Estimados lectores:
En la semana actual, han tenido lugar una serie de circunstancias inéditas desde el inicio de este blog, como es la asistencia a dos conferencias en menos de una semana.
Por este motivo, hoy me he puesto del lado del lector, y me he realizado una serie de preguntas, que pasaré detalladamente a contestarles:
¿Porqué tardan algunos actos y conferencias en publicarse?
A la hora de acudir a cubrir un acto pueden darse una serie de circunstancias:
1.- Que el acto sea una invitación personal, y por motivos de discrección no se proceda a su publicación. En este caso no se anuncia la publicación.
2.- Que el acto tenga un título y un contenido interesante, pero que el ponente se limite a leer folios y folios, sin levantar la cabeza, durante el transcurso del acto, a una velocidad ininteligible, e imposible de tomar notas.
Que el mismo ante las críticas de los asistentes pida disculpas, y luego conceda un tiempo equivalente para hacer preguntas e iniciar el debate.
Que a petición de este blog se le solicite parte de la documentación, con objeto de hacer un resumen, y que aún así no colabore, motivo por el cual, Pluma en Ristre, tenga posteriormente que documentarse para ofrecer a sus lectores una exposición mínimamente decente, retrasando por motivos ajenos la publicación de dicho evento.
3.- Que el acto sea interesante, pero que el tiempo del acto sea escaso, y La Pluma tenga que considerar si una vez que pasa a limpio las notas del acto merece la pena o no hacer pública esa conferencia.
4.- Que coincida una conferencia con otra, como es el caso, y que se tenga que paralizar momentáneamente la anteriormente iniciada hasta pasar a limpio el nuevo acto, y decidir si una o las dos se publican, y en que orden se hace.
5. Que todo vaya sobre ruedas, y que tanto la conferencia como el ponente, dediquen el tiempo y la energía suficiente, y lo presente de una manera no solo comprensible, sino asumible por el auditorio.
6.- Que una vez se asiste a una conferencia interesante, lamentablemente no se pueda publicar nada por algún incidente entre el auditorio y la falta de sintonía y algunas recriminaciones públicas entre los ponentes, perjudicando de este modo el contenido y el desarrollo natural del acto.
7.- Que el acto sea cancelado horas antes, y haya que improvisar con otra posible conferencia.
Por todas estas circunstancias ha pasado este blog.Dicho esto, espero que entiendan las demoras que puedan ocasionarse por motivos excepcionales, como es el que ahora nos ocupa.
Aprovecho la ocasión para agradecer al Ateneo de Madrid, en nombre mío, y en el de todos los lectores de Pluma en Ristre, su autorización para la realización de fotos, así como el acceso a los eventos que tienen lugar en el interior del mismo.
En fechas últimas, este blog ha tenido la ocasión de corresponder a la docta casa, aportando fotos realizadas en sus últimos actos.
Muchas gracias por su atención y su confianza:
José Luis Meléndez. Madrid, 24 de Junio del 2015
En la semana actual, han tenido lugar una serie de circunstancias inéditas desde el inicio de este blog, como es la asistencia a dos conferencias en menos de una semana.
Por este motivo, hoy me he puesto del lado del lector, y me he realizado una serie de preguntas, que pasaré detalladamente a contestarles:
¿Porqué tardan algunos actos y conferencias en publicarse?
A la hora de acudir a cubrir un acto pueden darse una serie de circunstancias:
1.- Que el acto sea una invitación personal, y por motivos de discrección no se proceda a su publicación. En este caso no se anuncia la publicación.
2.- Que el acto tenga un título y un contenido interesante, pero que el ponente se limite a leer folios y folios, sin levantar la cabeza, durante el transcurso del acto, a una velocidad ininteligible, e imposible de tomar notas.
Que el mismo ante las críticas de los asistentes pida disculpas, y luego conceda un tiempo equivalente para hacer preguntas e iniciar el debate.
Que a petición de este blog se le solicite parte de la documentación, con objeto de hacer un resumen, y que aún así no colabore, motivo por el cual, Pluma en Ristre, tenga posteriormente que documentarse para ofrecer a sus lectores una exposición mínimamente decente, retrasando por motivos ajenos la publicación de dicho evento.
3.- Que el acto sea interesante, pero que el tiempo del acto sea escaso, y La Pluma tenga que considerar si una vez que pasa a limpio las notas del acto merece la pena o no hacer pública esa conferencia.
4.- Que coincida una conferencia con otra, como es el caso, y que se tenga que paralizar momentáneamente la anteriormente iniciada hasta pasar a limpio el nuevo acto, y decidir si una o las dos se publican, y en que orden se hace.
5. Que todo vaya sobre ruedas, y que tanto la conferencia como el ponente, dediquen el tiempo y la energía suficiente, y lo presente de una manera no solo comprensible, sino asumible por el auditorio.
6.- Que una vez se asiste a una conferencia interesante, lamentablemente no se pueda publicar nada por algún incidente entre el auditorio y la falta de sintonía y algunas recriminaciones públicas entre los ponentes, perjudicando de este modo el contenido y el desarrollo natural del acto.
7.- Que el acto sea cancelado horas antes, y haya que improvisar con otra posible conferencia.
Por todas estas circunstancias ha pasado este blog.Dicho esto, espero que entiendan las demoras que puedan ocasionarse por motivos excepcionales, como es el que ahora nos ocupa.
Aprovecho la ocasión para agradecer al Ateneo de Madrid, en nombre mío, y en el de todos los lectores de Pluma en Ristre, su autorización para la realización de fotos, así como el acceso a los eventos que tienen lugar en el interior del mismo.
En fechas últimas, este blog ha tenido la ocasión de corresponder a la docta casa, aportando fotos realizadas en sus últimos actos.
Muchas gracias por su atención y su confianza:
José Luis Meléndez. Madrid, 24 de Junio del 2015
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