Los hay que prefieren no implicarse ni comprometerse con la excusa del amor romántico, cuando en lo que no creen es en el amor de pareja.
¿Llegará el día en el que en lugar de rosas, regalemos rosales? (los hay muy pequeños y luego se pueden plantar en los jardines públicos para deleite de todos, regalar a algún conocido que tenga jardín o casa en el pueblo, o en último recurso a algún vivero, asociación o Institución. Y además se pueden sentir y disfrutar durante todo el año, no durante unos días).
¡Qué manía y qué egoísmo más tonto! Utilizar las flores para decirnos lo que podemos expresarnos con actos durante todo el año (trabajos manuales, textos, momentos que salen de nosotros y no de un mercado que nos dice lo que es habitual regalar). Como si lo habitual estuviera en consonancia con lo lógico y emocional. ¡Qué desprecio hacia la naturaleza! Quedarnos con su parte bella y no con lo que realmente es. Lo realmente bello es ver cómo crece a tu lado un ser por el cual te interesas y al cual mimas día a día. Lo demás es postureo e hipocresía.
¿Qué emoción personal transmite un ramo de flores cortado para la ocasión? Falta de empatía con respecto a la vida de los demás seres y falta de originalidad, por supuesto. Amor, desde luego que no. El amor no se puede demostrar nunca con algo externo. Así que no nos engañemos, que en el mercado del amor hay mucha mentira y manipulación. Y sin embargo nadie lo evidencia. ¡Qué curioso! Ni siquiera los detractores del amor romántico, que ya es decir. "El amor romántico es posesivo", según dicen, pero regalar obsequios a los amigos, amantes e incluso familiares no lo es.
El poliamor, los cuernos y las orgías sin embargo no son nada posesivos. Ni siquiera el amor libre. Puedes salir con todos los hombres y mujeres que quieras, y follar sin limitaciones, porque follar al parecer es un acto libre, pero hacer el amor es un acto posesivo.
En el poliamor, según sus seguidores, no hay exclusividad sexual ni afectiva, por lo tanto, se pueden establecer vínculos románticos y sexo-afectivos, vínculos románticos sin sexo, o solo vínculos sexuales. Vamos, una mezcla de lo que se entiende por amor platónico, follamigos o amantes de toda la vida, pero excluyendo según el tipo de relación de que se trate, la palabra amor (los poliamores como vemos tienen la mentalidad muy abierta pero la afectividad más restringida e interesada).
Entiendo por tanto el poliamor como una relación en la cual le ponen a uno/a los cuernos en presencia de sus amantes, amigas/os o follamigas/os, con el previo consentimiento de cada una de ellas. Una nueva forma de romanticismo visto desde un punto de vista más interesado y carnal, al existir más individuos que participan en sus poliorgías individuales o colectivas.
¡Qué lástima! Los poliamores que "poseen" la verdad de los polinstintos poliorgásmicos no han tenido siquiera una ocasión para creer en el romanticismo clásico, es decir, el dirigido a una sola persona. Qué malos son los demás y que buenos los que prefieren no implicarse ni comprometerse con la excusa del amor romántico, cuando en lo que no creen es en el amor de pareja.
Así que visto lo visto, me quedo con los hippies. En primer lugar porque ellos fueron los verdaderos pioneros de lo que hoy se conoce como amor libre (como vemos no escondían el término "amor"). En segundo lugar, porque además de poliamorosos eran polipacíficos. Y en tercer lugar, porque tenían una conciencia más ecológica. Es decir, amaban mucho más que los poliamores, ya que además de hacer el amor con su especie, respetaban a todas las demás criaturas.
José Luis Meléndez. Madrid, 10 de octubre del 2023. Fuente de la imagen: wikimedia.commons.org
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