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9 de enero de 2021

La Mono Orquesta

Esperemos que don José Luis, antes de su emotiva marcha, dote a la Mono Orquesta Filármónica Municipal de Motosierras de Madrid, de algunos instrumentos más

El twist a los reyes magos que se marcó el alcalde de Madrid el cuatro de enero, mientras su equipo talaba este árbol de setenta años, en el barrio de Manoteras, pasará a la historia de Madrid, como uno de los más macabros de la Villa y Corte.

Son las 08:30 de la mañana. La hora que suele elegir el alcalde de Madrid para talar los árboles, y de paso despertar a los vecinos que trabajan de noche, que intentan conciliar el sueño en estos días de vacaciones, o que acaban de iniciar su jornada de teletrabajo.

No hay mejor día en el año, ni hora más apropiada para recibir el nuevo año, mientras uno desayuna, con la única pieza, y el único concierto con el cual suele deleitarnos a los vecinos del barrio, del distrito, y de la ciudad de Madrid, la Mono Orquesta Filarmónica Municipal de Motosierras de Madrid, su fundador y maestro, don José Luis Martínez, merced a la gentileza y a la extraordinaria sensibilidad de sus dotes musicales e interpretativas, las cuales logra materializar gracias a su inseparable e implacable batuta o bastón de mando.

Don José Luis como se sabe es un gran melómano, afición que ha sabido compaginar a la perfección con otro de sus grandes hobbies, como es la tala de árboles. Una performance real de dos horas de duración, que suele ser interpretada por los músicos que con sus mismos instrumentos, suelen trepar por los árboles, hasta acabar con la vida de los homenajeados.

Un arte que en el último año está creando tendencia y adquiriendo matices de fiesta, como consecuencia de la pasión con la que el actual equipo municipal (PP, C´s, Vox), sacrifican a árboles inocentes, haciendo de ello un espectáculo público. Un arte que a juzgar por los hechos, guarda ciertas similitudes con la tauromaquia, motivo por el cual, bien podría calificarse, como Arbomaquia.

Hasta ahora la temporada de podas y de tala ha sido respetada escrupulosamente por los distintos gobiernos municipales. Un periodo que se ha saltado a la torera – nunca mejor dicho -, el actual equipo, tal vez debido a su virginidad, al desconocimiento del actual equipo o a la falta de respeto y de compromiso con el medio ambiente, que al parecer el Proyecto Madrid 360, no contempla.

Claro, que si se tiene en cuenta que para el señor Martínez (Almeida), y para la señora Villacís, un conjunto de arbolitos menores de edad forman un bosque, cabría preguntarse en base a los centenares de árboles medio centenarios que lleva talados el actual consistorio (PP, C´s, Vox), cuántos bosques metropolitanos habrá talado dicho grupo hasta la fecha de hoy en su corta legislatura.

Sin ir más lejos, el ejemplar de setenta años ejecutado en el día de hoy con la anuencia del Concejal de distrito, don Alberto Serrano (C´s), equivale si no a un bosque metropolitano de los del señor Martínez (Almeida), a un parque de siete ejemplares de cualquier distrito del municipio de Madrid. Y si ya puestos, aprovechamos y sumamos la edad de los árboles talados y la restamos de las exiguas repoblaciones que don José Luis lleva a cabo, podremos hacernos una ligera idea de los años que hemos retrocedido en materia de medio ambiente, y de salud pública, gracias a las políticas de deforestación que dicho equipo lleva a cabo en el interior de la capital. Talas que como se puede apreciar en la imagen el consistorio considera, confunde y tipifica como podas.

Me imagino la enorme emoción que le hará al oso representativo de nuestra ciudad, pasear dentro de diez años, por el bosque metropolitano del señor Martinez & asociados, y la inmensa soledad y pena que debe padecer desde hace meses nuestro madroño, al ver como se peatonaliza y de despoja a la ciudad de ejemplares y especies arbóreas ejecutadas injustamente como consecuencia de la talametosis que padece nuestro gobierno municipal.

Malas podas que provocan  con el tiempo la inclinación y posterior caída del arbolado, así como el tronchamiento de ramas, con el respectivo sobresalto y la gran perplejidad de los vecinos, que han de dar aviso a las respectivas instituciones, como consecuencia de la mala supervisión de nuestros parques y  de nuestros árboles.

Atrás quedaron el ejemplo y la coherencia que la ex alcaldesa, Manuela Carmena, antecesora del actual regidor municipal, y sus trayectos en transporte público  a Cibeles. Don José Luis, por el contrario prefiere utilizar su moto, mientras fomenta el uso del metro o del autobús o anima a andar a sus vecinos,  gracias a las obras de peatonalización, que suponen el sacrificio de muchos árboles, o a montar en bicicleta por los carriles - bici de la ciudad. Lo mismo dicta normas de distanciamiento y de uso de mascarilla, que las incumple cuando acude a alguna que otra cena social, o tala árboles en el interior mientras planta arbolitos en el extrarradio de la capital.

Dentro de unos días, el consistorio ofrecerá a sus vecinos la posibilidad de plantar gratuitamente algunos de estos arbolitos para que la ciudadanía, los empresarios, y el fondo europeo, compensen la tala y la deforestación interior a que ha llevado a cabo su equipo a la capital y a la cual y al contrario que con las plantaciones, no suelen acudir ninguno de los miembros del ayuntamiento, en un mínimo gesto de luto.

El anillo verde es el símbolo con el cual, el alcalde de Madrid pretende prometerse y comprometerse a futuro con la ciudad de Madrid. Un corredorcito que contará a su vez con un centro medioambiental que intentará fomentar las políticas en materia de cambio climático que el señor alcalde, como ha quedado patente, no tiene a bien aplicarse. El  señor Martínez ya es capaz de ver e incluso de respirar el bosque del futuro que muchos madrileños no llegarán a conocer, ya que para entonces, habrán fallecido, con la pena añadida de haber contribuido con sus impuestos o su esfuerzo a ello.

Unas experiencias, en definitiva enriquecedoras sobre todo para las arcas del consistorio, y para la salud de los participantes, los cuales tendrán la oportunidad mientras plantan algunas de las especies, de respirar un aire más tóxico que el que los madrileños respiraban antes de la llegada de la formación del señor Martínez (Almeida) al palacio de Cibeles.

Esperemos, aunque sea de una forma escéptica, que don José Luis, antes de su emotiva marcha, dote a la Mono Orquesta Filarmónica Municipal de Motosierras de Madrid y otras lindes, de algunos instrumentos más, tales como azadas, rastrillos, palas o mangueras. Confiemos en ello, y en que en vez de pensar en árboles – asunto muy poco probable -, al menos dignifique la profesión de sus músicos, y con ello sitúe a esta ciudad al nivel que  como capital de España se merece. Vitoria hace años que lo ha conseguido y aún sigue dando ejemplo de ello.

José Luis Meléndez. Madrid, 4 de enero de 2021

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