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23 de octubre de 2022

Precaución

¡Precaución!: zona de libertad

Comparto con todos ustedes esta instantánea solicitada y cedida por la gentileza de Ignacio Ramos, realizada en una de sus rutas por la sierra. Al principio me ha hecho gracia, pero con el transcurso del tiempo, ha terminado por darme pena. El motivo no es otro que el lamentable mensaje que encierra semejante imagen.

Según se desprende de la instantánea, da la impresión que la libertad es una zona muy peligrosa para los niños y por ello los mayores no solo tienen que tener, sino poner mucha precaución con respecto a ella. La de los adultos (entre ellos los que han puesto el letrero), ya es otra cosa, porque hasta la fecha no hay letreros de esta guisa con una señal similar a la de la imagen que recen: “Adultos en libertad”, que son los que en definitiva tienen más peligro para la sociedad, el planeta y por tanto para sus propios hijos.

Cito por ejemplo a los cazadores. Por lo que se ve, este tipo de "adultos en libertad", tienen menos peligro en las zonas rurales para la vida, en el amplio sentido del término, de los niños, de los animales, los adultos y la de la flora de nuestros bosques y nuestros campos. En otras palabras, parece que los coches y sus conductores, son mucho menos peligrosos que los cazadores y sus macabras escopetas.

Hombre, centrándonos en la imagen, yo creo que se sobreentiende con la simple señal, la advertencia. ¿Qué ha habido más de un incidente?, pues con poner la palabra "Niños" o "¡Cuidado, niños!", junto a la misma, pienso que es más que suficiente. Con ello lograríamos por añadidura dignificar a los niños al dejar de compararlos con el ganado por medio de señales que son más propias de estos animales, con lo cual no solo se compromete el concepto de "libertad", sino el de la mismísima "infancia".

Sin dejar por supuesto de poner en cuestión, la más que presumible educación y precaución de los responsables de estos niños, al delegar en los conductores que transitan por la comarca por medio de la referida advertencia, la vida de sus retoños, y que es en definitiva, donde reside el verdadero peligro.

No hace falta elucubrar mucho para llegar a la conclusión que el autor o autora de dicha obra de arte, no debe ser precisamente oriunda de la zona. Porque los hijos de la gente de campo que habita en estas zonas, suelen estar advertidos a edades bastante precoces de éstos y otros muchos peligros que no solo atañen a las zonas de paso de los coches.

Denigrar una palabra tan bella y con tanto significado, como es la libertad, infundir miedo en lugar de respeto y admiración hacia ella y residir en una zona en la que su máxima expresión se hace a cada instante patente, es un signo de inadaptación y de inmadurez al medio.

El agravio a la libertad, concepto por el que luchan, han luchado y muerto millones de personas en el mundo, incluidos niños inocentes, considero que es infinitamente más perjudicial para la sociedad y los niños de otras zonas que leen el texto de la señal. Por no citar a los que viven ahí y leen el letrero todos los días...

José Luis Meléndez. Madrid, 22 de octubre del 2022. Imagen cedida por Ignacio Ramos Altamira

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