Traductor

17 de febrero de 2019

Constitucionalismo partidista


Unos hablan de la Constitución, y otros se sientan a defenderla...

La serpiente tricéfala y venenosa de la derecha española, ha manifestado hoy su alegría y su entusiasmo por triplicado, ante la grave situación institucional que atraviesa España, lo cual entra dentro lo normal, sabiendo que todos comparten la misma sangre, el mismo cuerpo, y la misma alma.

Es un gran logro, y una gran noticia para la Hidra de Lerna, haber devuelto a los españoles los problemas que estos les confiaron esperando de ellos, alguna solución, o al menos alguna propuesta en asuntos de Estado. Es una buena noticia para la derecha reaccionaria de este país, haber sacado a los ciudadanos a la calle para poner contra las cuerdas a un gobierno legítimo, para a continuación corresponderles negándoles unas políticas sociales con las que el gobierno socialista de Pedro Sánchez pretendía destinar a todos los españoles a los que la derecha arrebató años atrás por vía de decreto.

Esa ha sido la forma civilizada y moderada de hacer oposición de Estado: el “no” a mejorar la dignidad personal, la situación social por la que atraviesan muchos españoles, y en definitiva la dignidad de España. La nueva política del siglo XXI de D. Alberto Carlos Rivera (antiguo nombre español del líder de Ciudadanos): vivir del conflicto sin ofrecer soluciones a los mismos con objeto de rentabilizar a costa del sufrimiento de mucha gente su posición en el arco parlamentario. Intentando unir a unos pocos españoles en las plazas, incapaz de ofrecer como español y político una auténtica unidad con su pueblo natal con el resto de españoles a través del diálogo.

Una muestra más que evidente de cómo el amor que unos dicen sentir hacia España, es inversamente proporcional al que han demostrado durante esta legislatura. He aquí su auténtico programa electoral: el de los actos y no el de las palabras. He aquí la solidaridad y la sensibilidad que la derecha ha demostrado hacia la gran mayoría de españolas y españoles que han sufrido y aun padecen una situación precaria. He aquí su igualdad constitucional.

Las derechas han trabajado tanto y tan duro por los españoles, que nadie les puede negar ese inmerecido descanso que les permita unos meses más seguir ensimismados en sus propios intereses, en sus propias palabras, en lugar de en sus actos, ante la falta de proyecto ante esa España que dicen amar. Un buen momento sin duda para esa derecha egoísta y holgazana, y una gran decepción para todos los españoles, que han visto con sus propios ojos, quiénes han puesto en marcha el carro de la legislatura, atendiendo y resolviendo los problemas de los españoles a través del diálogo dentro del marco constitucional, y quiénes se han dedicado a poner palos en las ruedas anteponiendo sus intereses personales y de partido hasta hacerse bajar del mismo aquellos que sí que tenían un proyecto social, económico y solidario para este país, y al que como se ha demostrado quieren mejor del que algunos dicen amarlo, sin verse en la necesidad de vanagloriarse por ello, porque forma parte de sus principios.

No han sabido aquellos que se han erigido en constitucionalistas sentarse a la mesa con la Constitución en la mano, de una forma valiente para buscar una solución moderada, dialogada y constitucional al problema del Estado con Cataluña. Los españoles se han dado cuenta y han visto quienes han vivido y viven hablando de la Constitución, y quienes han tenido el honor, el valor y la altura de Estado de sentarse en la mesa con ella y defenderla, antes de hacer un uso restringido y de enfrentamiento entre españoles (unos hablan de la Constitución, y otros se sientan a defenderla).

Una Constitución que la derecha ha utilizado, utiliza y utilizará como un manual de instrucciones, más que como un marco de garantías, de derechos y de libertades que representan a todas y a todos los españoles. He ahí la diferencia entre la utilización restringida que hace el liberalismo constitucional del señor Rivera y del socialismo integrador y la aplicación de la Constitución social que ha llevado y llevará a cabo el socialismo de Pedro Sánchez. Partido y líder a los cuales no les hace falta presumir de patriotas por los numerosos socialistas que entregaron su vida no solo por ella defendiendo las libertades y los derechos de todos los españoles, incluida la de la propia derecha que tanta impaciencia muestra por votar en lugar de solucionar los problemas de la gente, y que tiempos atrás permaneció callada en su silencio cómplice.

Es difícil entender y más aún encajar el transformismo ideológico llevado a cabo durante los siglos XX y XXI por parte del señor Rivera si uno tiene en cuenta su trayectoria política como ex afiliado del PP, como hipotético adalid del centro, más tarde como socialdemócrata, luego como liberal , y ahora como partícipe indirecto en gobiernos con la derecha radical.

La moda de primavera se ha adelantado este año y ha vuelto al Congreso. Se desconocen los próximos diseños que elegirá e incluirá en su fondo de armario D. Alberto Carlos en las próximas convocatorias electorales, a juzgar por su sorprendente capacidad de camuflaje ideológico, aunque si ha apostado por dos colores muy atrevidos para la próxima temporada, como son el verde y el azul. Parece que para algunos la política es una moda, más que una cuestión de principios.

José Luis Meléndez. Madrid, 15 de febrero de 2019
Fuente de la imagen: wikimedia.commons.org

No hay comentarios:

Publicar un comentario