Habiendo solo obligaciones, habrá menos conflictos humanos
Hay que entender al Portavoz del Psoe en el Congreso cuando habla. Porque muchos ciudadanos, entre los cuales me encuentro, a veces, no prestamos la debida atención a sus palabras. Si el Psoe dice que está a favor de una ley, como la del Bienestar Animal y luego se echa atrás, rectificando y diciendo, después de escuchar a la Real Federación Española de Caza (en lugar de a sus afiliados, simpatizantes, socios, votantes y ciudadanos), que excluye a los perros de caza, debemos además de entenderle, procurar comprenderle, sin tergiversar sus palabras.
Y si, en una rueda de prensa, después de tomar esta decisión unilateral, afirma que “haríamos” una ley nacional (en lugar de “haremos”) específica para los animales de trabajo, tenemos la obligación de creerle, a pesar de las afirmaciones cambiantes y contradictorias de su formación.
¡Qué lástima!, por no decir, ¡qué sorpresa! El Psoe, ha excluido de la Ley de Bienestar Animal a los perros de caza, para evitar conflictos entre Comunidades Autónomas y con Europa. Pero parece que al Psoe se le han olvidado los toros y los animales maltratados en los festejos, con los cuales si estamos desde hace siglos en conflicto no solo con Europa, sino con el resto del mundo y del universo. En fin, un despiste, lo tiene cualquiera.
A ver, el que una gran parte de españoles pensemos que los animales, sobre todo de una misma especie, deben tener los mismos derechos, no quiere decir que estemos ni en lo justo, ni en lo cierto. Por ejemplo, el Toro de la Vega, no podía tener los mismos derechos que los toros propiamente dichos. Por ello, el Psoe, defendió por medio de su alcalde de Tordesillas, que el Toro de la Vega, debía de tener otras obligaciones que los toros tradicionales o los correbous y debía ser lanceado por multitud de vecinos durante horas hasta darle muerte cruel.
Y un ganso de corral no puede tener las mismas obligaciones que un ganso de una fiesta popular al cual se le debe arrancar el cuello, mientras es colgado boca abajo por los vecinos que se animen a divertirse y a participar en dichos actos culturales. De esta forma, habiendo solo obligaciones, habrá menos conflictos humanos, a costa de los animales, claro está. Ahora se entiende mejor, ¿verdad?
Yo después de hacer un esfuerzo lo he entendido. Es preferible dar la razón a los cazadores que votan que a los animales que en lugar de matar salvan vidas humanas. Es la mejor forma de considerar su trabajo, acordándose de ellos cuando tienen que cumplir sus obligaciones, como ahora en Siria y Turquía, en lugar de cuando hay que protegerlos con derechos, como ellos protegen nuestro derecho a la vida, con sus actuaciones.
¡Brindemos por los animales desprotegidos! La ley ha salido adelante y eso es lo que cuenta para sus futuros electores. Llevemos el pin de la agenda 2030 con orgullo, en la solapa, al lado del corazón y paseémosla sin ningún conflicto moral ni de conciencia por el resto de Europa. Los animales de trabajo no forman parte del medio ambiente aunque trabajan en él y por él.
Si el Psoe se ha reunido con la Real Federación Española de Caza a la hora de defender los derechos de los animales, excluyendo a asociaciones que abogan por la defensa del bienestar animal, no sería nada descartable que en breve se reúnan con los pirómanos a la hora de apagar los incendios que asolan y desertifican nuestro país. Los pirómanos también contribuyen a la actividad económica de nuestro país, creando nuevas zonas urbanizables.
¡Enhorabuena! La Realísima Federación Española de Caza ha pasado a ser el nuevo socio del gobierno. Ya no hace falta ningún referéndum sobre la Tauromaquia para adaptarnos con nuestros socios y no entrar en conflicto con sus respectivas legislaciones y sensibilidades. El Psoe ha firmado su primer pacto de Estado con las derechas a costa de los más débiles, que curiosamente son capaces de aportarnos algo más importante que beneficios económicos a la sociedad, como son el salvamento de vidas.
Ha nacido el primer partido doblemente taurino, al que no le ha importado poner los cuernos a sus votantes pactando con la derecha y la ultraderecha de la Plaza de Colón. La igual-dá del Psoe ha pasado a ser directamente proporcional a su acercamiento a las fuerzas conservadoras y ultraconservadoras. El Psoe ahora es un partido moderado en las formas aunque no tanto en el fondo. Él si que puede tergiversar su mensaje de cara a los electores, pero nadie, nunca, bajo ningún concepto, debe tergiversar las palabras ni de su portavoz ni el de dicha formación.
Los ciudadanos seguiremos reciclando envases estimulados por los colores de la Agenda 2030, mientras algunos sigan separando a sus crías de sus padres y otros retrocedan al año 2003 a. de. C. Y reconociendo que la caza no es un delito de odio sino una actividad económica y una muestra de amor hacia la naturaleza y el medio ambiente. Que los cazadores no pueden cazar si no van acompañados por perros que les ayuden.
Que la igualdad animal es un concepto muy difícil de asumir por un partido progresista. Que los animales de compañía no pueden tener los mismos derechos que los animales de trabajo. Y que los animales de trabajo o de negocio, no deben bajo ningún concepto tener los mismos derechos que los animales de ocio o de diversión, como los toros o los incluidos en festejos rurales.
Hagamos este esfuerzo y ayudemos a un Psoe que no puede ni parece muy animado a proteger a todos los animales, cuando dice “haríamos”, en lugar de “haremos”. ¿O acaso nosotros no “votaríamos” lo mismo que hace unos años? Pues eso…
José Luis Meléndez. Madrid, 11 de febrero del 2023. Fuente de la imagen: Román G. Aguilera. EFE.
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