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20 de enero de 2025

Estados civiles

Si el matrimonio fuera el estado ideal, no hubiera generado otros estados civiles

“Así que no son ya dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre” (Mateo 19: 5,6). Según esta sentencia bíblica el matrimonio es una institución creada por Dios, según la cual junta, pero no separa.

Según los datos proporcionados por el IPF, Instituto de Política Familiar, cada 5 minutos se rompe un matrimonio en España, es decir, 12 matrimonios cada hora, provocando 290 rupturas matrimoniales cada día y convirtiéndose en uno de los principales problemas de las familias españolas. Se abre por tanto un debate: ¿es el hombre el que se separa, o Dios, como ser perfecto y omnipotente el que no "junta" lo bien que debiera?

El ordenamiento jurídico español reconoce cinco estados civiles: soltero, casado, separado, divorciado y viudo. Lo curioso es que el estado civil de una persona muchas veces no coincide con el estado mental y emocional de la misma. Por ejemplo, un soltero que no ha estado casado, ha podido llegar en su día a sentirse psicológicamente casado al haber llevado vida marital sin llegar a contraer matrimonio.

De la misma forma, un casado puede llegar a sentirse, en ciertas situaciones de crisis como un separado. De hecho, en los momentos previos a la disolución de un matrimonio uno se ve en la obligación de tomar decisiones como futuro separado.

La RAE define al soltero como a la persona que no se ha casado. Sin embargo, existen muchas personas que se separan y creen que vuelven a ser solteros. Una incongruencia, ya que no se pueden tener dos estados civiles de forma simultánea. Es decir, en este caso pasaría a adquirir el estado civil de separado.

Esto nos lleva a plantearnos la cuestión de si se puede recuperar la soltería. Desde mi punto de vista no se puede recuperar, de la misma forma que no se puede recuperar la virginidad por el mero hecho de acabar y/o iniciar otra relación. Es imposible recuperar la libertad de antaño, ya que la persona en cuestión es un ser menos libre, desde el punto de vista físico y mental, como consecuencia de las nuevas responsabilidades u obligaciones, y, porque a su vez, le queda menos tiempo vital de ejercer la libertad que antes tenía.

Es posible que desde el punto de vista legal se pueda anular el efecto de un estado civil, como el caso de un divorcio, pero no se puede anular ni borrar del tiempo ni del pasado las vivencias ni los efectos que éstas han generado como consecuencia de su anterior estado civil. Uno puede ESTAR divorciado legalmente, pero en el fondo ES un separado que tan solo ha anulado el efecto de su matrimonio.

La soltería es el estado natural de cualquier ser vivo. Sin embargo, en la especie humana, y más a determinadas edades, siempre ha sido sospechosa de individuos considerados como raros. La sociedad se ha preocupado de ejercer a través de los círculos sociales más próximos como son la familia y las amistades su correspondiente presión. La mujer, sin lugar a dudas siempre ha sido la más perjudicada como consecuencia de su edad fértil.

Se ha llegado a calificar a las personas solteras como egoístas, cuando la soltería es un estado que permite un compromiso mayor con un mayor número de personas. Solteros que respetan la libertad de los demás. Soltería que en algunas profesiones es un requisito para dedicarse de una forma más plena a los demás, como es el caso de los cooperantes voluntarios, los sacerdotes o las monjas, por poner algunos ejemplos.

La sociedad no ha terminado de entender que la soltería es el matrimonio individual que uno contrae consigo mismo, como muestra de fidelidad hacia con sus propios fines y principios. Otra cosa es que la soltería sea un impedimento para la natalidad de las sociedades. Pero si la soltería se mira desde otros puntos de vista como el social, cultural o científico, podremos comprobar como las sociedades han avanzado gracias a ella.

Deberíamos distinguir entre distintos tipos de soltería: la soltería elegida, la impuesta y la mixta. La primera nace como resultado de una decisión personal. La segunda por el contrario viene determinada por factores no deseados. La soltería mixta es una mezcla de ambas. Por ejemplo, hoy en día muchas parejas no pueden casarse por determinados factores y al final tienen que optar (elegir) por vivir juntos, sin casarse.

Este último tipo de soltería, unido al avance de la sociedad y al creciente número creciente de separaciones, han contribuido a que la sociedad haya ido desterrando toda esa falsa imagen hasta el punto de haberla aceptado e incorporado de una forma creciente y paulatina.

Un soltero actualmente, sigue teniendo la facultad de pasar por esos estados civiles sin haber contraído o adquirido ninguno de ellos. Una pareja de solteros puede llevar vida de casados, pero una pareja de casados, no pueden llevar una vida de solteros. Esto es debido a que la ley establece ciertos derechos y obligaciones.

¿Puede considerarse el abandono de la soltería como una traición personal hacia uno mismo? ¿Cómo va a ser uno fiel a otra persona, habiéndose traicionado previamente a sí mismo?

¿Se puede decir que uno ama a alguien después de haberle arrebatado parte de su libertad, de su tiempo o de su vida? Tal vez la mejor forma de vivir juntos sea respetando cada uno su soltería. Si el matrimonio fuera el estado ideal, no hubiera generado otros estados civiles.

José Luis Meléndez. Madrid, 20 de enero del 2025. Fuente de la imagen: pixabay.com

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