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5 de agosto de 2024

La rosa de Page

La rosa de Page no es la rosa roja del PSOE, sino la rosa azul de Felipe González

Afortunadamente, para la mayoría de los socialistas, el sedevacantismo es una corriente ideológica minoritaria perteneciente al socialismo tradicional y conservador, más conocido como ppsocialismo, que considera que el actual ocupante de la sede monclovita, no es un presidente válido, por lo que dicha sede se encontraría en estado de "sede vacante". Ya se lo hizo saber Adolfo Suárez a los socialistas de entonces, con su famosa cita: “a mí los socialistas me pasan por la derecha”.

Los ppsocialistas sedevacantistas y cismáticos solo reconocen a Felipe XII como Papa, razón por la cual sus alegatos siempre son críticos y contrarios a la formación a la cual siguen perteneciendo, sin que aún se hayan dignado a explicar sus motivos. Entre los sedevacantistas más célebres merece la pena destacar las figuras de Felipe González, que aún sigue ejerciendo de Papa emérito, el cardenal Alfonso Guerra y sus obispos auxiliares, Javier Lambán y Emiliano García Page.

El sedevancantismo ppsocialista, nostálgico y preconciliar, anterior al año 2004, año en que José Luis Rodríguez Zapatero accede a la Presidencia del Gobierno, defiende el estado de las baronías y cuestiona al igual que su adversario real, las elecciones democráticas de los presidentes José Luis Rodríguez Zapatero y Pedro Sánchez Castejón.

Hace unos días, uno de los padres más entregados al ministerio de Felipe XII, ha comparecido en calidad de opositor al partido al cual está afiliado, ya que uno de los carismas de la ISP, Iglesia Sedevacantista Preconciliar, es ofrecer oficios y declaraciones contrarias y de espaldas a las de los "suyos". Y es que, el obispo auxiliar, don Emiliano, que es el nombre del ponente que nos ocupa, está más que preocupado, como buen ppsocialista que es, por la igualdad de los ocho millones cuatrocientos mil catalanes con respecto al resto de españoles, que de la desigualdad existente entre los cuarenta y ocho millones de españoles, especialmente entre la clase trabajadora y la clase media alta que representa el PP, al cual suele unirse en sus acciones.

Que los ricos sean cada vez más ricos o que la sanidad y la educación, por poner algunos ejemplos, sean mejor en unas comunidades autónomas que en otras, son temas mucho menos importantes en la agenda de su Ilustrísimo y Reverendísimo Señor, que es el tratamiento que se le dispensa a un obispo avispado, independientemente del Papa conspirador que en su día le ordenó y bajo cuya sotana aún sigue cobijándose, a la espera de que un día pueda acogerse y adaptarse a las doctrinas de los nuevos tiempos.

Oír hablar de igualdad a su Ilustrísimo y Reverendísimo Señor mientras apoya ideológicamente con sus declaraciones a su adversario real, que a su vez reniega de ella, es cuanto menos un insulto a la inteligencia de cualquier persona. La libertad y la solidaridad o fraternidad como es lógico no le interesaba tocarlas, porque de haberlo hecho se hubiese topado con el verdadero significado que tiene el lema libertad, igualdad y fraternidad y que se basa en la idea de que las personas deben tratarse de forma justa y respetuosa y que los gobernantes deben tratar a sus súbditos de igual forma y no como tontos, presentándose como candidato a una opción y haciendo declaraciones que favorecen al adversario.

“Hay que hacer un esfuerzo entre todos para que lo mejor de Cataluña no termine siendo lo peor para el resto de los territorios de España”, ha declarado el obispo auxiliar y preconciliar en su homilía tridentina, aunque él sigue haciendo lo indecible para que el PSOE termine siendo lo peor para el resto de España, con la hipotética celebración de unas nuevas elecciones, regionales en Cataluña y nacionales en España, que es en la actualidad, uno de los deseos más húmedos del Partido Popular, al cual está ideológicamente adscrito. Dadme un esfuerzo de mis compañeros que yo pondré la mitad del mío en cuestionarlo. La cita bien puede resumir la espiritualidad sedevacantista y retrógrada de la Orden de los Hermanos Sedevacantistas (OHS).

“Algunos nos hemos dedicado toda la vida a ganar a la derecha”, ha declarado en uno de los momentos estelares, es decir, que como el mismo don Emiliano reconoce, ya desde la placenta apuntaba maneras. Ignora el Ilustrísimo y Reverendísimo Señor que una cosa es vencer en unos comicios y otra es ganar. Y que a la derecha se le gana con soluciones y propuestas progresistas durante toda la legislatura, no uniéndose a ella después de haberla vencido.

El ppsocialismo catecumenal, fraternal y piadoso de don Emiliano, consiste en ofrecer reiteradas críticas a los socialistas y acciones de apoyo a la oposición. No es de extrañar por tanto, ante su larga y ancha soledad, que en esta comparecencia haya necesitado la compañía de una rosa. "Una rosa sin espinas" (en su cándida inocencia desconoce que él es una de las cuatro espinas mencionadas), que ha cogido con su mano izquierda y que ha sostenido en su mano derecha durante veinte segundos, con el mismo estilo que un banderillero lo hace, antes de clavar su estaca traicionera en el lomo del toro, animal que para él simboliza su partido. Mientras sostenía con aires taurinos y desafiantes dicha flor, el fiel opositor se arrancó a pronunciar las siguientes palabras: “Siempre he defendido que le ofrezcamos a los españoles esta hermosa flor. La flor, no solo las espinas”, aunque la rosa que ofrece, está, (¡oh, casualidad!), desprovista de ellas. Una muestra de coherencia y un ejemplo de lo que él mismo pone en práctica al dedicar las espinas a su grupo parlamentario, mientras reserva y ofrece los pétalos rojos de su querida y amada rosa a la oposición, momento en el cual tornan de ipso facto a un color azulado, que es el color preferido por el Ilustrísimo y Reverendísimo Señor a la hora de formular sus declaraciones conspiradoras.

Pero esta vez, a diferencia de anteriores ocasiones, don Emiliano ha sorprendido con una nuevo desafío, y es la de hablar en contra de las medidas de su partido, con el símbolo corporativo de una rosa medio viviente entre sus manos. ¿Ha sido la rosa la que ha establecido esa distancia corporal con su tomador mientras escuchaba sus palabras, o ha sido la sensación que ha experimentado don Emiliano, la que ha provocado este contacto tan frío? Para mí que la rosa le ha hecho la cobra, antes de que se animase en el fragor de su verborrea a empuñarla, sabedora de que los caballeros de la rosa azul, aún siguen teniendo como referencia la rosa roja.

¿Qué concepto puede tener alguien de una rosa a la cual no se la hidrata durante una presentación? Una rosa a la cual se la esconde detrás del atril y a la cual no se la reconoce el alma que desprende con su aroma? Una rosa a la cual le ha quitado las espinas para no sentir su verdadera personalidad, su verdadera esencia.

El Padre don Emiliano es de la opinión que el pacto al que ha llegado el PSC con ERC sobre fiscalidad, es un atentado a lo que él entiende como igualdad, ante lo cual su gobierno se ha negado a darle apoyo, después de haber aprobado llevar la Ley de Amnistía al Constitucional que su partido de afiliación defiende, de la mano y la mirada cómplice del PP. Y a más de algún español le ha asaltado la pregunta de si es constitucional presentarse con unas siglas para defender luego las de tu adversario. Como vemos el perdón y/o la amnistía como muestra y ejemplo de fraternidad o solidaridad con respecto al prójimo, tampoco podemos verlo al no estar contemplados dentro del Antigüo Testamento, de la misericordiosa Orden de los Hermanos Sedevancantistas.

El Quijote manchego sigue confundiendo los molinos independentistas con las necesidades más acuciantes de todos los españoles, lo cual no le impide, - según reconoce-, experimentar la inmensa “alegría de ser el de siempre”. “Yo soy aquel que cada noche te persigue, /yo soy aquel que por quererte ya no vive, /el que te espera, el que te sueña, /el que quisiera ser dueño de tu amor, de tu amor", que bien define Raphael, en su obsesión enfermiza hacia los presidentes no sedevacantistas.

Lo que queda meridianamente patente y claro, es que la rosa de Page no es la rosa roja del PSOE, sino la rosa azul de Felipe González. Ante este burdo y obsceno cambiazo, es preciso que el Papa oficial convoque de manera urgente al mencionado obispo y que siguiendo el formato de Bertín Osborne, le ofrezca siguiendo la devota ley de igualdad, profesada con ardiente fervor por el referido Padre, la misma opción que a todos sus invitados, y que si mal no recuerdo, reza algo así como "en tu casa o en la mía".

José Luis Meléndez. Madrid, 5 de agosto del 2024. Fuente de la imagen: EFE.