Sinceramente, la historia me ha conmovido. Esta mañana un chico con algún tipo de discapacidad le ha entregado en un vagón del metro a una persona allegada, esta obra que ha creado en apenas un par de minutos, delante de ella, con papel de plata, con los ojos cerrados. A esta persona también le ha conmovido la calidad de la obra creada en tan poco tiempo y le ha correspondido con un donativo, además de con un halago.
Y el chico mientras agradecía el donativo, le ha manifestado a esta persona allegada que en los momentos en cuales sale de la residencia, se dedica a hacer esto como le enseñó su abuela. Y que en lugar de móviles, mirando a los demás usuarios que le acompañaban, prefiere ejercer su mente y realizar este tipo de trabajos.
Se trata de la estatua del oso y el madroño. Nada más cogerla entre mis manos la he puesto en un lugar de la casa para que la gente la mire pero no la toque. Como si fuese mi joya más preciada.
José Luis Meléndez. 22 de octubre del 2021
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