El error ha sido presentarse a las elecciones, sin una identidad ideológica
Muchos electores han acudido a las urnas imaginándose la convocatoria de un posible referéndum de salida de España del euro
Es probable que los españoles, en el momento de depositar su voto, no hayan perdonado ni olvidado los decretazos, derechazos y corruptelas del PP hasta el último momento. Pero en última instancia, han optado por otorgar su confianza al partido conservador, a sabiendas de que el Partido Popular, va a verse obligado esta legislatura a ser un partido más dialogante, que le permita llegar a acuerdos con las demás fuerzas. Esto ha animado el voto del centro derecha tradicional que ha preferido acudir a la llamada del voto útil que le ha ofrecido el Pepé, con objeto de evitar el temido sorpasso de Podemos a los conservadores, lo cual ha provocado un voto reflexivo y maduro gestionado por equipos con experiencia.
Los electores han acudido a las urnas imaginándose la convocatoria de un posible referéndum de salida de España del euro, propiciado por la única fuerza capaz de ello. El bloque restante de centro izquierda moderado, representado por el PSOE y C´s, también ha sido castigado con la pérdida de más de trece escaños. El PSOE ha obtenido el peor resultado de su historia, no tanto por su mala campaña, como por el número de partidos que concurren a las elecciones, lo cual ha fragmentado el voto entre las demás fuerzas. Como contrapartida, Pedro Sánchez, ha evitado el sorpasso de Podemos que vaticinaban las encuestas, lo cual ha afianzado su liderazgo, hasta la convocatoria del próximo congreso que mantengan los socialistas.
Es posible que muchos votantes del PP, que en su día votaron a Ciudadanos, hayan castigado a esta formación, por llegar a acuerdos con el PSOE, antes de hacerlo con el Partido Popular. El PSOE, ha logrado captar votos de Podemos y movilizar a su electorado. El bloqueo de Iglesias a la hora de dar su apoyo a este partido y a Ciudadanos las elecciones pasadas, el efecto Brexit, y el fantasma de la celebración de un posible referéndum en España, ante una hipotética victoria de Podemos, han provocado una fuga del voto constitucionalista al PSOE.
El debate postelectoral, ha estado curiosamente más centrado en el más de un millón de votos que ha perdido Podemos, que en el crecimiento que ha experimentado el Partido Popular. Podemos ha confiado y apoyado su estrategia en unas encuestas que han resultado estar infladas, a excepción de la publicada por el Periódico de Cataluña, que no contemplaba el adelantamiento de Podemos al PSOE.
Miedo: de la remontada a la espantada
Las reflexiones internas, han obligado al ala dura y centralista de Iglesias, a virar hacia el sector moderado y federal, representado por Errejón
Ante la pérdida de casi un millón cien mil votos, Podemos a diferencia de otros partidos, ha mantenido en los días posteriores, reuniones en sus círculos, con objeto de dilucidar los motivos de dicha pérdida de confianza, por parte de sus electores. La formación ha concluido, que el miedo, ha sido el factor determinante. Esta afirmación, lleva en sí implícito el reconocimiento de un peligro real, que a su vez ha provocado un sentimiento idéntico y recíproco, dentro de la organización, como así ha reconocido el propio Errejón: "Si hay un miedo que comparten los millones de ciudadanos, este es más real que cualquier otra cosa". Con estas palabras, Errejón (Secretario Político y Director de campaña), exime a las demás fuerzas de haber utilizado un miedo infundado e irreal, como arma electoral.
Algo más temeroso, pesimista e inseguro, se ha mostrado, el actual líder de Podemos, Pablo Iglesias, sobre el futuro incierto que se cierne sobre la formación: "Convertirse en un partido normal, entraña menos oportunidades, pero al mismo tiempo, importantes ventajas, por lo que no estoy seguro que el proyecto sobreviva. Eso me impresiona. Incluso me acojona". "No hay garantía de que nos vaya bien. No sabemos si nos va a ir bien". "Puede ser que ganemos las elecciones en cuatro años, o que nos demos una hostia, de proporciones bíblicas".
En similares términos se ha mostrado Iglesias, en cuanto al inminente reto de transformación, normalización y representación que la formación tiene que acometer de ahora en adelante, como es la de diseñar su propio equipo parlamentario en el Congreso de los Diputados: "No está claro que sea el escenario más cómodo y el más eficaz políticamente para nosotros". "Hay muchas culturas políticas y muchas personalidades. Está por ver si somos capaces de ser el núcleo irradiador. No está claro poder conseguirlo". Para ello ha mostrado su disposición a la hora de actualizar sus formas, con objeto de ser un partido "más sexy": "Se acabó la gramática que a nosotros nos permitía jugar con cierta soltura", ha declarado Iglesias. Las reflexiones internas, han obligado al ala dura y centralista de Iglesias, a virar hacia el sector moderado y federal, representado por Errejón.
El miedo: causas y motivos
Cabría preguntarse cuáles han sido los motivos reales que han infundido temor en la sociedad española
¿Fue el proceso de reflexión abierto por Podemos, abordado con la suficiente profundidad? A tenor de las declaraciones de Iglesias ("nunca sabremos los motivos reales"), todo parece indicar que no ha sido así. Cabría preguntarse entonces, cuáles han sido los motivos reales que han infundido temor en la sociedad española: ¿Ha existido un miedo al programa electoral?, ¿al/ los líderes?, ¿al partido?, ¿a otros factores externos?, ¿al diseño y estructura de la campaña?, ¿a las estrategias llevadas a cabo?, ¿a las políticas futuras que pensaba llevar a cabo Podemos?
1.- El Programa:
El proyecto de incompatibilidad con el euro, que el representante económico del PSOE, Jordi Sevilla, evidenció cuando mostró públicamente a Alberto Garzón dicho documento en el debate económico a cuatro, solicitando una explicación, sigue a fecha de hoy sin contestación. La contradicción de considerarse un partido socialdemócrata que apoya el independentismo, y la celebración de referéndums, en un escenario como el que ha dejado el Brexit en Reino Unido, han podido influir de forma negativa en la expectativa de voto.
2.- El liderazgo:
En la valoración de líderes nacionales, el Secretario General de Podemos se mantiene en último puesto
Las descalificaciones iniciales del líder de Podemos a Izquierda Unida, y las humillaciones públicas dirigidas en formas de "sonrisas del destino", al PSOE, los tonos, los gestos, y el lenguaje del sector duro, encarnado por Monedero e Iglesias, y el transformismo ideológico de este último ha pasado factura a la formación.
Las repetidas menciones y halagos a los ex líderes del PSOE, el fracaso personal y de liderazgo en las negociaciones con el PSOE y Ciudadanos, así como las contradicciones sobre las líneas rojas del referéndum de autodeterminación, han terminado por desconcertar al elector.
En lo referente a la valoración de líderes, el Secretario General de Podemos, se mantiene según los datos del CIS, correspondientes al mes de abril, en último puesto, con una nota de 3,41 puntos, detrás de Alberto Garzón (4,81) y miembro de la misma coalición de Unidos Podemos, que ocupa el primer lugar. El segundo lugar le corresponde a Albert Rivera (4,17), y el tercero a Pedro Sánchez (3,99).
En recientes declaraciones a RNE, el Vicesecretario General de Ciudadanos, José Manuel Villegas, acusó al señor Iglesias de no haber estado en ningún consenso sobre política económica, Unión Europea, o política antiterrorista. Falta constatar si el líder de la formación morada cumplirá su palabra, cuando afirmó que abandonaría su puesto, si no lograba formar gobierno.
3.- El partido:
Nos encontramos ante un partido compuesto por dieciséis grupos, muy fragmentado ideológicamente, lo cual constituye un handicap, a la hora de tomar decisiones propias. Su escasa experiencia parlamentaria adquirida en instituciones locales, su falta de identidad ideológica, y su actual proceso de reestructuración interna para transformarse en un partido clásico, que represente a los ciudadanos en el Congreso, constituyen seria amenazas que impiden a la formación pactar y llegar a acuerdos con las demás fuerzas.
4.- Factores externos:
Ningún analista consultado antes de las elecciones esperaba que los resultados del Brexit, llegasen a condicionar los resultados de las Elecciones generales en España. Hoy nadie duda que la magnitud de dicho acontecimiento influyó en los electores, propiciando el voto refugio hacia posiciones más conservadoras.
5.- La campaña:
La falta de propuestas y de explicaciones sobre el programa electoral, el haberse apoyado y confiado en los datos de las encuestas, elevando la expectativa de voto sobre los electores, y los ataques al PSOE, han erosionado las aspiraciones de la formación. Pero sin duda, el error más importante en el que ha incurrido Podemos, ha sido presentarse a las elecciones, sin una identidad ideológica, lo cual le ha llevado a intentar apoderarse de los ideales de la socialdemocracia. Los guiños a algunos ex líderes del PSOE, han favorecido el trasvase de votos en favor de los socialistas.
6.- La estrategia:
La confluencia con Izquierda Unida, no ha sumado votos, ni ha conseguido el esperado sorpasso al PSOE, ni al PP. La comunicación no parece haber llegado a los niveles óptimos, para haber sabido llevar las propuestas a los electores. Ha sobrado el espíritu crítico, y ha faltado el espíritu constructivo.
7.- Las políticas:
Han prevalecido los mensajes de políticas rupturistas e independentistas, en lugar de las políticas constructivas de Estado. La ciudadanía no está satisfecha de las políticas que Podemos ha llevado a cabo en grandes ciudades del cambio, como son Madrid, Barcelona y Valencia, lo cual ha llevado a una importante pérdida de votos, especialmente en Madrid (-110.650), y en otras ciudades como Zaragoza (-25.550), Barcelona (-24.372), Valencia (-23.624), Coruña (-8.832), y Cádiz (-4.423).
Conclusiones:
En vista de lo que antecede, se puede concluir, que no ha sido el miedo el único factor que ha llevado a Podemos a perder esta considerable cantidad de votos. Los españoles han demostrado una vez más, ser mucho más listos que los partidos y los políticos. Es imposible e impensable que exista tanta gente tonta. Aun así, nadie tiene motivos para quejarse de los resultados. ¿Se imaginan cuánto hubieran dado los ciudadanos ingleses, por haber sentido en su día un poco de miedo...?
José Luis Meléndez. Madrid, 12 de julio del 2016
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