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3 de octubre de 2017

El zorro

Con el “Plan conejo”, el Comandante Maduro, pretende que los ciudadanos críen en sus casas este inocente animal

Que el señor Maduro teme más por su vida que por la de muchos de sus ciudadanos que se ven en la necesidad de comer de la basura para subsistir, ha quedado más que evidente. Excusa que ha utilizado para dejar plantada con su ausencia a la Asamblea General de la ONU (Organización de Naciones Unidas): “Yo este año decidí no ir a Naciones Unidas por razones de seguridad, porque tenía información de posibles atentados de sectores extremistas que tienen poder en los Estados Unidos”. Una actitud muy poco bolivariana la del Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, si se compara no solo con los numerosos viajes al exterior que el ex caudillo y General venezolano Simón Bolívar realizó por Europa y Latinoamérica, sino por la valentía que demostró este último, cuando se presentó ante el Congreso de Nueva Granada, para que se le juzgase por haber perdido las tropas que se le habían confiado. Cosas de la graduación.

Pues bien, con objeto de aliviar (y de paso reconocer de una forma implícita), la escasez de alimentos básicos por las que atraviesa Venezuela, el Jefe del CLAP (Comité Local de Abastecimiento y Producción), Freddy Bernal, ha presentado a mediados de septiembre, un proyecto incluido dentro del programa “Agricultura Urbana”, al que se le ha dado el nombre de “Plan conejo”. A través de dicho plan, se ha procedido a la entrega de un primer lote de conejos, en cerca de 15 comunidades y barriadas. La sorpresa no tardó en hacerse esperar, y Bernal se encontró con la siguiente escena: “la gente tenía los conejitos con un lazo”. Con este programa, el gobierno (cada día más militarizado del comandante bolivariano), pretende que los ciudadanos críen con fines gastronómicos en sus casas este inocente animal. La cara que se les debió quedar a los venezolanos al conocer esta medida, no ha debido de ser la misma que esbozó en aquellos tiempos don Simón Bolívar, después de vencer a los Realistas en la batalla de Carabobo. Entre otras cosas porque el conejo en Venezuela está considerado como una mascota.

En lugar de rectificar después de entender lo que pasaba allí, Bernal llegó a una sabia y democrática solución: “Hay que hacer una campaña” para que “el pueblo entienda que el conejo no es una mascota, sino dos kilos y medio de carne” (sic). El sorprendente plan no especifica si la medida es de aplicación retroactiva, y los ciudadanos pueden empezar a sacrificar las preciadas mascotas que durante largo tiempo les han acompañado y proporcionado más y mejores atenciones que su Comandante en Jefe. Un olvido que al parecer no reviste la menor importancia para el Ministerio Nacional del Maltrato Animal, que muy posiblemente prevé instaurar con este primer germen el ex chófer presidencial.

Al Presidente al parecer no le basta con las represiones y la torturas humanas con las que tiene atemorizadas a la población, y pretende ahora imponer a través de este hipotético Ministerio, la pena capital a determinados miembros de las familias venezolanas como son las mascotas, lo cual no deja de constituir una ofensa a la inteligencia y a los sentimientos del pueblo venezolano. La medida evidencia la grave desconexión social en la que vive el Comandante. Los venezolanos han criticado la medida, ya que antepone el sacrificio de animales, al abastecimiento basado en una nutrición completa por medio de productos básicos como el arroz y el azúcar.

No garantizar las necesidades básicas de los ciudadanos, es motivo más que suficiente para que el caudillo bolivariano se quite su chistera, libere a los conejos, abandone su patria, y conozca nuevos mundos.

Hasta la fecha no han trascendido los datos del peso del Comandante en Jefe, ni del Presidente electo, pero observando el nutrido aspecto que presentan los dos, bien podría deducirse que cada uno de ellos equivale a 36 conejos. Una cifra escandalosa si se tiene en cuenta que según un estudio realizado por varias universidades, los venezolanos han perdido el año pasado una media de ocho kilos por cabeza.

El señor Maduro ha actuado con la misma astucia con la que lo haría un zorro, pero los conejos han sido más inteligentes, y han sabido ganarse la confianza de toda su gente.

José Luis Meléndez. Madrid, 1 de Octubre del 2017
Fuente de la imagen commons.wikimedia.org

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