las ruedas de las bicicletas, de los cochecitos, de los carros, y menos que le cayera a alguno de ellos, alguna mancha o escupitajo.
Hoy he visto por primera vez una de esas inscripciones. Me he tenido que apartar dentro del paso de cebra, para no pisar los versos de uno de mis compañeros, ya que vengo a la biblioteca con un carrito. Amanda piensa igual que yo, es decir, que la cultura tiene que estar en las bibliotecas. Creo que mejor hubiera sido llevar esa misma idea a las bibliotecas, de forma que los lectores hubieran podido hablar con los autores, e incluso firmarles algún ejemplar que ya tuvieran.
No existe ningún otro motivo. Agradezco al Consistorio que se haya acordado de mí. Me siento mejor habiéndole entregado a una Unidad suya como es la UMA (Unidad de Medio Ambiente de la Policía Municipal de Madrid), un poema sincero, íntegro, espontáneo y sin ningún tipo de publicidad por mi parte.
Respeto la iniciativa, y siento como vecino de Madrid enormemente no poder participar en el evento, ni corresponder al ofrecimiento, pero pienso que los poetas además de escribir con el corazón, hemos de ser consecuentes y de actuar de acuerdo a sus principios y directrices: no se puede pisar la cultura, las reflexiones, ni los sentimientos.
José Luis Meléndez. Madrid, 8 de octubre del 2018
No hay comentarios:
Publicar un comentario