13/06/14: 19:30H. SALÓN DE ACTOS. PRESENTACIÓN DEL LIBRO DE JULIO ANGUITA "CONTRA LA CEGUERA": 40 AÑOS LUCHANDO POR LA UTOPÍA. PRESENTA: VICTORIA CARO.
Si existiese una calculadora alfabética, y sumásemos los términos “libro”, “Anguita” y “Ateneo”, el resultado se dicha operación sería: aforo completo. Minutos antes de la hora de inicio, aparece sonriente por el pasillo central, y habla tranquilo con algunos conocidos que se le aproximan. Acude vestido y resplandeciente para la ocasión, con traje de verano color beige, camisa a rayas verde y blanca, como para dar más luminosidad a sus palabras, e intentar librarnos, aunque sea de manera inconsciente, de esa ceguera interior que siempre nos acecha. Zapatos, cartera y cinturón marrón claro. Dispuesto a hacer de hoy, trece de Junio del dos mil catorce una tarde inolvidable. Empieza con puntualidad inglesa, a las diecinueve y treinta minutos, y lo hace con una referencia a su amigo del alma, Carlos París, presidente de El Ateneo, con el que compartió amplias y profundas tertulias. Todavía recuerda emocionado las últimas palabras que apenas una semana antes de su fallecimiento, intercambió con él. Breve y honorífico silencio en el salón de actos.
Gracias a los tres templetes que adornan la parte anterior del salón de actos, que hacen referencia a las civilizaciones romana, árabe y cristiana, damos fe que estamos en la Docta Casa. Porque si desviásemos la atención, y nos fijásemos en sus ojos ojivales y en su barba moruna, entenderíamos porque aun algunos simpatizantes, siguen refiriéndose a él con el cariñoso apodo de “El califa”. Salida pues de la mezquita, y entrada en El Ateneo.
El libro “Contra la ceguera”, cuarenta años luchando por la utopía, es un libro en palabras del autor, “escrito a cuatro manos”. Los dos autores del mismo son Julio Anguita y Julio Flor, el cual no ha podido asistir al acto de presentación por encontrarse fuera de Madrid. Presenta e introduce el acto la secretaria de la sección de Filosofía de El Ateneo, Victoria Caro.
La ausencia del coautor lejos de deslucir la ceremonia, amenaza con hacerse más reluciente, porque Julio Anguita, viene acompañado de sus otros yos. Su trayectoria profesional nos recuerda a Machado, porque además de Licenciado en Historia, es Maestro, escritor, y sobre todo un filósofo que a través de la crítica social, aporta soluciones a la sociedad a la que pertenece. El Ateneo es consciente, y por eso ha enmarcado el acto dentro de la sección de Filosofía.
La presentación se inicia con una breve, pero significativa semblanza del autor. Julio Anguita, nace en Málaga en 1941. Licenciado en Historia y Magisterio, su actividad profesional la centra en el ámbito de la docencia.
En 1979 toma posesión de la Alcaldía de Córdoba, y se convierte de esta forma en el primer edil republicano desde la Guerra Civil. Nueve años después, en 1988, es nombrado Secretario General se Izquierda Unida, cargo que ocupará durante once años, al igual que como Coordinador de IU. Un año después, en 1989, da el salto a la política nacional, y obtiene escaño de Diputado en el Congreso, al frente de su grupo parlamentario, Izquierda Unida.
Pero si tuviésemos que resumir algunas de las honestas, proféticas y respetadas declaraciones de este carismático político, admirado hasta por sus más fervientes adversarios, nos encontraríamos con algunas como las siguientes. En el año 1997, en la fiesta del PCE, defiende ante sus militantes una España republicana y federal. Solo un año después, en el mismo evento, declara que su partido había aceptado la Monarquía de forma temporal, durante la Transición, siempre y cuando se desarrollase la Constitución. El cinco de Diciembre del mismo año, durante el transcurso del XV Congreso del PCE, equipara en lo político al PP y al PSOE.
Años después, el 1 de Junio del 2005, en el XVII Congreso del PCE, denuncia la sumisión de los sindicatos y de la izquierda, al orden capitalista establecido. Entrado el año 2008, el veintidós de Abril ante la debacle electoral atribuida según él, a la falta de una línea clara, similar a la del PSOE en estos momentos, expone la necesidad de un referéndum, unido a un programa que defienda la democracia radical. En la actualidad es miembro del movimiento social “Frente Cívico”. En su día renunció a su pensión de diputado, porque para vivir, tenía bastante con la de Maestro. Ha estado y estará presente, mientras la salud se lo permita, en las marchas por la dignidad, y aboga por una nueva sociedad formada por una unidad plural y ecológica, como hombre enamorado de la naturaleza a la que pertenece.
Esta breve semblanza nos puede dar una idea sino exacta, muy aproximada de la seriedad, honestidad y respetabilidad de este guerrero de la paz, que en los momentos más adversos ha sabido permanecer fiel a los colores de su ideario, a través de un mensaje claro, conciso y consecuente con su proyecto vital. El ave fénix, ha sabido resurgir de las más diversas y adversas circunstancias como los problemas de salud, y otras circunstancias personales más dolorosas. El libro, nos dice, está escrito a cuatro manos con una narrativa Galdosiana, es decir, con hechos históricos como los de los “Episodios Nacionales”. El eje central lo sitúa en lo que denomina la década prodigiosa, comprendida entre los años 1984- 1994, pero durante su intervención, hace referencias a acontecimientos posteriores a dicho periodo.
Este recorrido social y político lo inicia desde la creación del Mercado Común, la Unión Monetaria y política, y la caída del muro de Berlín hacia los dos lados. Enumera algunas características de esta década, y lo hace con una dura crítica, a la intervención militar de Irak, en la guerra del golfo, en el año mil novecientos noventa, y a su interés petrolífero, camuflado de armas de destrucción masiva. Hace una referencia del acta de París, reunión a la cual acude Mijail Gorbachov, Felipe González, y las grandes potencias acuerdan que las fronteras van a ser inviolables. La primera pregunta que se hace y a la vez nos traslada es la siguiente: pero entonces… “¿cómo es que desaparece la antigua URSS por implosión? ¡El mundo va a ser mejor…! se nos asegura, pero ya hemos podido comprobar con el paso del tiempo, que no ha sido así”.
Se rebela contra las fuerzas que dirigen el mundo, como las de Fukuyama, y nos dice que la verdadera fuerza, no es la del los lobbyes, sino la del hombre. También se nos dijo, prosigue: El capitalismo ha ganado y es garantía de futuro, el Marxismo, ha muerto. Pero si el Marxismo ha fracasado… entonces ¿qué pintan los partidos comunistas? Consecuencia: ¡disuélvanse y hagan el relevo con los Socialdemócratas! El nombre de Santiago Carrillo se llega a escuchar por el estrado. El entonces Partido Comunista de España desaparece. Después lo harán otros partidos fuertes y asentados como el Partido Comunista Italiano, que caen como las fichas de dominó, sobre el tapete azul de la mesa europea.
En 1959, la Social democracia alemana renuncia al Marxismo, y acepta el sistema capitalista. Años más tarde, en 1974, el congreso del PSOE se reúne y acuerda abandonar el Marxismo. Felipe González flirtea con la derecha. Achaca al tratado de Maastrich, una de las causas de la posterior crisis. Izquierda Unida, después de reunirse con prestigiosos economistas llega a la conclusión que el Estado, en lugar de cobrarnos y pedir créditos para financiarse, tendría que acudir a la banca privada y no a la Pública como se hizo, es decir a través del Banco de España. Pero unos años más tarde, ironiza: “algunos todavía sorprendidos exclamaron: ¡Es la crisis! Como si les hubiese venido del cielo…”.
Denuncia que en los años 2007 y 2008, cuando Francia y Alemania sobrepasan con creces los límites del PIB de su deuda, en cantidades muy superiores a la española, no se les dijo nada, y recrimina a los gobiernos responsables, los millones de euros que se han invertido en los bancos españoles como Bankia, y califica a la globalización como la nueva religión trinitaria o de las tres cabezas, en alusión a la troika: BCE, FMI, y Comisión Europea. Es el turno de la OTAN. En 1999, la organización se reúne en Washington. Se acuerda hacer una OTAN independiente de la ONU, con manos libres, para poder actuar de forma unilateral, en contradicción a la de 1986.
Retrocede al año 1991 y critica al presidente Bus, con la OTAN a su servicio en la guerra de Yugoslavia, y nos recuerda las duras acusaciones que su grupo parlamentario hizo al entonces secretario general de la OTAN, D. Javier Solana Madariaga, cuando le acuso de genocida. Critica a los medios de comunicación. Explica cómo se les censuró su entrada en la segunda parte de la reunión, en la intervención del secretario general de la ONU, Kofi annan acompañado de Federico Trillo en el Congreso, y la pasividad y falta de denuncia de dichos medios ante tan grave situación. Se cortó la radio y la Televisión.
En cuanto a la situación actual, acusa a los distintos gobiernos desde el año dos mil once, de alta traición, por haber atendido antes a los bancos que a los ciudadanos. También tiene unas palabras a la reciente abdicación del rey, y nos recuerda que inviolable es sinónimo de no imputable, y que el presidente de la república de EEUU, no es inviolable. El gobierno está enajenando la dignidad del País. Crecer sin repartir, es decir nada. La justicia (con minúscula) está secuestrada por ley, a la cual no pueden acceder los ciudadanos por falta de medios. Ante la instalación de concertinas por el gobierno en Ceuta y Melilla, formula la siguiente pregunta: ¿qué clase de cultura cristiana tenemos? Manifiesta su perplejidad por las primas de setecientos cincuenta mil euros de los futbolistas en un panorama social y económico como el actual,mientras se recortan salarios y condiciones al resto de ciudadanos, y anticipa el agravamiento de la crisis. Concluye su exposición con una frase: “no tengo pruebas, tengo la experiencia de lo que he vivido”.
Podría haber dado por finalizada la sesión, pero el autor, traslada el protagonismo a su auditorio, mediante un amplio turno de ruegos y preguntas. A través de dichas intervenciones señala como la situación actual no la puede cambiar ningún partido: “ni siquiera el mío, puntualiza”. Es necesario un Frente Cívico de una nueva izquierda, COMPROMIS, EQUO, IU, PODEMOS, etc, en donde se de cabida a militantes, simpatizantes, y ciudadanos desprovistos de carné, y en donde se vayan cerrando acuerdos puntuales con programas convergentes en las ágoras o Ateneos. Todo esto tiene que ir añadido de un discurso veraz y transparente, mediante el cual se vaya explicando a los ciudadanos los programas, y se les aclaren las dudas. El objetivo no es otro que devolver al pueblo la soberanía nacional, a través de ese hilo rojo de unión.
Hay que informar al pueblo de sus derechos, pero también de sus obligaciones. No hay que darle pescado al pueblo, sino una caña y enseñarles a pescar. No se trata de denunciar cada problema al Frente Cívico, sino que este proceso exige un cambio de mentalidad en las personas. Tenemos que relacionarnos más entre vecinos, ser más participativos y responsables desde la individualidad para construir juntos esta nueva sociedad, unos desde la acción y otros desde las ideas, y siempre desde una vía pacífica.
La sociedad exige no solo una mayor, sino una mejor Democracia. Esto se consigue no solo limitándose a votar cada cuatro años. El pueblo le tiene que decir al capital por donde tiene que ir, y no al revés. ¿Cómo es posible que un gobierno se mantenga en el poder, incumpliendo la Constitución? Ya es hora que despertemos.
Julio Anguita ha demostrado una vez más a su auditorio, su competencia y su autoridad moral a la hora de impartir conferencias. Su oratoria es llana, profunda. Sus palabras están tejidas como filigranas alhambradas. No necesita salir al exterior, ni cobrar grandes cantidades de dinero por ello. Es un guerrero que prefiere el cuerpo a cuerpo con su pueblo, bien sea en las calles, en la televisión, o en los ateneos, como hoy ha demostrado.
“Estas ahí para luchar, pero el cargo no es tuyo.¡Es del pueblo!", le dijo en una ocasión a un camarada suyo. “La democracia es un convenio permanente, no solo votar cada cuatro años”. Hoy, nos dice, ha venido acompañado de su médico, que como un lector más, se ha mezclado entre el auditorio. No es oculista, porque si hay una facultad por la que Julio Anguita, se ha caracterizado en todo momento, es por la de su capacidad de visión, sabia y objetiva: “Hay ideas luminosas por las que uno es atraído como una polilla. De lo que se trata, es de no acabar como éstas, cegados y atrapados en la bombilla”. Una simbólica advertencia “contra la ceguera”.
José Luis Meléndez. Madrid, 16 de Junio del 2014.
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