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29 de mayo de 2023

No se molesten

La muerte de Gala no es una ida sino una vuelta al lugar en el que ya estuvo

Lamentablemente no ha sido un final sorpresivo. Tenía un cáncer de colon, uno de los peores pronósticos que puede recibirse a esa avanzada edad. La naturaleza y la sociedad han sido injustas con Gala. La primera por pagarle de esta forma su gran contribución y la segunda por mirar hacia otro lado durante su larga enfermedad y por dejarse llevar por temas más livianos.

La vida por el contrario ha sido generosa con él y ha sabido corresponderle merced a su dedicación y a su talento. Antonio Gala ha sido como dramaturgo, poeta, novelista, ensayista y columnista en "El Mundo", a través de La Tronera, nombre que el mismo puso al espacio que dicho diario le ofreció, uno de los escritores más prolíficos y versátiles de la Lengua española.

Cada día me siento más solo cuando prescindo de la multitud de cuerpos que me circundan a lo largo y ancho del día. La verdadera soledad no se siente cuando uno está solo, físicamente, sino cuando alguien que ha penetrado en tu interior, se ha ido. Entonces esa soledad adquiere por momentos sentimientos de orfandad.

Antonio Gala ha sido un hombre profundo y comprometido. Los dos hemos compartido la misma amante: esa soledad elegida desde la cual lograba elevarse y desde la cual compartía sus reflexiones. Una soledad que eligió desde sus inicios cuando decidió dedicar su vida a la Cartuja. Hasta que los monjes le hicieron ver, como el mismo confesó, que ese no era su sitio. Siento una enorme tristeza al ver como la muerte de un hombre de la talla de Gala, haya pasado casi inadvertida o de refilón, si se quiere.

A veces pienso, conociéndole a través de sus escritos, pero sobre todo a través de sus conversaciones con Quintero, que no ha sido casual que haya elegido este día para irse. En primer lugar porque era un hombre que no buscaba el éxito y por tanto, pienso que deseaba irse en paz, sin que nadie le diese el tostón. En segundo lugar porque era una forma de irse haciendo un corte de mangas al poder (se fue el día de las elecciones). Poder que le sedujo y que no ha sabido corresponderle, aunque de haberlo intentado, estoy seguro que Gala hubiera declinado dicha invitación, como buen intelectual independiente que fue.

No me imagino un futuro sin Antonio Gala. La orfandad intelectual y emocional que deja no es para menos. Supongo que le ha sido fácil elevarse. Era una sensación que ya tenía lo suficientemente interiorizada.

Lamento no haber podido acompañarle en su despedida, como se merecía, pero me quedo tranquilo cuando recuerdo una de tus frases: "No se molesten, conozco la salida", frase que hizo pública después de experimentar una muerte clínica que a punto estuvo de llevarle.

Durante esa experiencia extrasensorial pudo revivir momentos importantes de su vida, según palabras suyas, presentados como en una especie de retablo, mientras experimentaba una gran sensación de paz y de bienestar, según le manifestó a su amigo Jesús Quintero, en una de sus enriquecedores diálogos.

Su muerte, por tanto, no es una ida sino una vuelta al lugar en el que ya estuvo y del que tanto le costó venir. No había cumplido su misión, según le dijeron. Esta vez si que podrá disfrutar de la paz que tanto anhelaba y que en más de una ocasión le negaron.

¡Descansa en paz!, Maestro. Al lado de Troilo, tu amada e inseparable mascota.

José Luis Meléndez. Madrid, 29 de mayo del 2023. Fuente de la imagen: wikimedia.commons.org

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